Las pruebas que demostrarán si hay vida o no en Marte están mucho más cerca. Y es gracias a Perseverance, el rover de la NASA que lleva dos años enviando espectaculares y misteriosas imágenes desde el Planeta Rojo. Mientras su 'compañero' InSight se despedía con un último y triste mensaje, el rover Perseverance sigue trabajando, recopilando muestras que luego serán enviadas a la Tierra. Una de ellas está dentro del primer tubo de titanio que el rover ha depositado en la zona designada para su posterior recogida como parte de la misión Mars Sample Return.
Este tubo de titanio con muestras de roca marciana es el primero de los 10 que Perseverance reunirá en los próximos dos meses en este lugar del cráter Jezero denominado Three Forks.
El objetivo es construir el primer depósito de muestras del ser humano en otro planeta, que representarán la diversidad de materiales de la superficie de Marte y, con suerte, la demostración científica de que hay señales de vida en el pasado geológico del planeta.
El rover ha estado tomando muestras duplicadas de pequeño tamaño de cada uno de los objetivos rocosos decididos previamente por los líderes de la misión. La mitad de estas muestras se depositará en Three Forks como una reserva de seguridad, y la otra mitad permanecerá en el interior del Perseverance. Las intenciones de la NASA pasan por utilizar el rover como el medio principal para transportar las muestras al futuro módulo de aterrizaje robótico que iniciará su regreso a la Tierra, pero quieren contar con un plan B.
Un depósito en Marte
"Las muestras para este depósito -y los duplicados conservados a bordo del Perseverance- constituyen un increíble conjunto representativo de la zona explorada durante la misión principal", declaró Meenakshi Wadhwa, científico principal del programa de Retorno de Muestras a Marte de la Universidad Estatal de Arizona. "No sólo tenemos rocas ígneas y sedimentarias que registran al menos dos y posiblemente cuatro o incluso más estilos distintos de alteración acuosa, sino también regolito, atmósfera y un tubo testigo".
La primera muestra depositada en Three Forks es un núcleo de roca ígnea del tamaño de una tiza llamado informalmente Malay, que fue recogido el 31 de enero de 2022. El complejo Sistema de Muestreo y Almacenamiento de Perseverance tardó casi una hora en recuperar el tubo metálico del interior del rover y dejarlo caer unos 89 centímetros sobre un lugar concreto de la superficie marciana cuidadosamente seleccionado.
Una vez confirmada la caída del tubo, el equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA que dirige la misión utilizó el brazo robótico del Perseverance para utilizar la cámara WATSON y comprobar que todo había ido bien: así lograron mirar por debajo del vehículo y se aseguraron de que el tubo no había rodado por la trayectoria de las ruedas del rover y había caído en la posición correcta.
"Ver nuestra primera muestra en el suelo es un gran colofón a nuestro período de misión principal, que termina el 6 de enero", aseguró Rick Welch, director adjunto del proyecto Perseverance en el JPL. "Es una bonita coincidencia que, justo cuando estamos comenzando nuestro depósito, también estemos cerrando este primer capítulo de la misión".
Según lo estipulado en la misión de retorno de muestras a Marte, el rover será el encargado de situarlas en el módulo de aterrizaje. Éste, a su vez, utilizará un brazo robótico para colocar las muestras en una cápsula de contención a bordo de un pequeño cohete, que despegará hacia la órbita marciana. Allí, otra nave espacial será la encargada de capturar el contenedor de muestras y devolverlo sano y salvo a la Tierra para su estudio.
El depósito de Three Forks, por tanto, servirá de reserva en caso de que Perseverance no pueda entregar sus muestras. Si eso sucede, se recurriría a un par de helicópteros de recuperación de muestras para terminar el trabajo, que busca signos de antigua vida microbiana en Marte.