Los cohetes Long March 5B son un gran activo para el frenético ritmo de trabajo que ha adoptado China en el espacio, pero para el resto del mundo son un riesgo que ha provocado la paralización del espacio aéreo en España. Estos cohetes no cuentan con un plan controlado de reingreso en la atmósfera terrestre y pueden caer en cualquier lado. Ahora se van a utilizar con más frecuencia para lanzar toda una constelación de satélites.
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En una entrevista con el medio local China News Network, el director del departamento de diseño general de la Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de China, Liu Bing, ha confirmado estos nuevos planes. Los Long March 5B ahora se utilizarán para lanzar una "red de múltiples satélites", regresando sin control sobre la Tierra tras cada uno de los lanzamientos que sean necesarios.
Bing estaría hablando de la megaconstelación de satélites para ofrecer Internet desde el espacio llamada Guo Wang, un plan similar al desplegado por Starlink de Elon Musk, que incluirá más de 12.000 satélites en órbita y que llegarán a su destino impulsados por estos cohetes. Nada ha mencionado el director cuántos despegues se realizara, ni ha hablado de los riesgos que entraña la falta de control en el reingreso de estos transbordadores, aunque hay una posibilidad de que se planten otros métodos en el desarrollo de nuevos cohetes.
Cayendo sin control
"En los próximos años, la serie de cohetes Long March 5 entrará en una etapa de lanzamiento de alta densidad para satisfacer las necesidades del país de un acceso rápido y a gran escala al espacio", dijo Liu. Este modelo ya ha servido para construir la estación espacial Tiangong, han hecho falta cuatro lanzamientos para llevar todos los módulos que la componen a la órbita y aún está previsto un quinto despegue para la versión china del telescopio Hubble de la NASA. El Telescopio Espacial Sky Survey se lanzará a principios de 2023.
En esas cuatro misiones anteriores los cohetes han caído sobre la Tierra sin control y algunos restos han terminado en zonas cerca de población. En julio, entre 5 y 9 toneladas de otro Long March 5B se estrelló contra el océano Índico después de sobrevivir a la atmósfera terrestre, algunos restos se localizaron en Malasia. En abril, un anterior Long March 5B cayó en el océano Índico.
También en 2020, tras el primer lanzamiento de este tipo de cohetes las partes del vehículo supuestamente cayeron en Costa de Marfil. El último suceso de este tipo se produjo hace semanas cuando la trayectoria de caída pasó sobre España y las autoridades decidieron cerrar el espacio aéreo de Cataluña y otras regiones por el riesgo de que los restos chocaran con algún avión.
Por lo general, los cohetes regresan a la Tierra de forma controlada sobre algún océano, gracias al uso de los motores que se encienden para dirigirlos hacia su final. Pero esto supone invertir algo más en combustible y reservarlo para el regreso controlado, algo que China ha decidido no utilizar.
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Puesto que la superficie terrestre es mayoritariamente agua, lo más probable es que los restos de estos cohetes chinos, tras calcinarse parte en el aire, caigan en mares u océanos, pero existe un riesgo de que llegue a zonas pobladas, aunque pequeño. De momento, estos sucesos no han supuesto daños graves, pero es una dinámica arriesgada.
La NASA ya ha mostrado su disconformidad: "Está claro que China no cumple con los estándares de responsabilidad con respecto a sus desechos espaciales", dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. Según señala el medio Space.com, Marlon Sorge, Director Ejecutivo del Centro de Estudios de Residuos Orbitales y de Reentrada de The Aerospace Corporation, que no existen leyes ni tratados que rijan lo que se permite hacer en términos de reingreso".
Mientras, las autoridades chinas no han mencionado este riesgo, ni siquiera en su última entrevista, Bing no hace mención de la falta de control de los Long March 5B. Sí indica que para sus futuras misiones tripuladas a la Luna donde se usarán nuevos cohetes de mayor tamaño, la cualidad de reciclaje será importante. Es posible que se refiera a modelos como los de SpaceX que regresan aterrizando para poder ser lanzados de nuevo.
Nueva constelación de satélites
Los planes para construir un sistema similar al de los satélites Starlink y otras marcas que ofrecen conexión a internet desde el espacio ya han comenzado para China. En mayo lanzaron 3 modelos de prueba a la órbita baja en la que operan estos equipos. Sin embargo, entonces usaron un cohete Long March 2C.
Aunque solo se trata de una prueba inicial, es una prueba de los preparativos que está llevando a cabo el país para competir en este nuevo mercado emergente y llevar la conectividad a cualquier punto remoto de la geografía china. A principios de 2022 detallaron su hoja de ruta indicando que los "objetivos a largo plazo hasta 2035" exigen una red integrada de satélites de comunicaciones, observación de la Tierra y navegación.