Adiós al ratón: he probado el teclado que incluye cursor, botones y paneles táctiles para tener un control total del PC
PFU ha lanzado el HHKB Studio, un teclado que reimagina la forma en la que los usuarios se relacionan con el ordenador de una forma más práctica.
Desde que comenzó la informática moderna, el teclado ha sido siempre la principal interfaz con la que el usuario se relaciona con el ordenador, después llegó el ratón y otras soluciones adaptadas a las necesidades de cada persona alentando un mercado de personalizaciones como la de los teclados mecánicos. Ahora, la compañía PFU ha lanzado un innovador teclado que integra además ratón y paneles táctiles. Un todo en uno pensando para una productividad sin límites.
Denominado como HHKB Studio, este teclado está pensado para ofrecer una experiencia de escritura que va un paso más allá. Por un lado apuesta por la comodidad y rapidez en el uso, pero también la usabilidad marca de la casa ya que hereda el diseño de la serie original HHKB lanzada en 1996 y su disposición de 60 teclas.
Además de priorizar la simplicidad y la eficiencia, no renuncia a un diseño cuidado y robusto pensando en que se pueda ubicar en cualquier escritorio sin romper con la estética del entorno. Ya sea en la oficina o en casa, este teclado aspira a convertirse en la herramienta definitiva y a que, de paso, prescindamos del ratón por completo.
Para lograr esta versatilidad total cuenta con un cursor con puntero y botones de ratón ubicado en el centro del teclado. Así, el HHKB Studio permite manejar el cursor desde la posición de inicio, lo que elimina la necesidad de disponer de un touchpad o un ratón adicional fomenta una experiencia de escritura totalmente inmersiva y cómoda. Es cierto que el usuario tiene que tener un proceso de aprendizaje para adaptarse a esta nueva forma de relacionarse con la máquina, aún así, es realmente intuitiva y fácil de adaptarse.
Más allá del ratón, también dispone de cuatro paneles de táctiles, uno en cada lateral y dos en la parte frontal izquierda y derecha del dispositivo. Y aquí es donde sucede realmente la magia. Permite al usuario desbloquear una amplia variedad de funciones con sólo deslizar el dedo, que van desde cambiar entre ventanas o escritorios, a desplazarse por ellas y ajustar el volumen.
Sin embargo, estas superficies táctiles son especialmente interesantes para profesionales de edición de fotografía y vídeo. Desde ellos es posible manejar comandos y tareas de las diferentes aplicaciones de edición y montaje, permitiendo tocar colores o moverse por la línea de tiempo con sólo deslizar el dedo.
Tan personalizables como los paneles táctiles son sus teclas. El usuario puede cambiar el mapa del teclado para agregar funciones que le hagan el manejo más personalizable utilizando hasta cuatro perfiles de usuario y usando combinaciones de teclas para cambiar incluso entre los perfiles. La idea de estos perfiles no es tanto que varios usuarios usen el teclado, sino que el usuario pueda tener diferentes configuraciones para adaptarse a fondo a cada herramienta de trabajo que necesite en cada momento.
Centrándonos únicamente en el hecho de teclear sobre el dispositivo, la experiencia y respuesta es magnífica. Invita a pasar horas tecleando sin parar por el mero gusto de hacerlo. Lo consigue gracias al uso de sus icónicos interruptores de teclas lineales que ofrecen un tono suave y apagado con un accionamiento ligero para reducir el traqueteo de las teclas y la fatiga de las manos, podremos tener una respuesta agradable sin un sonido que nos desconcentre.
Además, cuenta con la particularidad de que sus teclas son cambiables en caliente y es posible integrar los interruptores mecánicos MX de 3 o 5 pines de perfil estándar (compatible con interruptores fabricados por Cherry, Gateron y Kailh) que queramos.
En suma, el HHKB Studio se trata de un teclado ambicioso que disfrutarán especialmente aquellos usuarios experimentados que quieren un dispositivo que aspire a lo máximo. Experiencia, diseño, usabilidad y versatilidad, también por eso su precio es elevado, ya que se puede comprar sobre los 395 euros. Es una experiencia premium, con la que tener un teclado para manejarlo todo.