Apple sacó la artillería la semana pasada. La compañía de Cupertino presentó nuevo iMac, nuevo Mac mini y la guinda del pastel: el MacBook Pro, que se actualiza hasta el potentísimo chip M4 Max, para convertirse en el portátil más potente que puedas comprar. Se pone a la venta mañana en España a un precio que parte de los 1.929 euros y que no sólo promete un rendimiento desbocado, sino también espolear la experiencia de usuario llevando la productividad a nuevos límites. 

La principal mejora del MacBook Pro se encuentra en su interior, con el salto al chip M4 que no sólo hace que sea más potente y capaz, sino que también dispara su autonomía gracias a una eficiente gestión de los recursos. Exteriormente casi nada cambia, excepto un detalle que mejora la experiencia: la pantalla de vidrio nanotexturizada. Esta opción adicional hace que el usuario pueda trabajar de forma cómoda en cualquier entorno —incluso al aire libre— evitando reflejos y brillos indeseados pero sin perder calidad de imagen. 

En EL ESPAÑOL - Omicrono lo hemos estado probando los últimos días para comprobar de primera mano cómo se desenvuelve, hasta dónde puede llegar el nuevo y muy potente portátil de la compañía y para qué público está realmente dirigido. 

Potencia y autonomía descomunal

El nuevo MacBook Pro es el primer portátil en estrenar la familia de chips M4 después de que en mayo llegase al iPad Pro, y adelantándose así al MacBook Air, cuyo salto al M4 tendrá que esperar después de que se renovase el pasado marzo con el M3. El planteamiento de la compañía con Apple Silicon ha redefinido la experiencia del portátil, marcando un antes y un después en lo que debe ser en cuanto a rendimiento, consumo y potencia. Todo sin importar si está enchufado o no. Ahora el MacBook Pro con M4 va un paso más allá. 

Aunque en su versión máxima el MacBook Pro puede montar el chip M4 Max, con hasta 40 núcleos de GPU o 128 GB de RAM, para nuestras pruebas hemos utilizado la versión más asequible, el modelo de 10 núcleos de CPU y GPU, y aún así es una auténtica bestia en rendimiento y capacidad. 

El planteamiento del MacBook Pro es sencillo: trabajar y ser creativo con un altísimo nivel de exigencia en cualquier parte. No importa dónde estés, que tu oficina y tu trabajo puede ir contigo sin importar cómo de fuerte y exigente sea tu carga de trabajo. Es una herramienta pensada para profesionales de alto nivel, programadores, artistas 3D, profesionales del video y creadores. En función del grado de trabajo, lo ideal será ir alternando entre las tres versiones del chip (M4, M4 Pro y M4 Max) pero el músculo que Apple ha logrado con esta generación del procesador es, sencillamente, asombroso.

El MacBook Pro es una oda al rendimiento. Permite flujos de trabajo que antes eran imposibles en una computadora portátil, al tiempo que ofrece una duración de batería récord que jamás ha sido vista en un Mac hasta ahora: hasta 24 horas de uso. Casi te olvidas cuando hay que cargarlo. Además, el modelo de 14 pulgadas es compatible con carga rápida de 96W, con lo que se puede tener la batería cargada al 50% en sólo 30 minutos. 

La versión con M4 es considerablemente más rápida en renderizado de imagen, en procesamiento de fotografías y vídeos, así como en productividad general con respecto a la generación anterior. Sin embargo, y al igual que sucede con los iPhone, el verdadero salto está en varios modelos atrás especialmente si se dispone aún de un MacBook Pro con chip Intel, sencillamente no hay color. Es un antes y un después.

Más allá de este músculo a nivel de CPU y procesamiento gráfico, uno de los detalles clave del chip M4 está en la capacidad de los 16 núcleos del motor neuronal orientado a sacar todo el rendimiento a Apple Intelligence. Permite mover hasta tres veces más rápido el sistema de inteligencia artificial de Apple (que aún no está disponible en España) que con un chip M1. Eso es, realizar 38 millones de billones de operaciones por segundo, explica Apple, todo para que todas las peticiones de información se gestionen dentro del dispositivo con una privacidad máxima. 

Una pantalla que cambia el juego

Una de las claves de las que siempre ha presumido el MacBook Pro es su pantalla. Calibrada para alcanzar la fidelidad del usuario profesional y tener esa fiabilidad en cualquier parte cuando se está editando contenido, un brillo máximo de 1.600 nits con HDR sostenido de 1.000 nits, así como la tecnología ProMotion que ofrece esa ligereza y fluidez extrema haciendo que la experiencia de usuario sea aún mejor. Pero este año va un paso más allá.

Ahora puede, en condiciones de iluminación intensa puede mostrar el contenido SDR, como aplicaciones cotidianas e interfaces de usuario, también en una resolución de hasta 1.000 nits, así como es increíblemente útil la nueva opción de nanotextura para el panel, que permite reducir los reflejos y el resplandor; ideal si el usuario quiere trabajar en el exterior igual que en la oficina. 

En el modelo de 14 pulgadas que estamos probando, la sensación de inmersión en el contenido es brutal. La definición y el alto rango dinámico que devuelve la pantalla Liquid Retina XDR es el mejor panel que se puede encontrar en un ordenador de trabajo profesional, mostrando colores vibrantes y fieles en cualquier situación. La terminación de la nanotextura en el panel aporta además una versatilidad mayor, pudiendo trabajar fuera de casa con mayor comodidad, algo que será especialmente apreciado por creadores de contenido que vayan a editar vídeos, fotografías e incluso renderizar con el MacBook.

Otra de las novedades especialmente útiles es su nueva cámara de 12 megapíxeles con tecnología de enfoque centrado. Más allá de tener videollamadas con mejor calidad de imagen y seguimiento del sujeto, también permite al usuario la vista de escritorio, con lo que con la propia webcam incluida podrá enseñar lo que tenemos sobre la mesa, algo ideal si por ejemplo somos una tienda y queremos enseñar las muestras de tela con las que estamos trabajando para la próxima colección de ropa. Además, el chip M4 permite analizar el vídeo para mejorar la luz en tiempo real. 

Con respecto a la conectividad, el MacBook Pro no hace concesiones. Mantiene tres puertos Thunderbolt (siendo Thunderbolt 5 en los modelos M4 Pro y M4 Max que permite transferencias de datos de hasta 120 GB/sg en vez de 40 GB/sg), así como dispone de MagSafe 3, conexión de auriculares, ranura para tarjetas SDXC y HDMI con soporte directo hasta 8K 60 Hz. Igualmente, el MacBook Pro con M4 puede manejar dos pantallas externas y al mismo tiempo admitir la resolución nativa completa en la pantalla integrada, ya sea a través de Thunderbolt con una resolución de hasta 6K a 60 Hz, o una pantalla externa con una resolución de hasta 6K a 60 Hz a través de Thunderbolt y una pantalla externa con una resolución de hasta 4K a 144 Hz a través de HDMI.

La guinda a la experiencia la ponen, como habitualmente su teclado, de gran recorrido e increíblemente cómodo, un sonido espacial descomunal que parece que el audio viene de un completo sistema de altavoces externos, así como el conjunto de micrófonos que permiten grabar un pódcast o instrumentos con calidad de estudio y en cualquier lugar. 

¿Me lo compro?

El MacBook Pro con M4 es la joya de la corona de Apple. Es la perfección hecha portátil, la sublimación del rendimiento y capacidad que una máquina puede alcanzar. Es un ordenador que no está pensado para todos los usuarios y está claramente —y cada vez más— enfocado a usuarios muy profesionales que necesitan un rendimiento de alto nivel en sus ordenadores. 

Orientado a programadores, editores profesionales de vídeo, diseño de videojuegos, modelado 3D o analistas de datos, el MacBook Pro es capaz de ofrecer un rendimiento sin rival en lo que a ordenadores portátiles se refiere. Además, cabe tener en cuenta que lo logra siendo silencioso, con una experiencia de usuario suave y fluida, así como con mejoras en la pantalla y autonomía.

Precisamente el nuevo panel nanotexturizado y la autonomía que alcanza el día completo sin tener que cargarlo es una clara declaración de intenciones de Apple en la que se puede comprobar que el planteamiento de este MacBook Pro es tener una oficina potente en cualquier lugar. Sin excusas. Siempre rendimiento al máximo. Da igual que no haya enchufes, da igual que nos rodee mucha luz: el profesional debe de ser capaz de tener una herramienta de trabajo que rinda siempre excelente en cualquier parte, y esa, es el nuevo MacBook Pro con M4.