Ya estamos más que acostumbrados a que el telescopio espacial James Webb de la NASA nos maraville con sus descubrimientos. A veces en forma de imágenes y otras en forma de datos increíbles, el dispositivo catalogado como uno de los mayores avances de la historia aeroespacial, sigue dando que hablar incluso meses después de ponerse en servicio. Ahora, la NASA ha vuelto a publicar sus hallazgos, esta vez referentes a una formación de estrellas en un cúmulo estelar dinámico.
Hablamos de NGC 346, una zona de formación estelar dinámica que se encuentra en SMC, la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana cercana a la Vía Láctea. Investigadores y astrónomos llevan investigando esta zona desde hace mucho tiempo debido a que, según la NASA, las "condiciones y cantidades de metales dentro de SMC se asemejan a las observadas en las galaxias hace miles de millones de años", durante la era conocida como 'mediodía cósmico'.
Según recoge la NASA en un comunicado, la clave se encuentra en que SMC tiene concentraciones más bajas de elementos como helio o hidrógeno en comparación con nuestra galaxia. Y es que el Webb ha refutado una teoría sobre este cúmulo que rezaba que, debido a su composición, iba a ser más difícil de detectar. De esta forma, han encontrado en la región grandes cantidades de polvo.
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En un principio, debido a que los granos de polvo presentes en el espacio están principalmente compuestos por esta clase de elementos (que los astrónomos llaman metales), los astrónomos de la NASA esperaban encontrar únicamente cantidades de polvo diminuto.
Pero ¿qué es el mediodía cósmico? Esta expresión se refiere a una etapa de formación del universo ocurrida presumiblemente hace 10.000 millones de años, momento en el que se sucedían de forma veloz nacimientos de estrellas en galaxias masivas. Eso sí, fue breve, ya que a medida que el polvo para dichas formaciones iba disipándose y el gas se calentaba, este ritmo de formación de estrellas se mermó.
Según la NASA, de 2 a 3.000 millones años después del Big Bang, "las galaxias estaban formando estrellas a un ritmo vertiginoso. Los fuegos artificiales de la formación estelar que ocurrieron entonces todavía dan forma a las galaxias que vemos alrededor hoy". Y es que si esta región de formación estelar era objeto de estudio era porque según los astrónomos, la cantidad de metales en SMC así como sus condiciones se asemejaban a las observadas en galaxias pertenecientes a esa época.
Así lo detalla Margaret Meixner, astrónoma de la Asociación de Investigación Espacial de las universidades e investigadora principal. "Una galaxia durante el mediodía cósmico no tendría una NGC 346 como La Pequeña Nube de Magallanes; tendría miles". La experta detalla que incluso si NGC 346 "es ahora el único cúmulo masivo que forma furiosamente estrellas en su galaxia, nos ofrece una gran oportunidad para investigar las condiciones que existían en el mediodía cósmico".
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Y es que con el Webb, es más fácil investigar protoestrellas de peso ligero, "tan pequeñas como una décima parte de nuestro Sol", asegura Olivia Jones, del Centro de Tecnología de Astronomía del Reino Unido, en el Observatorio Royal de Edimburgo. Así, es posible comprobar "si su proceso de formación se ve afectado por el menor contenido en metal". Investigando esas estrellas en formación, se puede comprobar si el proceso de formación en SMC es diferente al que vemos en la Vía Láctea.
De esta forma, el Webb pudo captar NGC 346 en todo su esplendor gracias a la cámara NIRCam de la NASA. Se revela "la presencia de muchos más bloques de construcción de los que se esperaba, no solo para las estrellas sino también para los planetas, en forma de nubes llenas de polvo e hidrógeno", explica la agencia espacial.
También se revelan en ellos arcos y columnas de gas: el gas rosa representa hidrógeno energizado, caliente a temperaturas de 10.000 grados, y el anaranjado que representa hidrógeno molecular denso, que es mucho más frío con -200 grados. El gas más frío es ideal para la formación de estrellas, modificando por el camino "el entorno que las rodea".
Guido de Marchi, de la Agencia Espacial Europea y coinvestigador del equipo, asegura que se están viendo "los componentes básicos, no solo de las estrellas, sino también potencialmente de los planetas". Apunta, además, que dado que SMC "tiene un entorno similar al de las galaxias durante el mediodía cósmico, es posible que los planetas rocosos se hayan formado antes en el universo de lo que pensábamos".