Así es el ARRW, el primer misil hipersónico lanzado desde el aire que EEUU acaba de probar con éxito

Los misiles hipersónicos se han convertido en los últimos años en los desarrollos armamentísticos más importantes para las principales potencias geopolíticas, con Estados Unidos, China y Rusia a la cabeza —España ni está ni se la espera—. Como si de la carrera espacial se tratara, las tres naciones (y otros países como Irán) compiten por ser la primera en tener estas armas operativas y los estadounidenses acaban de dar un paso clave para adelantarse. 

Las Fuerzas Aéreas de EEUU y Lockheed Martin aseguran en un comunicado de prensa que el pasado 9 de diciembre llevaron a cabo con éxito la primera prueba completa de un prototipo del misil AGM-183A, también conocido como ARRW (siglas de Air-launched Rapid Response Weapon). Un arma que en su día ya fue la primera hipersónica en ser lanzada desde el aire.

Según la información, el misil lanzado por un bombardero B-52H Stratofortress liberó con éxito su carga útil hipersónica no propulsada, que transportaba una ojiva cargada, y alcanzó velocidades superiores a Mach 5 (más de 6.000 km/h) antes de impactar en la zona designada como objetivo en la costa de California. Es un avance crucial para un programa que el año pasado sufrió más de un contratiempo, hasta el punto de que se temió por su continuidad.

Cómo funciona

El AGM-183A ARRW ya conseguió hacer historia el pasado mayo tras superar su primera prueba, gracias a que es un arma que se dispara a la atmósfera y usa la energía de su cohete para volar hacia su objetivo.

"El equipo de ARRW diseñó y probó con éxito un misil hipersónico lanzado desde el aire en 5 años", declaró Jason Bartolomei, oficial ejecutivo del programa de la dirección de armamento de la Fuerza Aérea, a Defense News. "Estoy inmensamente orgulloso de la tenacidad y dedicación que este equipo ha demostrado para brindar una capacidad vital a nuestros combatientes".

Misil ARRW USAF Omicrono

Tras separarse el ARWW del avión, se encienden los sistemas de propulsión y el propio misil se impulsa durante un cierto periodo de tiempo para alcanzar los Mach 5, es decir, cinco veces la velocidad del sonido.

El vehículo propulsor está diseñado para tener un alto grado de maniobrabilidad y eso le permite realizar cambios de rumbo erráticos. Es una ventaja que, unida a su altísima velocidad, plantea muchas dificultades a los sistemas defensivos para detectar o neutralizar el misil mientras se aproxima. 

Rivales

Este logro supone varias ventajas en comparación con los métodos de lanzamiento utilizados hasta el momento. Las Fuerzas Aéreas estadounidenses, aseguran que les permitirán mantener objetivos fijos a larga distancia. También ofrece mayor precisión en cada ataque al permitir una respuesta más rápida ante objetivos terrestres.