Las cámaras de fotos actuales, especialmente las dedicadas al mercado profesional en España, tienen un inconveniente: suelen ser voluminosas, caras y pesadasEs por ello que los smartphones han triunfado, matando por el camino a las ya extintas cámaras compactas. ¿Qué ocurriría si un fabricante uniera la potencia de una cámara Full Frame o de fotograma completo a un cuerpo compacto? Es lo que propone la recién estrenada Panasonic Lumix S9, una cámara que se ha convertido en un icono en redes sociales, con colas y seguimiento de stock para poder hacerse con ella. 

En mi día a día, llevo una cámara de fotograma completo. Lo llamativo es que una de las razones por las que elegí ese equipo es porque era una de las alternativas más ligeras a las que podía optar en aquel momento. La Lumix S9 pretende ser un nuevo escalafón en ese sentido, buscando ser junto a las Sony A7C y Sigma FP la cámara Full Frame más pequeña del mercado.

Todo ello a un precio, por supuesto. Esta Panasonic Lumix S9 que ha sustituido a mi equipo estos días se puede comprar en España por 1.699 euros, un precio que teniendo en cuenta el mercado de cámaras de este estilo, es tremendamente competitivo. La S9 ha sido mi único medio para sacar fotos y si bien es un modelo sobresaliente, cuenta con un importante 'pero' que quizás pueda condicionar a muchos.

Ligera, aunque con un 'pero'

Es sabido por todos que los usuarios que no son duchos en materia fotográfica suelen asociar tamaño con calidad. En ciertas ocasiones esto es cierto; los objetivos y cámaras más destinados al rango profesional, como las cámaras de formato medio, son auténticos mastodontes. La jugada de Panasonic es literalmente darle la vuelta a este concepto.

En estos últimos días, usando esta Lumix S9, ha ocurrido algo curioso. Muchos de mis amigos o conocidos negaban totalmente que esta pudiera ser una cámara profesional. Que era una compacta, vaya. La Lumix S9 hace tan bien su trabajo de pasar desapercibida que a ojos de las personas, es una cámara compacta 'de las antiguas'. Y eso juega un gran punto a favor en muchos aspectos (y en otros no tanto).

Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Para muestra, un botón. A la hora de hacer fotografía callejera, es difícil usar una cámara de grandes proporciones por lo descaradas que suelen ser, generando situaciones verdaderamente incómodas. Con la Lumix S9 he podido pasar desapercibido, mezclándome entre los clásicos turistas de cámara compacta que pueblan las calles de Málaga. Y eso, en situaciones muy concretas, me ha llevado a hacer fotografías apasionantes muy fácilmente.

A esto hay que sumarle la cuestión del peso. Sí, la Lumix S9 es una cámara con montura propia que permite acoplar objetivos intercambiables. Pero si la lente no es especialmente voluminosa, la Lumix S9 se convierte en una aliada increíblemente ligera. Es una pluma, que apenas pesa en la mano y que es muy fácil de transportar y usar.

Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Todo ello, seguido del hecho de que esta cámara entra directamente en el sector de la creación de contenido profesional, me ha permitido algo que echaba de menos: poder hacer fotos y vídeos de gran calidad sin verme obligado a cargar mi mochila de molesto equipo fotográfico. Aquellos fotógrafos y videógrafos de viaje que prioricen el peso y el tamaño por encima de todo encontrarán en la S9 su pequeño Santo Grial.

Desgraciadamente, el diseño de la Lumix S9 también trae consigo cosas no tan buenas. Lo compacto de su cuerpo limita enormemente la distribución de su botonera y sus capacidades físicas; no es un misterio que Panasonic ha decidido hacer sacrificios, algunos que consideramos llamativos en pos de poner una Full Frame 'de bolsillo' en nuestras manos.

Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Esto es más notorio si el usuario está acostumbrado a cámaras profesionales, como es mi caso. La botonera y los diales son suficientes, pero tienen ausencias claras. Salvando el anillo de enfoque configurable que las lentes de Panasonic suelen tener, el usuario solo tendrá dos diales para cambiar valores, el superior y el trasero. Hubiéramos echado en falta un pequeño dial delantero, para darle más versatilidad a la cámara.

Lo mismo ocurre con la conectividad. Solo tenemos tres puertos en la Lumix S9; un micro HDMI, un puerto USB-C y un único jack de 3,5 milímetros, solo apto para micrófono. Llama la atención que esta sea una cámara dedicada a la creación de contenido y a la fotografía híbrida y que no tenga un jack para monitorear el audio.

Puertos de la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

El recorte en el cuerpo más obvio se encuentra en la ausencia de visor. Esto es una constante en las cámaras compactas como la Sigma FP o la Sony A7C; ninguna de estas cámaras tiene visor. Y sí, la pantalla táctil trasera es totalmente articulable y se ve muy bien en exteriores. Pero no será posible cuadrar la imagen a través de un visor; dependeremos de este panel.

No obstante, el mayor punto negativo de esta cámara y quizás el más polarizador es el de la ergonomía. La cámara no cuenta con agarre ninguno, ausencia intrínseca del factor de forma de su propio cuerpo. Existen accesorios para añadir un pequeño agarre al cuerpo, pero es algo opcional y es un añadido el usuario tendrá que comprar por separado.

Único punto de agarre dedicado al pulgar en la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

La falta de agarre y la naturaleza cuadrada del cuerpo provocan que la cámara sea bastante incómoda de agarrar en según qué situaciones. Con ópticas muy pequeñas y compactas no ocurre esto, pero con lentes Full Frame la cosa cambia. Hubiéramos agradecido una mínima protuberancia para mejorar el apartado de la ergonomía de la Lumix S9; un sacrificio necesario por tener que optar por cuerpos tan reducidos en tamaño.

Cuerpo compacta, alma Full Frame

A la hora de repasar las características de la Lumix S9 de Panasonic queda claro algo: comparte mucho con una cámara también de la firma, la Panasonic Lumix S5 II, lanzada el año pasado. Y es lógico, ya que podríamos decir que la S9 es una S5 II en miniatura. Tanto, que monta su mismo sensor de 24,2 megapíxeles y la misma montura L de Panasonic.

Lógicamente, estas son grandes noticias para la Lumix S9, ya que la S5 II se posiciona como una gran Full Frame híbrida para foto y vídeo. Eso sí, más orientada a la creación de contenido en redes sociales (de ahí su tamaño, en parte). Sin ir más lejos, la Lumix S9 cuenta con un completo soporte de LUTs en tiempo real, ajustes preestablecidos que dan distintos looks y ajustes a las imágenes, hasta el punto de tener un botón dedicado a ellos.

Pero primero, un breve repaso. La S9 monta un sensor CMOS de 35 mm de 24,2 megapíxeles de fotograma completo y un sistema de enfoque híbrido por detección de fase y de contraste, acompañado de una estabilización óptica en el propio cuerpo. Dispone del mismo procesador que la S5 II de Panasonic, lo que permite a la cámara grabar vídeo tanto en 4K como en 6K. Puede alcanzar, como máximo, una resolución 6K a 30p.

Fotografía tomada con la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

La Lumix S9 sigue el testigo de sus rivales e integra un conjunto de sistemas de autoenfoque para detectar sujetos en la imagen. Así, este enfoque puede no solo detectar rostros, sino animales y vehículos como coches o motocicletas. Panasonic asegura que el gran punto fuerte de la S9 es su tremenda estabilización, la cual se puede hasta notar cuando agitamos levemente la cámara.

La cámara puede grabar en archivo MOV y con códecs H.264 e H.265, y entre las resoluciones de grabación nos encontramos 6K en a 30p, C4K a 60p, 4K a 60p y Full HD hasta 120p, ideal para realizar cámaras lentas. En las resoluciones más altas, la cámara se verá obligada a realizar un recorte APS-C en el sensor, aunque dependiendo de la configuración se podrá grabar en Full Frame.

Foto hecha con la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Respecto a la imagen, al igual que la mayoría de las cámaras con objetivos intercambiables, la Lumix S9 depende en gran medida de la calidad directa del objetivo a usar. En nuestro caso, para las pruebas hemos usado el Lumix S 28-200 F/4-7.1 MACO con estabilizador OIS integrado. Dejando a un lado la lente, los resultados de la S9 han sido muy satisfactorios.

Algo para nada extraño, ya que incidimos en que esta es una Lumix S5 II recortada. El rango dinámico está muy bien equilibrado, y en los modos estándar sin LUTs el calibrado de color es excelente. Hasta en fotografías muy difíciles por las condiciones de luz la cámara consigue dar el do de pecho, equilibrando las altas luces y las sombras profundas en fotos a contra luz.

Ejemplo de LUT aplicado a una fotografía. Manuel Fernández Omicrono

Una de las fotografías más difíciles pasaba por captar el sol en pleno atardecer. Esta escena es brutal para una cámara, ya que tiene que saber equilibrar los blancos quemados del sol con las sombras de las nubes del atardecer. De nuevo, la Lumix S9 saca nota y se enorgullece de unos muy buenos resultados fotográficos.

El vídeo es un aspecto crítico y que casi es el centro de los argumentos de venta de esta Lumix S9. Insistimos en la importancia de esto, ya que Panasonic busca que los creadores puedan usar esta cámara para crear en redes sociales con alta calidad. Cabe recalcar que estas opciones están ciertamente limitadas respecto a las de la S5 II.

En líneas generales, nos ha gustado mucho el vídeo de la Panasonic Lumix S9, pero con matices. Los vídeos que salen de la cámara, sin aplicar ningún ajuste preestablecido, nos gustan; están bien equilibrados y dado el tamaño de la propia cámara, tienen la calidad suficiente para poder generar ese ansiado contenido para videógrafos semiprofesionales.

Parte de la responsabilidad recae sobre su brutal estabilización óptica, que sí nos ha sorprendido sobremanera. No llega a los límites absurdos que han conseguido alcanzar los móviles de gama alta, pero sin duda alguna sí que pone en evidencia a muchos de sus rivales en lo que a estabilidad refiere. El vídeo está perfectamente estabilizado a mano alzada, con malas condiciones de luz y andando por la calle. Está muy por encima de la media.

Fotografía hecha con la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

El enfoque también está muy bien traído, y ha sabido adaptarse a las situaciones que le hemos puesto en la cara. Ha podido enfocar correctamente a sujetos en velocidades medias y se ha mantenido a lo largo de las sesiones de grabación, con nuestro sujeto de pruebas moviéndose constantemente para poner a prueba a la S9. Eso sí, la rapidez de enfoque dependerá también de la óptica elegida.

No todo es oro lo que reluce, ya que la Lumix S9 también presenta detalles a mejorar. Una vez el usuario graba en resoluciones 4K y 6K, la cámara establece ciertas limitaciones de tiempo para evitar un alto sobrecalentamiento del equipo. Por ejemplo, en 6K el usuario podrá grabar un máximo de 10 minutos, y en 4K, el límite se sitúa en 15 minutos.

Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Este punto nos ha generado un sentimiento mixto. Por una parte, la cámara no se sobrecalienta tanto como esperaríamos de un dispositivo que no está refrigerado por aire; de hecho, se puede volver a grabar tras la limitación sin alertas de peligro. Pero por otro, estos tiempos pueden suponer que los usuarios con grandes flujos de trabajo se vean un poco coartados con la Lumix S9.

El vídeo también se beneficia de los ajustes preestablecidos LUT, ya que es posible aplicar dichos looks en tiempo real al grabar. Es posible navegar entre los LUTs y usar la app Lumix Lab para descargar LUTs de otros usuarios, de creadores que tengan equipos de Panasonic, y aplicarlos. Hasta es posible crear LUTs y transferirlos a otros usuarios.

Pantalla de la Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

¿Y qué hay de la batería? Afortunadamente, Panasonic no ha decidido escatimar en este aspecto y ha metido una buena DMW-BLK22, la misma de la S5 II. Su puerto USB-C abre la puerta a que el usuario pueda cargar en todo momento la cámara con una fuente de energía externa y así no cesar en la grabación. Panasonic promete unas 470 fotos y una autonomá de 100 minutos en 4K a 60p.

Lo cierto es que no es una autonomía espectacular, pero ha servido perfectamente para mi tipo de uso. Tras un día largo de grabación y fotografía, apenas he podido gastar más del 60% de la batería, lo que son muy buenas noticias. Si se combina la S9 con una batería externa, no habrá problema alguno en lo que a funcionamiento refiere.

¿Me la compro?

Las mejores Full Frame del mercado superan de forma muy holgada los 1.800 y 2.000 euros de precio. Modelos bastante antiguos que también se venden como cámaras muy compactas y ligeras siguen rozando esos costes en primera mano. La Lumix S9 se propone como un segundo cuerpo ideal para los que ya tienen una Lumix en su bolsillo pero no quieren cargarla en todo momento.

Lumix S9. Manuel Fernández Omicrono

Con esto en mente, creo que la Panasonic Lumix S9 es una gran candidata a ser una de las mejores cámaras de fotograma completo compactas del mercado. Las limitaciones están ahí, y no son baladí; el agarre es bastante mejorable, y la grabación de vídeo no llega a cotas súper profesionales. Todos son errores perfectamente subsanables, en mayor o menor medida.

Los amantes de las Full Frame ligeras estarán muy satisfechos con la Lumix S9 y los fotógrafos ya sumergidos en el ecosistema de la montura L podrán sacarle todo el jugo a esta cámara. Cualquier usuario que entre dentro de este espectro podrá comprar esta S9 sin problemas y sin miedo, debido a lo recomendable que es por sí sola.