La incertidumbre se cierne sobre la Tierra y la culpa la tiene un cohete chino que cae sin control y no se sabe con certeza donde acabarán sus restos. Según los últimos análisis del departamento de Seguimiento y Vigilancia Espacial de la UE, la zona norte de España está en la trayectoria de la caída del cohete, lo que ha llevado a suspender el tráfico aéreo en aeropuertos de Cataluña, islas Baleares, Aragón y Navarra.
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Se trata del cohete CZ-5B, uno del tipo Long March 5B, que está contribuyendo a la construcción de la estación espacial Tiangong. El objetivo principal de estos cohetes es satisfacer la necesidad de China de lanzar carga en una órbita baja y una órbita geoestacionaria durante las próximas décadas.
La configuración CZ-5B está optimizada para lanzar módulos pesados, de hasta 25.000 kg, en órbita terrestre baja. En términos de carga útil, es comparable con los vehículos EELV de tipo pesado, como el Delta IV Heavy de la NASA y por delante del europeo Ariane 5 y el ruso Proton-M.
Diseño modular
La idea fundamental del diseño de la serie de cohetes Long March 5B se centra en su modularidad y, por tanto, versatilidad. Este tipo de aeronaves consta de tres módulos con diámetros de 5 metros, 3,35 metros y 2,25 metros. El primero contiene dos motores YF-77 de 50 toneladas, o dos motores YF-75D de 9 toneladas. Mientras, el módulo de 3,35 metros contiene dos motores YF-100 de 120 toneladas. El último módulo cuenta con un solo motor YF-100.
La ventaja de este diseño modular es que se pueden ensamblar diferentes módulos en cohetes con diferentes propulsiones, según sea necesario para realizar diferentes tareas. Por ejemplo, el modelo más potente de la serie utiliza dos módulos de 5 metros como propulsor principal y cuatro módulos de 3,35 metros como refuerzo.
El vuelo inaugural del Long March 5 (la primera versión de este tipo de cohetes), tuvo lugar el 3 de noviembre de 2016. El lanzamiento se llevó a cabo desde la plataforma de Wenchang para el lanzador construido en la base en la isla de Hainan, en el suroeste de China. Esa primera misión estuvo destinada a probar su funcionamiento y trasladar el satélite experimental Shijian-17 YZ-2 a una órbita baja.
Otras caídas
En 2020, tras el primer lanzamiento oficial del primer Long March 5B, las partes del vehículo supuestamente cayeron en algún lugar de Costa de Marfil. En abril, otro Long March 5B cayó en el océano Índico y en julio, entre 5 y 9 toneladas de otro Long March 5B cayeron a la Tierra. Algunos restos se localizaron en una zona montañosa de Malasia.
Por lo general, los cohetes regresan de forma controlada sobre un punto perdido de los océanos, gracias al uso de los motores que se encienden para dirigirlos hacia su final. Por ejemplo, cuando la ISS (Estación Espacial Internacional) termine su vida, se dirigirá hacia el cementerio espacial, una zona del Pacífico Sur muy alejada de cualquier terreno habitado.
También existen los cohetes reutilizables de SpaceX que regresan y aterrizan sin destruirse para volver a servir en futuras misiones. Sin embargo, China no ha optado por ninguna de estas opciones y, tras soltar la carga, se permite que permanezca en el espacio, hasta que el arrastre de la gravedad terrestre lo atrae haciendo que caiga de forma descontrolada.
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