Nothing vuelve a dar la sorpresa. La compañía británica de tecnología ha presentado los Nothing Ear (open), sus primeros auriculares inalámbricos de sonido abierto, un tipo de dispositivo de audio que se aleja del concepto intraauricular habitual en España y que llega para ofrecer una solución de sonido donde integra al usuario en el entorno.
Es decir, estos auriculares no disponen de cancelación de ruido, pues su objetivo es que el usuario sea capaz de escuchar música en alta calidad sin aislarse del mundo que le rodea, compitiendo así con los LinkBuds de Sony o los Ultra Open de Bose. Estos auriculares abiertos suponen una alternativa para aquellos usuarios a los que no les gusta la sensación de ir aislados por la calle, con ellos podrán escuchar todo lo que les rodea, así como también disfrutar de su música o pódcasts.
En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos pasado la última semana con ellos para comprobar de primera mano si merecen la pena, si nos adaptamos al cambio de concepto y, en suma, qué tal son por los 149 euros por los que se ponen a la venta en España.
Diseño diferencial
Uno de los elementos irrenunciables de Nothing es el diseño. Fiel a la filosofía que lidera Carl Pei, los productos de Nothing tienen que ser diferentes a todo lo que se vea en el sector. Tienen que ser reconocibles e identificables sin ver la marca, pero al mismo tiempo tienen que ser útiles, cómodos y sencillos de usar. Es aquí donde los Ear (open) cumplen de una forma excelente.
El nuevo diseño y ajuste no se parece a ninguno de los auriculares que Nothing ha presentado anteriormente, pero sigue apostando por un diseño llamativo. Disponen de una patilla larga flexible que se coloca por detrás de la oreja —teniendo la batería en el extremo que hace de contrapunto perfecto—, y que permiten que el auricular quede colocado a la perfección sobre el conducto auditivo. Se notan bien construidos, con detalle y un diseño elegante con terminaciones transparentes para dejar claro que son un producto 'made in Nothing'.
Tienen un peso de sólo 8,1 gramos por auricular, lo que hace que sean muy cómodos de llevar durante horas, sin embargo, es importante aprendera colocárselos bien para que el auricular quede justo encima del conducto auditivo y así poder disfrutar de la calidad de sonido por la que Nothing apuesta.
Para ello los Ear (open) disponen de un diseño están inclinados 50 grados para situar el altavoz directamente sobre la oreja y en el punto de mayor comodidad posible. Una vez los tengamos ajustados el resultado aporta una sensación como de ir sin nada. Pese a este diseño, mantenemos la posibilidad de controlarlos con un botón desde los propios auriculares.
Además de trabajar en la ergonomía, los Ear (open) también apuestan por la resistencia. Cuentan con certificación IP54 lo que les hace resistentes al polvo y al sudor. Y es aquí una de las claves, porque son ideales para hacer deporte al aire libre, ya que permiten escuchar el entorno y evitar peligros. Es más, la compañía explica que han sido probados con éxito con sudor artificial a 55℃ con 95% de humedad durante 48 horas.
Este factor de forma hace que el estuche sea particularmente alargado, algo que no será cómodo para llevar en todos los bolsillos. Eso sí, es realmente delgado con sólo 19 mm de grosor y muy cómodo de usar y manejar, con un diseño compacto e intuitivo. Además, las terminaciones en calidades y el sello inconfundible de Nothing hacen parecer un producto realmente más caro de lo que es.
De música a ChatGPT
Lo realmente importante de los Ear (open) es cómo suenan, y lo hacen muy bien. Gracias a un meticuloso trabajo de ingeniería en hardware y software, los nuevos auriculares de Nothing permiten disfrutar de la música pese a estar abiertos al mundo.
Están equipados con un diseño de cámara escalonada en los drivers para mejorar la consistencia del sonido. Esto permite eliminar un problema habitual en este tipo de auriculares de diseño abierto que es la lejanía del altavoz del canal auditivo, variando el volumen de lo que se está escuchando mientras caminamos o nos movemos. Pese a estar abiertos, la salida de sonido está directamente en el canal auditivo.
En su interior apuesta por un driver personalizado de gran tamaño (14,2 mm) formado por componentes casi un 30% más ligeros que los utilizados en otros auriculares. Esto aporta una gran respuesta transitoria, así como un gran rendimiento en frecuencias medias-altas para tener un sonido más claro y nítido. El diseño que ha realizado Nothing en el driver le ha permitido rebajar la distorsión no lineal y la distorsión armónica impar, lo que da como resultado una respuesta de baja frecuencia más pura y mejora el límite superior también en las bajas frecuencias. En la práctica tenemos un sonido de gran rendimiento, sin distorsión y con buena definición incluso a volúmenes altos.
Para mejorar además el volumen, el diafragma cuenta con un revestimiento de titanio que ofrece un aumento de 3 decibelios (por encima de 12 KHz) en comparación con los diafragmas tradicionales, explican desde la empresa. Este tipo de diafragmas son más habituales en los auriculares de gama alta debido al coste y la complejidad de trabajar con este material.
La otra magia a nivel de sonido de los Ear (open) está en el software. Realza las frecuencias bajas de la música en tiempo real, subiendo los graves para apreciarlos con detalle, y es que el algoritmo de la compañía busca continuamente las frecuencias bajas de la música para realzarla en tiempo real. Además cuenta con ecualizador avanzado que ofrece una gran personalización para que los usuarios tengan incluso su propio perfil.
Con respecto a la batería, ofrecen 8 horas de autonomía con reproducción continuada a lo que hay que sumar 30 horas combinadas cuando los usan con el estuche de carga. Cabe tener en cuenta que disponen de carga rápida para tener 2 horas de música con 10 minutos de carga. En cuanto al tiempo de conversación, Ear (open) permite 6 horas de conversación ininterrumpida con los auriculares y un combinado de 24 horas; y es que los auriculares también disponen de una pareja de micrófonos que, en combinación con su tecnología Clear Voice, son perfectos para hablar por teléfono.
Con la ambición de que los auriculares nos acompañen todo el día, Nothing sigue apostando por permitir al usuario tener a ChatGPT siempre a mano. Al igual que pasa en otros auriculares de la firma, integra funciones basadas en la inteligencia artificial en dispositivos tecnológicos de uso diario.
De este modo los usuarios pueden acceder a información en tiempo real directamente desde sus auriculares, lo que mejora la experiencia de uso al tiempo que mantienen las manos libres. Esta función sólo está disponible a través de la aplicación Nothing X con NothingOS, es decir, con los teléfonos propios de la compañía.
¿Me los compro?
Los Nothing Ear (open) son una interesante propuesta para un concepto que no está muy extendido en el mercado, el de los auriculares abiertos. Esta propuesta animará el sector en un momento en el que las compañías de audio están buscando opciones menos intrusivas pero que ofrezcan igualmente calidad de sonido, llegarán más y Nothing ya se ha colocado como una de las propuestas de referencia.
Estos auriculares llegan para aportar un nuevo nivel en el audio personal siendo capaz de ofrecer un rendimiento de alta calidad y diseño de altas prestaciones en un formato que permiten una transparencia total con el mundo que nos rodea y, que a diferencia de los que tienen cancelación de ruido, no dejan aislarse.
Por contra, si usted busca unos auriculares que le permitan aislarse del mundo y concentrarse únicamente en la música, los Ear (open) no son para usted. Con ellos puestos el ruido exterior del metro podrá tapar el pódcast que está escuchando o se le colará la conversación de la oficina mientras escucha música. Están pensados para tener un hilo musical que le acompaña, no para sumergirnos en la música.
En el caso de que lo que usted busque sea unos auriculares buenos y baratos que le aíslen del mundo, la propia Nothing tiene las mejores alternativas con los Nothing Ear y Ear (a), que se pueden encontrar por 130 y 80 euros, respectivamente, frente a los 149 euros que cuestan los nuevos Ear (open).