Lo que parecía una maniobra de propaganda perfecta para Rusia, se ha convertido en un ridículo internacional. Un vídeo publicado por una televisión estatal hace unos días se convirtió en objeto de estudio para analistas de inteligencia de todo el mundo debido a lo extraño del escenario. En él se puede ver cómo un dron suicida Lancet —munición que España no tiene— de Moscú impacta contra un camión que presumiblemente servía de radar para el escudo antiaéreo S-300PS de Ucrania.
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Lo que más llamó la atención de los analistas fue la ausencia de partes y elementos esenciales que deben estar presentes en un vehículo de este tipo si se encuentra activo. El grupo Ukraine Weapons Tracker apunta a que el objetivo del ataque no era más que un "maniquí" usado por el ejército ruso para hacerlo pasar por parte del escudo antiaéreo ucraniano, que emplea el mismo modelo de herencia soviética que Rusia.
La ausencia del generador que debe colocarse al lado del camión para proporcionar energía y de la antena que despliega justo detrás de la cabina del camión hizo saltar todas las alarmas. El analista JB Schneider consiguió geolocalizar el vehículo en Jersón, un territorio que solo lleva unas semanas en manos de Ucrania tras recuperarlo.
Pero también se dio cuenta de que el radar, junto a otros 2 vehículos que podrían ser lanzamisiles, llevan exactamente en la misma posición desde el septiembre. Dos meses en los que la zona ha sido una de las más disputadas y que, para el analista, resulta realmente extraño que no se hayan movido ni un centímetro de su posición. Algo que podría indicar que el sistema pertenece a Rusia y que sufre algún tipo de problema mecánico para que no haya podido recuperarse.
Por las redes sociales está circulando una imagen que muestra un camión pintado con la 'Z' rusa y que podría tratarse de la misma unidad que ha sufrido el ataque del dron ruso. De confirmarse, apoyaría la tesis de que el Kremlin habría ordenado atacar su propio camión para hacerlo pasar por ucraniano y así anotarse un tanto.
El radar de vigilancia del escudo antiaéreo S-300 tiene una cobertura de 300 kilómetros, mientras que el sistema de seguimiento —que se emplea también para el guiado del misil— alcanza los 200 kilómetros. Emplea misiles 5V55R con un alcance de 75 kilómetros y una velocidad máxima de salida de 1.900 metros por segundo que equipa 100 kilos de ojiva.
Misiles del S-300 fueron los que protagonizaron uno de los episodios más tensos de toda la guerra cuando varios de ellos cayeron en suelo de Polonia, perteneciente a la OTAN. En un primer momento, se pensaba que el autor del ataque —por error o no— era Rusia disparando la articulación de varios artículos de la OTAN por si la Alianza Atlántica debía participar de primera mano en la guerra. Finalmente, se anunció que los misiles pertenecían a Ucrania.