Así son las cámaras españolas para vigilar la frontera con Marruecos a 40 km de distancia
Los sistemas optrónicos ARGOS, diseñados y fabricados por Tecnobit en Valdepeñas, se integran en barcos y en estaciones de vigilancia del Estrecho.
8 octubre, 2022 02:32La industria militar española sigue creciendo y va a recibir un fuerte impulso con los nuevos presupuestos, aunque todavía esté lejos del objetivo fijado por la OTAN hasta alcanzar el 2% del PIB en el año 2029. Y es que, aunque su desempeño esté ligado a los encargos de las distintas ramas del ejército de España, algunas de las empresas también son punteras a nivel internacional, desarrollando componentes que utilizan algunos de los mayores fabricantes del mundo. Es el caso de compañías como Tecnobit-Grupo Oesía, que participa en sistemas aéreos, navales y terrestres como los Eurofighter, el nuevo blindado del Ejército, el Dragón 8x8, o el futuro FCAS, un caza escoltado por drones autónomos.
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En EL ESPAÑOL-Omicrono hemos podido visitar las instalaciones del Centro Tecnológico y de Innovación de Tecnobit en Valdepeñas, donde esta empresa perteneciente al grupo Oesía empezó a operar en 1985 desarrollando cámaras y sistemas electroópticos de altas prestaciones. Son sistemas de vigilancia, detección y seguimiento de objetivos que se utilizan, por ejemplo, en las instalaciones de vigilancia costera situadas en el estrecho de Gibraltar y enfocadas hacia la frontera con Marruecos, un lugar especialmente sensible por su utilización por las mafias para el tráfico ilegal tanto de drogas como de personas.
En ese sentido, las cámaras de Tecnobit se adaptan a la perfección a las tareas de vigilancia en todo tipo de condiciones climáticas y tanto de día como de noche, ya sea desde tierra o desde plataformas marítimas como las fragatas F-100 como la Blas de Lezo, la joya de la Armada española, el portaaviones Juan Carlos I o los Buques de Acción Marítima (BAM) de Navantia.
Unas cámaras con solera
Entre las célebres bodegas, los viñedos típicos de la zona y las planicies castellanas, sorprende el tamaño de las instalaciones del centro tecnológico, con más de 300 trabajadores distribuidos en 18.000 metros cuadrados. Allí se concentran las últimas tecnologías para el desarrollo de sistemas de optrónica, aviónica, comunicaciones tácticas y centros de simulación, con clientes tanto en el mercado nacional como el internacional gracias a acuerdos con algunos de los principales fabricantes de tecnología militar como Lockheed Martin, Rheinmetall o Rafael.
En Valdepeñas se realiza "desde el diseño y el desarrollo de los equipos hasta su fabricación, certificación y mantenimiento, cubriendo el ciclo completo de los productos, lo que nos da una ventaja diferencial", según asegura José Manuel Patón, director de la fábrica.
Además de las salas limpias y las líneas de ensamblaje de tarjetas y componentes electrónicos, el verdadero corazón de las instalaciones de este centro tecnológico se encuentra en su primer piso, donde los ingenieros intentan superarse a sí mismos con cada actualización. Es el caso de Leticia Martín, ingeniera de desarrollo de producto que lleva 14 años en la empresa, trabajando en el diseño y mejora constante de cámaras como las integradas en el sistema optrónico multisensor ARGOS.
"Es una plataforma giroestabilizada con una precisión de 10 microradianes, el límite de lo que la tecnología nos permite con cuatro ejes", señala Martín. Es decir, que esta 'bola' de 48 kilos de peso y aspecto futurista es capaz de seguir y mantener enfocados objetivos con una nitidez asombrosa a grandes distancias, gracias a los motores incluidos en los ejes, pese a las vibraciones y los vaivenes que se pueden producir en un buque de guerra en alta mar.
Así, este sistema integral está pensado para la navegación, observación y vigilancia tanto en instalaciones fijas (una plataforma antimisiles, por ejemplo), como en barcos y helicópteros. "Es nuestro sistema de optrónica más sofisticado, porque incluye cámaras de espectro visible, cámaras térmicas, integración de láseres y un sistema de control, detección y seguimiento automático de blancos" señala Patrick Body, jefe de producto de sistemas optrónicos de Tecnobit.
Lo que en su día, allá por 2003, era una cámara con una resolución de 384 píxeles instalada por primera vez en la fragata Santa María, hoy es capaz de proporcionar resolución HD con un alcance superior a los 20 kilómetros en condiciones óptimas. Actualmente, ARGOS está instalado en 29 buques de la Armada y en varias estaciones fijas que prestan su apoyo a las tareas de seguridad de las costas españolas, así como operaciones de vigilancia tanto en territorio nacional como en otros países.
Zoom continuo
Uno de los productos de los que más orgullosos se muestran los ingenieros de Tecnobit, y con razón, son las cámaras ORISON, utilizadas en distintas plataformas estabilizadas de 2 y 4 ejes, como los vehículos blindados Dragón 8x8. Son unas cámaras térmicas de la banda MWIR (infrarrojos de longitud de onda media) para observación a media y larga distancia en aplicaciones navales, terrestres y aéreas, capaces de operar en condiciones térmicas extremas, con un tiempo de enfriamiento de segundos frente a los 6 minutos habituales en el mercado. Pero su gran novedad es que incorporan zoom continuo, algo insólito en el espectro infrarrojo.
"Es algo muy difícil de conseguir", insiste Martín. "A diferencia del anterior modelo de la misma familia, que tenía tres aumentos ópticos y producía 'saltos' entre cada uno de ellos, esta cámara puede acercar y alejar la imagen sin interrupciones y manteniendo siempre enfocado el objetivo. Es un reto óptico y mecánico muy importante y haberlo superado nos permite que el usuario vaya acercando o reduciendo la imagen con unos botones de más y menos o con un joystick con total fluidez".
Puede parecer algo sin mucha trascendencia, de lo que cualquiera puede disfrutar en las cámaras compactas y los teléfonos móviles, pero que en plataformas infrarrojas diseñadas y fabricadas para entornos militares se convierte en una ventaja diferencial. "Los cambios en los aumentos que hacían las anteriores cámaras apenas duraban medio segundo, pero puede ser el tiempo suficiente para perder de vista un objetivo, dadas las velocidades que pueden alcanzar los cazas, por ejemplo. Además, todos nos hemos acostumbrado al zoom continuo y es lo que piden los clientes", admite Body.
Para ponerlo a prueba, los técnicos de Tecnobit llevan a cabo una demostración en la azotea de la fábrica con unos aerogeneradores situados a más de 15 kilómetros de distancia. Se distingue el movimiento y el detalle de sus palas perfectamente mientras avanza el zoom, con el objetivo siempre centrado y enfocado, sin saltos ni interrupciones.
De nuevo, los ingenieros de Tecnobit han conseguido llegar a los límites, en este caso de la física. "El hecho de llevar 20 años trabajando con estas cámaras y conocerlas tan bien nos ha permitido llevarlas al límite difractivo que la óptica nos puede dar. No vas a encontrar una cámara mejor de esas características y con esas prestaciones: será igual o parecida, pero mejor no. La única forma de aumentar la calidad o ver más lejos es hacer las lentes más grandes", indica Martín.
Así, sus soluciones de 60, 130 y 160 mm consiguen una identificación de objetivos (la necesaria para distinguir un modelo de blindado de otro, por ejemplo) con unos alcances de 4, 8 y 10 km, respectivamente. Estas distancias vienen limitadas por los aerosoles, la humedad y la suciedad del aire, impurezas que restan visibilidad.
La detección puede ampliarse hasta los 40 kilómetros cuando las cámaras están integradas en aeronaves y se limita a 20 kilómetros en buques de guerra. En tierra, el límite está en torno a los 27 km. "Con la cámara pequeña, he distinguido coches de camiones en Marruecos desde Tarifa", admite Body. "No puedo decir de qué marca son, pero sí los puedo identificar como automóviles porque veo un punto móvil de tamaño pequeño en una carretera".
Los ingenieros muestran su satisfacción porque Tecnobit tenga la propiedad intelectual integral de todo lo que desarrolla el departamento de optrónica. "Eso significa que somos propietarios no sólo del diseño mecánico sino también electrónico, óptico, las lentes, la algoritmia… Esto nos da una ventaja clave para ser punteros a nivel nacional e internacional y es el mantenimiento y actualización constante de nuestros equipos, que llevan más de dos décadas evolucionando con nosotros", afirma con orgullo Martín.
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