SpaceX se ha marcado un doble hito con su último viaje a la Estación Espacial Internacional. La cápsula Crew Dragon se acoplaba en la ISS en plena madrugada de España dejando entrar a sus cuatro tripulantes en la estación. Entre ellos iba la primera cosmonauta rusa en una nave estadounidense en 20 años y la primera mujer nativa americana enviada a la órbita.
[Rusia se plantea ampliar su participación en la ISS hasta 2028, cuatro años más de lo previsto]
En plena guerra entre Rusia y Ucrania y con las tensiones políticas entre el Kremlin y la Casa Blanca, sorprende ver que en el espacio ambas potencias mantienen sus acuerdos, aunque con algunos altibajos. Así la presencia de Anna Kikina en la nave de SpaceX marca un cambio de rumbo en la historia reciente, después de tantos años en los que los astronautas estadounidenses dependían de Rusia para viajar a la ISS.
La cápsula Crew Dragon bautizada como Endurance, se separó del cohete de SpaceX Falcon 9 el miércoles tras el lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral. Casi un día después, a las 23:00 Hora peninsular de España, se acoplaba a la ISS y los cuatro tripulantes accedían dos horas más tarde al interior.
Colaboración internacional
La espera se hizo larga, pero se trata del procedimiento habitual para realizar una serie de revisiones como verificar que no haya fugas o ajustar la presurización de la cámara entre la nave y la estación antes de abrir las escotillas. Todo estaba en orden y los cuatro tripulantes fueron recibidos con aplausos por el resto de habitantes de la ISS: cuatro estadounidenses, la comandante italiana, Samantha Cristoforetti, y dos cosmonautas rusos.
El viaje trascurrió sin incidentes como las anteriores misiones de SpaceX, aunque esta vez la tripulación tuviera varios miembros de mayor relevancia. Anna Kikina de 38 años es la única mujer cosmonauta en servicio activo de la agencia espacial rusa Roscosmos y la primera en viajar en una nave estadounidense cuando lo habitual hasta el momento era que los astronautas de EEUU ocuparan asientos en naves rusas.
En marzo el astronauta Mark Vande Hei tocó Tierra en una Soyuz después de que la agencia rusa bromeara con abandonar al americano en la Estación Espacial Internacional, tras el inicio del conflicto armado. Kikina estaba destinada a viajar también en una Soyuz, siendo este su primer vuelo al espacio, pero el acuerdo entre ambas agencias le ha brindado despegar lejos de casa.
200 experimentos
También es relevante la presencia de la comandante de vuelo Nicole Aunapu Mann, de 45 años, que cumple doble reto, ser la primera mujer indígena en ir al espacio con la NASA y también en ser la primera mujer comandantes de una Crew Dragon. Mann es coronel del Cuerpo de Marines de EEUU y piloto de combate, su trayectoria profesional le ha llevado a formar parte del grupo de astronautas seleccionados para las futuras misiones Artemis de la NASA que regresarán a la Luna.
Ambas y sus compañeros, el piloto Josh Cassada, de 49, así como el astronauta japonés Koichi Wakata, de 59 años, pasarán en la ISS 150 días realizando 200 experimentos centrados en investigaciones médicas como el estudio de bacterias cultivadas en microgravedad.
Su vuelo en la nave de SpaceX, es un ejemplo más de como EEUU ya no depende de Roscosmos para trasladar a sus astronautas a la ISS, aunque la colaboración internacional en el espacio sigue resistiendo las tensiones políticas en la Tierra. De momento, esta cooperación se mantiene hasta el final de la ISS marcado para 2030.