El telescopio espacial James Webb ha conseguido en dos meses de trabajo en el espacio dejar perpleja a la comunidad científica y ofrecer imágenes únicas. Su último trabajo ha capturado un vivero de estrellas con un detalle nunca visto, permitiendo a los astrónomos comprender mejor cómo se forman las estrellas.
James Webb ha fotografiado lo que se conoce como 30 Doradus o la nebulosa de la Tarántula. La nitidez de la imagen permite a los científicos ver detalles ocultos hasta ahora y estudiar más en profundidad cómo funcionan estas guarderías de estrellas.
La información ofrecida por el telescopio muestra en todo su esplendor esa formación de jóvenes estrellas, pero no se acaba aquí la novedad, al fondo de la imagen se revelan galaxias lejanas, así como la detallada estructura y composición del gas y el polvo de la nebulosa.
Nebulosa Tarántula
Esta composición se encuentra a 161.000 años luz de distancia de la Tierra, es la Gran Nube de Magallanes, donde la nebulosa de la Tarántula es la región más grande y brillante dentro del Grupo Local, es decir, las galaxias más cercanas a nuestra Vía Láctea.
Tarántula es el hogar de las estrellas más calientes y masivas que conoce la humanidad. Se bautizó así por la apariencia que tenían sus filamentos polvorientos en las observaciones anteriores. Por su concentración de estrellas jóvenes es el punto preferido de los astrónomos que dedican su vida a estudiar su formación, explican desde la NASA.
Para obtener la instantánea, el equipo a cargo del James Webb centraron tres de los instrumentos infrarrojos de alta resolución del telescopio en la estructura. "Observada con la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam, por sus siglas en inglés) de Webb, la región se asemeja a las madrigueras de ciertas tarántulas, forradas con su seda", describen en el comunicado.
Formación de las estrellas
El estudio de esta región es de especial importancia para comprender una etapa anterior del universo. A diferencia de la Vía Láctea, las estrellas que se forman en esta nebulosa lo hacen a una velocidad frenética y tienen una composición química diferente. "Esto hace que la Tarántula sea el ejemplo más fácil de estudiar de lo que estaba sucediendo en el universo mientras llegaba a su brillante mediodía, cuando el cosmos solo tenía unos miles de millones de años.
Con esta información, el James Webb permite comparar a la comunidad astrónoma la formación de estrellas en Tarántula con las observaciones realizadas de galaxias lejanas de la era real del mediodía cósmico. Esperan aportar algo de luz a los misterios sobre la formación de estrellas que se les resisten gracias a la capacidad fotográfica de Webb.