Este viernes empieza la Eurocopa de Alemania, una competición donde no sólo España tendrá complicados rivales por el título, sino que también es uno de los momentos más duros para las marcas de televisores, ya que se juegan buena parte de las ventas. En estos días apuestan por echar el resto en campañas, promociones y nuevos modelos. Un particular do de pecho en el que hay que sacar músculo y mostrar lo mejor que se tiene. Es justo lo que ha hecho Samsung.
Acaba de lanzar de cara al torneo continental su nueva familia de televisores donde la inteligencia artificial (IA) está más presente que nunca, con la idea que sus nuevos modelos sean el mejor sitio donde ver el fútbol, las series, películas, documentales o jugar. Samsung sigue apostando por dos tecnologías para sus modelos más ambiciosos, OLED y Neo QLED 8K, pero entre ellas destaca la recién llegada Neo QLED QN900D, su televisor con mejor resolución de la historia gracias a un panel de infarto pero sobre todo gracias a un nuevo procesador que abraza la inteligencia artificial para dar una calidad de imagen como nunca.
Explicaba Nacho Monge, director del negocio de TV de Samsung Iberia, a EL ESPAÑOL - Omicrono que aunque en Samsung llevan muchos años integrando la IA dentro del catálogo este año se ha dado un salto de calidad. Porque la IA no sólo se centra en mejorar la calidad de imagen y la experiencia de visionado en el televisor, sino que llega para redefinir la forma en la que nos relacionamos con el dispositivo y hacemos vida en torno a él. Una exigencia que también viene acompañada de dos cambios importantes: diseño y seguridad.
La QN900D estrena un diseño completamente renovado, con una nueva peana cuya sensación hace volar al televisor sobre el mueble donde se coloque; mientras que por otro lado refuerza que nuestros datos no sean compartidos ya que la TV se convierte ahora en el centro de control del hogar y podremos conectarnos con nuestros dispositivos más fácil que nunca.
Para comprobar si el nuevo televisor que abandera el catálogo de Samsung es tan bueno como parece, hemos estado probándolo durante los últimos días para saber de primera mano si se nota salto de calidad con respecto al modelo anterior, cuáles son los puntos fuertes y débiles, y si merece la pena la inversión desde 3.899 euros de los que parte con el descuento promocional de 500 euros.
Un diseño que vuela
Samsung comprendió hace años que un buen televisor no sólo es calidad de imagen, sino que también tiene que tener un diseño cuidado, elegante, que se integre en el salón y que sea agradable de ver. Esto cobra especialmente importancia ahora, cuando el mercado está demandando televisores de 75 pulgadas en adelante que ocupan un gran espacio en casa.
Para el modelo bandera de 2024, Samsung ha apostado por un diseño denominado como Infinity Air que refina el buen trabajo que estaba haciendo con los modelos anteriores. En esta ocasión no sólo apuesta por unos bordes de pantalla minúsculos con un grosor de panel mínimo, sino que su nueva peana hace el efecto óptico de levitar al panel.
Realmente parece que el panel flota en mitad del salón. Lo consigue gracias a un juego de ángulos y a una terminación con metal de efecto espejo que da esa sensación de tener la pantalla volando en mitad del salón. Un detalle interesante de la nueva peana es la ausencia total de tornillos, ya que apuesta por un ingenioso sistema de encajes y clicks que evita el peligroso juego de tornillos detrás de un panel de altísimas prestaciones.
Más allá de la nueva peana y mantener la pantalla Infinity, el televisor de Samsung sigue apostando por algunas de las fortalezas en el diseño que le han hecho destacar sobre la competencia como el sistema de altavoces traseros integrados —un verdadero reto de ingeniería si tenemos en cuenta que el panel sólo mide 13,1 mm de grosor—, así como el sistema One Connect que permite esconder todos los cables de una forma fácil, sencilla y elegante.
Subiendo la calidad de imagen
Durante los últimos años, los televisores Neo QLED de Samsung han abanderado el apellido 8K, una resolución al alcance de muy pocos contenidos que la compañía coreana se ha esforzado en potenciar gracias a su tecnología de reescalado. Sin embargo, este año se ha logrado un verdadero salto de calidad en adaptar el contenido a 8K gracias al nuevo procesador NQ8 IA Gen 3, que permite revivir series o películas grabadas hace 30 años con una calidad muy superior.
Para hacerlo, el nuevo chip emplea 512 redes neuronales e inteligencia artificial que escalan cualquier contenido en tiempo real optimizando tanto la imagen como el sonido. Samsung explica que llega duplicar en velocidad y agilidad a modelos QLED de este mismo año (como el Q70D), así como también mejora 1,8 veces la claridad de imagen y los detalles. Esto se traduce en que el 90% de la resolución que veremos será realmente en 8K, independientemente de la fuente de donde venga.
En la práctica, el nuevo chip analiza escena a escena y optimiza las imágenes y el sonido para ofrecerte una experiencia realmente inmersiva, ya sean en servicios de streaming, juegos o deportes. Aquí entra en juego la tecnología denominada como AI Upscaling que permite eliminar ruido, subir brillos y colores y, en definitiva, mejorar casi por arte de magia una imagen para adaptarla a la calidad exigida en un televisor de esta gama.
Uno de los detalles más interesantes para destacar la imagen, es que el nuevo chip es capaz de conocer qué es lo importante que se está viendo en la imagen. Lo hace gracias a la tecnología real depth enhahcer pro, que funciona de una forma similar a la que lo haría el ojo humano, que normalmente enfoca una parte, con lo que el procesador optimiza los bloques mini leds para mejorar el contraste y generar esa sensación de profundidad.
También incorpora la tecnología AI Motion Enhance Pro, que mejora la claridad del visionado en contenido que pase por la pantalla a toda velocidad, como pueden ser las transimisiones deportivas, pero que evita el soap opera effect y realmente luce agradable y natural en partidos de fútbol o baloncesto. Si va a ver la Eurocopa, le recomendaría activarlo.
Además de la mejora de la imagen, la inteligencia artificial del chip de Samsung va más allá y en esta generación es especialmente útil a la hora de adaptarse al contenido tal y como el usuario quiere, con una configuración más fácil de realizar por todos los públicos. No hace falta el ser un experto para poder poner el televisor a nuestro gusto, aunque se podrá seguir haciendo como siempre. Ahora, cuando vamos a configurar el televisor con la optimización por IA, Samsung ofrece una serie de opciones para que el usuario determine cómo le gusta ver el contenido deportivo, de películas y series y el contenido general, con lo que el televisor irá ajustando esos criterios de calibración. También se mantiene la posibilidad de calibrar la imagen usando un teléfono móvil Samsung o iPhone con FaceID, algo muy útil para que el televisor trabaje por nosotros.
Tan importante como la imagen es el sonido. Es cierto que en un televisor en estas gamas siempre se agradece contar con una barra de sonido adicional, porque será la que verdaderamente aporte profundidad y una experiencia como de cine, pero lo cierto es que en este modelo se han incorporado más altavoces que nunca para seguir apostando por la tecnología de Dolby Atmos y el seguimiento de objetos en pantalla.
IA más allá de la imagen
El nuevo procesador también hace que el televisor vaya mucho más rápido y fluido. Tizen OS ha mejorado enormemente con respecto al modelo anterior para ser más útil y ofrecer más posibilidades al usuario con la idea de que el QN900D se convierta en el centro absoluto del hogar.
La nueva interfaz tiene un rediseño sutil, pero que refuerza enormemente esa ambición de Samsung de tener un ecosistema conectado, personalizado y seguro, que además va más allá de sus propios dispositivos siendo fácilmente integrables en el televisor equipos de otras marcas como Microsoft o Apple. SmartThings gana cada vez más peso en la propuesta y podemos tener de un vistazo el control total de la casa, ordenadores, integrar webcam para hacer videollamadas o controlar el televisor por completo desde el móvil. En definitiva, una experiencia de usuario más amigable que invita a exprimir las capacidades del televisor al máximo más allá del contenido.
Por ello, el nuevo modelo incorpora una nueva opción en el menú denominada Samsung Daily+ con la que el usuario puede controlar todas las actividades diarias como SmartThings, Workout Tracker, Workspace, el contenido e incluso controlarlo a través de su asistente inteligente. Una forma de tener nuestro día a mano y de un vistazo.
Igualmente, el usuario puede personalizar con mayor facilidad el contenido que se muestra en el menú principal para adaptarlo a su gusto, asimismo, Samsung ofrece cada vez más series, películas y programas o retransmisiones gratuitas que aportan valor al televisor.
Mantiene su apuesta por el uso gaming del televisor. Además de contar un modo específico que mejora la respuesta de la pantalla, cuenta con el Gaming Hub que permite conectarse a servicios como Xbox GamePass o GeForce Now directamente desde el televisor, con lo que sólo hace falta un mando para jubilar a la consola si así lo queremos.
Con todas estas nuevas posibilidades en las que el usuario hace vida en el televisor, la compañía también destaca su refuerzo de la seguridad. El QN900D tiene más datos nuestros que nunca, por lo que Samsung ha hecho hincapié en que éstos queden blindados y diferenciarse así de la competencia. Lo hace con su tecnología Knox Security, con la que los códigos PIN, contraseñas y datos estarán protegidos por diferentes capas de software y hardware. Además, se va actualizando periódicamente para que los datos sensibles estén a buen recaudo.
¿Me lo compro?
Samsung ha dado un salto de calidad con su nuevo modelo. El nuevo QN900D mejora en todos los aspectos posibles y exigibles en un televisor de alta gama. Mejora en calidad y resolución de imagen, en ángulo de visión y en protección contra reflejos y brillos. También lo hace en experiencia de usuario, en contenido disponible y sienta las bases de lo que debería ser un televisor en el centro del hogar. Algo más que un sitio para consumir contenido, sino que sirve para articular nuestro día a día y sacarle rendimiento más allá de películas, series o retransmisiones deportivas.
El QN900D es la máxima expresión de lo que Samsung es capaz. Ha refinado y eliminado detalles de modelos anteriores en TizenOS que podían lastrar la experiencia de usuario para conseguir así un televisor redondo que certifica la excelencia y superioridad de la compañía coreana. No hay un televisor mejor.
Su principal problema es el precio. Los 3.899 euros euros hacen que no sea un televisor para todos los bolsillos y en muchas ocasiones, para el gran público, será más recomendable irse al modelo lanzado el año pasado para ahorrarse cientos de euros a cambio de no tener una experiencia tan refinada y premium. Sin embargo, si el presupuesto no es problema, es una compra completamente recomendada y con la que seguro acertará.