Así es el Falcon Heavy: el cohete gigante de Elon Musk despega de nuevo en misión secreta para EEUU
SpaceX pone a disposición de la Fuerza Espacial de Estados Unidos el cohete más potente operativo del mundo para lanzar dos satélites.
1 noviembre, 2022 09:40La gran revolución de la tecnología espacial de los últimos años ha conseguido que el lanzamiento de un cohete pase por algo más bien cotidiano. Programas como Starlink, que provee de Internet satelital —y que está disponible en España—, cuentan con un calendario de despliegues densísimo empleando los SpaceX Falcon 9, pero el Falcon Heavy que se lanza este martes es mucho menos común. El rey de los cohetes despega de nuevo.
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Lo hará, si todo sale según lo previso, a eso de las 14:41 hora española peninsular desde la plataforma de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy de Florida. El objetivo será cumplir la misión USSF-44 de las Fuerzas Espaciales que, como casi todo lo que toca el mundo militar de Estados Unidos, no está exenta de secretismo.
A bordo del Falcon Heavy viajarán dos cargas de pago que tendrán que ser desplegadas en una órbita geosíncrona. Una está representada por el microsatélite TETRA-1 mientras que de la otra no se conoce absolutamente nada. Este lanzamiento será el primero de los tres que el Departamento de Defensa tiene firmados con SpaceX y todos ellos se realizarán con este mismo modelo de cohete.
Los siguientes despliegues, denominados USSF-67 y USSF-52, se encuentran a la espera de una asignación final de fecha, aunque todo hace indicar que se llevarán a cabo en el primer y en el segundo trimestre, respectivamente.
El cohete gigante
Según lo describe la propia SpaceX, "el Falcon Heavy es el cohete operativo más potente del mundo por un factor de dos". Tiene la capacidad de poner desplegar casi 64 toneladas en una órbita baja, más del doble que el Delta IV Heavy —desarrollado por United Launch Alliance (ULA)—, que ostenta el segundo puesto en el ranking.
Continuando con la filosofía de abaratamiento de costes propuesta por Elon Musk, este cohete es básicamente 3 unidades de Falcon 9 unidas. Dos laterales adjuntas a una etapa central consiguen prácticamente triplicar la capacidad de lanzamiento. Las dos laterales aterrizarán en la zona 1 y la zona 2 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral para poder reutilizarse, mientras que la etapa central se desechará, debido a que no contará con suficiente combustible para realizar un descenso controlado.
Esto hace un total de 27 motores Merlin —9 por cada Falcon 9— funcionando conjuntamente para levantar la carga. Merlin es una familia de motores para cohetes desarrollados por la propia compañía para su uso en los lanzadores Falcon 1, Falcon 9 y Falcon Heavy.
Emplean RP-1 y oxígeno como propulsores en un ciclo de energía de generador de gas. También están diseñados para la recuperación y reutilización. Y todos juntos generan un empuje equivalente al de 18 Boeing 747 —de 4 reactores cada uno— a pleno rendimiento.
Las especificaciones publicadas por SpaceX recogen que el Falcon Heavy tiene 70 metros de largo por 12,2 de ancho y pesa 1,4 millones de kilogramos. Puede transportar hasta 26.700 kilogramos a una órbita geoestacionaria y los cálculos de la compañía arrojan que puede transportar a Marte 16.800 kilogramos, aunque nunca lo han probado. La carga a bordo para este lanzamiento será menos de 3.700 kilogramos, según la hoja de requerimientos que se envió a los proveedores.
La información sobre la carga que va dentro del cohete es realmente escasa. La Fuerza Espacial de Estados Unidos enumera un total de dos satélites a bordo del Falcon Heavy, aunque tan solo existe algo de información del TETRA-1. Este microsatélite está fabricado con el estándar CubeSat y cuenta con 6 unidades para realizar labores de telecomunicaciones.
"Este lanzamiento culmina años de esfuerzo de un equipo de personas centradas en la misión de toda la Fuerza Espacial de Estados Unidos y de SpaceX", dijo Stephen Purdy, general de brigada de la unidad Space Launch Delta 45. "El Falcon Heavy es un elemento importante de nuestra capacidad general de despegue y estamos muy emocionados de estar listos para el lanzamiento".
Tres años sin volar
La gran frecuencia de lanzamientos de los SpaceX Falcon 9 contrasta enormemente con la escasez de vuelos de su hermano mayor Falcon Heavy. Y más teniendo en cuenta que ambas plataformas cuentan con todos los permisos y se consideran lanzadores activos por las autoridades estadounidenses.
El último vuelo del cohete se produjo en junio de 2019 siendo cliente el mismo Departamento de Defensa. Formó parte del programa de certificaciones que tienen que pasar todos los lanzadores y se aprovechó el viaje espacial para desplegar una serie de satélites y sensores que orbitan alrededor de la Tierra.
Desde entonces, nada. La razón principal ha sido la concatenación de retrasos en las cargas a transportar. La USSF-44 también debería haber despegado en 2020, pero una serie de problemas no desvelados por la Fuerza Espacial han ido retrasando el despliegue.
Exactamente lo mismo ocurre con la misión Psyche de la NASA, que tiene como fin visitar una gran roca metálica y que empleará el Falcon Heavy como plataforma de lanzamiento. En esta ocasión, parece que han ocurrido diversos fallos a nivel de software y la Administración Espacial estadounidense planea el despegue en julio de 2023, como pronto, porque también existe la posibilidad de que se cancele por completo.
Además de las anteriores, el cohete de Elon Musk también tiene encargos para lanzar la sonda Europa Clipper —que visitará la luna de Júpiter homónima— en 2024, elementos esenciales para la estación orbital lunar Gateway y el telescopio espacial Nancy Grace Roman en 2026. Los planes de SpaceX son ir sustituyendo paulatinamente el Falcon Heavy por el sistema Starship.