La irrupción de la inteligencia artificial lo está cambiando todo en España, queramos o no. La mayoría de compañías de productos electrónicos de consumo, con fabricantes de móviles como Google o Apple a la cabeza, se están centrando sobre todo en las posibilidades que ofrece la IA generativa, pero hay muchos más campos por explorar.
Uno de los más interesantes es el de la traducción simultánea, donde muchos se están volcando para traducir cualquier conversación al instante. Para ofrecer nuevas funciones y capacidades sin depender del móvil, diversas compañías están lanzando productos como el Vasco M3, que ya probamos en EL ESPAÑOL - Omicrono. Ahora hacemos lo propio con el Timekettle X1 AI Interpreter Hub, que es capaz de traducir hasta 40 idiomas y he podido analizar tras usarlo en varios viajes tanto de trabajo como de placer.
Aunque el dispositivo está diseñado para el entorno empresarial, con funciones especialmente pensadas para reuniones corporativas, se puede usar sin problema para preguntar por la calle dónde está la parada de autobús más cercana, charlar con amigos extranjeros o incluso hacer llamadas con traducción simultánea (aunque, como veremos, esto tiene truco). Más allá de algún que otro error de bulto en la traducción y cierto retardo a la hora de traducir, lo más negativo es su desorbitado precio: está disponible por 699 euros en Amazon.
Diseño premium
Es caro, no cabe duda, pero a cambio el Timekettle X1 grita 'soy de gama alta' por los cuatro costados. No sólo por su estuche, muy cuidado, sino por la sensación que da nada más cogerlo. Resulta algo voluminoso inicialmente, pero pesa algo menos de 200 gramos. Y eso se debe principalmente a su gigantesca batería de 3200 mAh que, según Timekettle, proporciona hasta 168 horas de tiempo de espera o 12 horas de funcionamiento.
Afortunadamente, el dispositivo cabe en el bolsillo gracias a unas dimensiones de 130 mm x 45 mm x 30 mm, pero es más cómodo llevarlo en la mochila o similar. En la parte superior cuenta con una pantalla táctil de 900 x 412 píxeles, con buen brillo incluso a pleno sol y gran nitidez. En uno de los lados están los botones necesarios para el encendido y apagado y para subir o bajar el volumen.
El gran secreto está en su parte inferior, donde se encuentra el puerto USB-C para cargar su enorme batería. Al empujarlo, se abre un pequeño cajón mostrando dos auriculares inalámbricos tipo AirPod, que son la gran novedad frente a otros dispositivos similares. Así, la carcasa funciona como estuche de carga y unidad principal.
Los auriculares son también algo voluminosos y rígidos. Su propósito es doble: puedes usar los dos auriculares en modos de traducción privados como Escuchar y Reproducir o Llamada de Voz (siempre que conozcas a alguien que tenga otro Timekettle X1, claro), pero lo mejor es poder quedarse con uno y darle otro a la persona con la que quieres hablar. De hecho, los auriculares vienen con unas fundas de silicona para que puedas cambiarlas por razones de higiene cuando hables con otro interlocutor.
Además, en la pantalla se muestra también la conversación en modo texto, lo que puede ayudar a entender lo que se desee traducir, y se pueden consultar traducciones anteriores, algo especialmente útil en oficios como el mío. Para algo más sencillo lo suyo es recurrir a la función Preguntar e Ir, ideal para entenderte con cualquier transeúnte si estás perdido o necesitas algo en una ciudad extranjera.
Lost in Translation
En el modo Cara-a-Cara, que permite seleccionar los idiomas y ponerse a hablar directamente cada uno con un auricular, la traducción no es en tiempo real ya que va con un par de segundos de retardo, lo que al principio puede resultar algo raro. Sin embargo, no tardas en adaptarte para hacer las pausas necesarias y poder entenderte sin problemas con la otra persona.
En el caso del español, la voz de la traducción (se puede elegir si se desea masculina o femenina) tiene cierto acento latinoamericano, y funciona aparentemente bien con idiomas como el sueco, el alemán o el chino.
Hay que tener en cuenta que no hablo esos idiomas, así que no sé realmente si lo que está escuchando la otra persona tiene sentido o si lo que escucho yo es lo que realmente han dicho. En el caso del inglés, el francés y el castellano, los idiomas que sí domino, en general los resultados son correctos, pero sí he podido percibir algunos errores graves en palabras con pronunciación similar, que cualquier intérprete humano deduciría por contexto.
También tiene un rendimiento desigual dependiendo del entorno: los micrófonos de los auriculares reducen los errores, pero si sólo se usa la unidad principal puede haber algún que otro equívoco. También se nota diferencia cuando el dispositivo está conectado a una red wifi o cuando se usa sin conexión tras descargar los idiomas deseados. Es un poco más lento en ese caso, y en una de las conversaciones con un simpático alemán directamente se negó a funcionar. Afortunadamente, un simple reinicio corrigió el problema.
A pesar de sus lagunas, el Timekettle X1 facilita mucho la conversación y también puede servir para entender conferencias en otros idiomas, por ejemplo. El uso es muy sencillo: se elige el modo Escuchar y Reproducir en la página principal y se pulsa el botón táctil justo debajo de la pantalla, que tiene una pequeña retroalimentación háptica.
Los otros dos modos, Llamada de Voz y Multi-Persona, requieren de varias unidades y están claramente pensados para empresas, con la posibilidad de traducir hasta 5 idiomas de 20 interlocutores distintos. Son funciones muy útiles para una multinacional o una gran empresa con trabajadores de distintos países, pero totalmente innecesarias para el viajero ocasional.
¿Me lo compro?
Poder viajar por el mundo y entenderte con cualquier persona es el sueño de cualquiera. Ya hay en el mercado productos que lo permiten, pero la IA está favoreciendo la aparición de una nueva generación de dispositivos más rápidos y fiables, al menos en teoría. El Timekettle X1 AI Hub Interpreter pretende ser el más completo, ya que funciona como un traductor de mano convencional pero también cuenta con auriculares inalámbricos para ofrecer nuevas funciones.
Puede parecer demasiado grande, pero su diseño y sus materiales son de gran calidad. Traduce hasta 40 idiomas y reconoce 93 acentos distintos, dispone de una gran batería y su uso no puede ser más sencillo. En su contra juegan algunos fallos a la hora de traducir (incluso en los propios menús) y el pequeño retardo que puede evitar que la conversación fluya adecuadamente.
Sin embargo, la baza que más juega en su contra es su elevado precio, que alcanza los 699 euros. Eso reduce su clientela al entorno empresarial, que también se verá atraído por las posibilidades de utilizar varios de estos dispositivos para que sus trabajadores puedan entenderse sin las barreras del idioma.