El Consejo de Ministros de España ha acordado la venta a Perú de un total de 6 helicópteros SH-3D por 100 euros la unidad, un precio simbólico por el que las arcas públicas se embolsarán la cantidad de total de 600 euros. Esta media docena de aparatos, que en su día sirvieron dentro de la Armada, se encuentran actualmente en situación de "baja disponibilidad" debido a su obsolescencia.
Tal y como han indicado desde el Gobierno, la donación de los helicópteros no pone en riesgo la operatividad de las Fuerzas Armadas y más concretamente de la Quinta Escuadrilla a la que han pertenecido desde los años 60. El relevo comenzó a llegar en 2020 con los SH60-F Oceanhawk provenientes de excedentes de la Navy estadounidense.
Los motivos de la entrega a tan bajo valor son la obsolescencia al que han llegado a las aeronaves, su alto coste de reparación, los costes de transporte, las limitadas oportunidades de comercialización y, en consecuencia, su reducido valor de mercado.
Por ello, según argumenta el Ejecutivo, el importe total a que ascienden estas enajenaciones se ha determinado en 600 euros, cifra "simbólica" alcanzada en función del claro beneficio logístico que supone para la Armada. Tanto por facilitar un destino final para el material como para fortalecer la relación fluida y de confianza existente entre la Armada y la Marina de Guerra de Perú.
Así era el SH-3D
Los SH-3D es una versión específicamente desarrollada para la Armada con equipación antisubmarina a bordo que comenzó a operar con la entrega a España en 1966 y que terminó en 1981 con 18 unidades.
Está fabricado por Sikorsky y dispone de un solo rotor de 5 palas, dos turbinas y con posibilidad de flotación de emergencia. Es un helicóptero naval, diseño en un principio para realizar misiones de búsqueda, seguimiento y ataque contra submarinos (ASW, de sus siglas en inglés) y posteriormente modificado para el helitransporte anfibio.
Tiene un peso máximo al despegue de casi 10 toneladas repartidos en una longitud total de 22 metros por 4,73 de altura y un rotor principal de 19. Cuenta con 5 horas de autonomía con posibilidad de reabastecimiento en vuelo desde la embarcación y una ametralladora de 7,62 milímetros como único arma.
Tal y como recoge la Armada, según la misión cuenta con una tripulación compuesta por mínimo 2 pilotos y la capacidad de llevar hasta 15 pasajeros. Tiene un techo de vuelo de 4.267 metros con una velocidad de 222 kilómetros por hora.
El ejército español empleaba esta aeronave para el transporte táctico de tropas, la ejecución de misiones especiales como el salto de paracaidista, transporte logístico de personal, transporte de carga tanto interna como externa, evacuación de bajas, evacuación médica, vigilancia marítima y salvamento. Podían operar desde los buques Galicia, Castilla, Patiño, Cantabria y en el Juan Carlos I.
Por su parte, los SH-60F se desarrollaron en los años 80 como relevo natural de los SH-3D. Dispone de nuevos sistemas integrados de aviónica, comunicaciones, cabina de mando y dos nuevos motores. Disponen de una misión similar ASW y de búsqueda y rescate, solo que con unas especificaciones mejoradas con hasta 300 km/h de velocidad máxima y una autonomía de 500 km.