Tras varios intentos fallidos de lanzamiento de la misión Artemis I, la NASA apuesta por el miércoles 16 de noviembre a las 7:04 horas de España peninsular como momento de despegue de su misión más importante de los últimos años. Una que se ha tenido que enfrentar a todo tipo de circunstancias en contra, desde fallos técnicos en motores hasta vérselas cara a cara con una meteorología que no acompaña en el sureste de Estados Unidos.
[Cómo ver en directo desde España el lanzamiento de Artemis I, la misión de la NASA a la Luna]
Precisamente, las condiciones del clima en el momento de despegue se han convertido en uno de los quebraderos de cabeza para los científicos e ingenieros del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida).
Y más precisamente del grupo 45 Delta de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, que se encarga de monitorizar minuto a minuto todo lo relacionado con esta variable incontrolable que, por el momento, parece favorable.
Según el pronóstico publicado hoy por el Servicio Nacional del Clima de EEUU, que señala para mañana una temperatura de unos 25 grados, un viento de entre 8 y 16 kilómetros por hora y cielos nublados, con una probabilidad de precipitaciones del 20%. Así las cosas, las condiciones meteorológicas siguen siendo favorables en un 90% para el lanzamiento de Artemis I a tenor de la última previsión de los meteorólogos del grupo 45 Delta.
Y eso a pesar de que los requisitos marcados por la NASA no son nada fáciles de cumplir. Son mucho más exigentes y acotados que las condiciones mínimas a las que puede despegar o aterrizar cualquier avión, dada la escasísima capacidad de maniobra durante los primeros segundos de despegue.
Temperatura y viento
Las pautas meteorológicas de la prueba de vuelo Artemis I de la NASA han sido especialmente estudiadas para asegurar las buenas condiciones en el lanzamiento del Space Launch System (cohete SLS) y de la nave espacial Orión. Una especie de lista de comprobaciones que el equipo de científicos encargados de esta parte crítica comprueba continuamente y en tiempo real según sus observaciones y mediciones.
La primera condición que indica la NASA es que la temperatura entre los 40 y los 78 metros de altura respecto a la superficie de la plataforma de lanzamiento no puede ser menor de 5,2 grados centígrados. Algo que seguro que se cumple, dada la época del año y la localización de Centro Espacial Kennedy en el estado sureño de Florida.
Tampoco debe superar los 34,4 grados centígrados por 30 minutos consecutivos a la misma altura. Otro de los requisitos es que la temperatura caiga bajo hasta quedarse entre los 3 grados centígrados y los 9 durante 30 minutos consecutivos. "Dependiendo del viento y la humedad. El viento más fuerte y la humedad relativa dan como resultado una restricción de temperatura más fría", recoge la NASA.
El lanzamiento de hoy también estará limitado por el viento. El cohete SLS no despegará si se exceden un rango de entre 53 y 72 kilómetros por hora a una altura comprendida entre los 40 y los 139 metros. La NASA también estudia el viento en altura que "podrían provocar problemas de control para el vehículo de lanzamiento". Así mismo, se cancelará si existe cualquier tipo de precipitación.
Rayos, nubes y sol
El lanzamiento será cancelado si el pronóstico de rayos es superior al 20% dentro de los 9 kilómetros de radio desde la plataforma de lanzamiento. Tampoco podrá despegar hasta que pasen 30 minutos del último rayo dentro de los 18 kilómetros de radio, "a menos que se puedan cumplir las condiciones específicas relacionadas con la distancia de la nube y los campos eléctricos en la superficie".
Otra de las limitaciones de la NASA recoge que no se podrá llevar a cabo la misión si la ruta de vuelo está dentro de los 18 kilómetros del borde de una tormenta que esté produciendo rayos hasta 30 minutos después de que se observe la última descarga. Describe también algunas nubes como potencialmente peligrosas. Entre ellas la nube de yunque de tormenta, "a menos que se puedan cumplir los criterios de temperatura, tiempo transcurrido desde el último relámpago y distancia".
No se lanzará si "la ruta de vuelo se encuentra dentro de los 18 kilómetros de una nube de yunque de tormenta eléctrica desprendida de la nube principal. Con la misma excepción del cumplimiento de otros requisitos como los criterios de reflectividad máxima del radar".
La NASA también ha establecido restricciones en el caso de las nubes, con la cancelación del vuelo si tiene planeado llevarse a cabo en una nube debris (de escombros) que se encuentre a menos de 5,5 kilómetros. O si el vuelo transcurrirá a través de nubes que se extienden a temperaturas bajo cero y contienen precipitaciones moderadas o mayores.
[La misión Artemis, en cifras: 3,40 minutos de despegue para un viaje de 2,1 millones de kilómetros]
El espesor de la capa de nubes es igualmente importante y la agencia espacial estadounidense lo limita a 1.300 metros y si se extiende a temperaturas bajo cero. A menos que se cumplan los criterios específicos relacionados con la reflectividad del radar y la altitud de la nube.
Existe una restricción extra que prohíbe el lanzamiento si el plan de vuelo atraviesa una capa de cúmulos formados como resultado de una columna de humo o unidos directamente a ella, "a menos que hayan pasado más de 60 minutos".
"No lance durante 15 minutos si las lecturas de los instrumentos del molino de campo dentro de los 9 kilómetros de la plataforma de lanzamiento igualan o superan los más-menos 1.500 voltios por metro", según indican. La última prohibición tiene como objeto las tormentas solares, que se han repetido con cierta frecuencia en los últimos meses últimamente: "no lance durante una actividad solar severa o extrema que resulte en una mayor densidad de partículas de energía solar", que tienen el potencial de dañar los circuitos electrónicos y dificultar la comunicación por radio.