La Armada de España se encuentra inmersa en varias misiones internacionales muy importantes, tanto bajo el paraguas de la OTAN como de la Unión Europea. La última de ellas ha sido la movilización del Buque de Acción Marítima (BAM) Relámpago que zarpó el pasado día 28 desde el arsenal de la Base Naval de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria.
La embarcación militar se integrará en el Mando Operativo Marítimo (MOM) quién, subordinado por el JEMAD, será el responsable del planteamiento, conducción y seguimiento de las operaciones en la costa occidental de África y el Golfo de Guinea. Realizará tareas de vigilancia y conocimiento del entorno marítimo.
Con su presencia contribuirá "a incrementar la seguridad marítima de la región, que se encuentra amenazada principalmente por actos de piratería y robo en la mar, tráfico ilícito de personas, estupefacientes y armas, y pesca ilegal", según recoge el Estado Mayor de la Defensa en un comunicado.
Al mismo tiempo, el BAM Relámpago tiene previsto realizar actividades de cooperación militar con los países ribereños, "fomentando el conocimiento y la confianza mutuos y ayudando a incrementar sus capacidades en el área de seguridad marítima, entre otras, y a mejorar sus procedimientos de coordinación y cooperación".
Buque Relámpago
El BAM Relámpago es el tercer miembro de la clase Meteor que da nombre a este conjunto de embarcaciones militares hermanas. Se trata de un buque modular especialmente creado para satisfacer las necesidades de la Armada de España en diferentes misiones de patrullaje en altura.
La construcción del primer lote de 4 embarcaciones Meteor se aprobó en 2006 con la asignación presupuestaria conveniente. La construcción del BAM Metero —que da nombre a la clase— comenzó en marzo de 2009 y la del Relámpago hizo lo propio a finales de ese mismo año. Ambas con un cierto retraso que imposibilitaba la puesta en servicio de los buques en 2010, como estaba planeado originalmente.
No fue hasta el 6 de febrero de 2012 cuando el Relámpago fue finalmente asignado a la Armada en la Base Naval de Rota. Tras el periodo de instrucción, el buque ha participado en varias ocasiones en la Operación Atalanta, en ejercicios y en labores de vigilancia marítima en la costa occidental africana, como actualmente está haciendo.
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Cuenta con una eslora de 93,9 metros por una manga de 14,2 y un peso de desplazamiento de 2.670 toneladas a plena carga. Tiene como objetivo realizar misiones marítimas de control del mar "contra amenazas asimétricas o convencionales de pequeña entidad, principalmente en escenarios de baja intensidad, mediante el desarrollo de cometidos de disuasión y vigilancia marítima", según describe la Armada.
También algunas acciones limitadas de neutralización, de ahí su escaso equipamiento armamentístico. En este apartado cuenta con un cañón de 76 milímetros, 2 ametralladoras de 12,7 milímetros y 4 lanzachaff para el despliegue de contramedidas.
Asimismo, dispone de sensores de dirección de tiro, sistema de combate SCOMBA —Sistema de Combate de los Buques de la Armada como ecosistema unificado entre la mayoría de los buques de guerra españoles—, varios radares de navegación y control y sistema de guerra electrónica RIGEL. Todos ellos le permiten obtener información y ejecutar las tareas de vigilancia marítima
La propulsión corre a cargo de 2 cámaras de máquinas independientes con un motor diésel y otro eléctrico cada una. Acoplados a un engranaje reductor que mueve cada línea de eje que consiguen impulsar al Relámpago a 46 kilómetros por hora.
Tiene una autonomía de 14.000 kilómetros y una dotación compuesta por 46 personas. Una de las particularidades del buque es que dispone de un helipuerto con hangar en la popa.
Misión diplomática
El despliegue del BAM Relámpago en la costa occidental de Áfriva y en el Golfo de Guinea también apoyará a las delegaciones diplomáticas dentro del Plan de Diplomacia de la Defensa. Un conjunto de actividades internacionales basadas principalmente en el diálogo y la cooperación que realiza el Ministerio de Defensa a nivel bilateral. El propósito de esta actividad es impulsar el cumplimiento de los objetivos de la política de defensa y fortalecer la presencia española en la región.
Por último, el buque contribuirá a fortalecer la iniciativa de la Unión Europea de Presencias Marítimas Coordinadas como instrumento eficaz que contribuye a mejorar la seguridad marítima en la zona y al avance de la cooperación entre la UE y los estados de África Occidental y Central, indica el comunicado del Estado Mayor de la Defensa.