Con la misión Artemis, las misiones exitosas de la NASA como DART o la llegada de imágenes impresionantes a España de la mano de telescopios como el Hubble o el James Webb, lo cierto es que el interés por las cuestiones aeroespaciales está viviendo su pequeña era dorada. Sobre todo con las fotografías de los telescopios espaciales, que nos dan una vista sin precedentes del universo que rodea a nuestro planeta. Sobre todo con misterios que aún desconciertan a los expertos, como es el caso de los 'radios' de Saturno, observados por el telescopio Hubble.
El telescopio espacial, según la NASA, está recogiendo un fenómeno bastante curioso que aún tiene extrañados a muchos científicos. Hablamos de unos 'radios' en los anillos de Saturno, que han suscitado la curiosidad de los astrónomos durante décadas, desde que fueron descubiertos en la década de los 80 por la misión Voyager. Unas características que parecen aparecer dentro de los anillos justo antes de que comience el equinoccio de otoño del planeta.
Un equinoccio que comenzará en 2025 y que estaría provocando que la temporada de 'radios' ya haya comenzado, con el Hubble realizando observaciones sobre estos fenómenos. De esta forma, el Hubble está captando estos radios, que ya están apareciendo en el anillo B de Saturno, en forma de pequeñas manchas que se pueden ver en las imágenes captadas por el telescopio.
Un fenómeno extraño
La NASA explica que al igual que la tierra, Saturno está inclinado sobre su eje, por lo que tiene 4 estaciones. No obstante, debido a que la órbita de Saturno es mucho más grande, cada estación es mucho más larga y dura, aproximadamente, 7 años terrestres. El equinoccio ocurre cuando los anillos se inclinan de canto hacia el Sol, y los radios desaparecen cuando están cerca del solsticio de verano o invierno en Saturno.
A medida que se acerca el equinoccio, la agencia espera que estos radios sean cada vez más prominentes y observables. El presunto culpable de estos radios sería el campo magnético variable del propio planeta. "Los campos magnéticos planetarios interactúan con el viento solar, creando un entorno cargado eléctricamente".
"Los científicos creen que las partículas del tamaño del polvo más pequeñas del anillo de hielo también pueden cargarse, lo que las hace levitar temporalmente por encima del resto de las partículas de hielo más grande y los cantos rodados de los anillos", explicó la agencia. Unos radios que debido a sus características transitorias y misteriosas pueden parecer oscuras o claras, dependiendo de la iluminación y los ángulos de visión en los que se observen estos anillos.
El último equinoccio ocurrió en 2009, mientras la nave Cassini de la NASA orbitaba el gigante gaseoso para realizar un reconocimiento. Desde que las Voyager desaparecieron y con Cassini habiendo completado su misión en 2017, el Hubble es el que se encarga de monitorear el estado de Saturno.
Según Amy Simon, directora del programa OPAL (Hubble Outer Planet Atmospheres Legacy), se está construyendo "un archivo de datos sobre los planetas del sistema solar exterior", por lo que en esta temporada habrá más tiempo para estudiar estos radios. "A pesar de los años de excelentes observaciones de la misión Cassini, el comienzo y la duración precisos de la temporada de radios aún son impredecibles".
El programa OPAL del Hubble agregará datos visuales y espectroscópicos en longitudes de ondas de luz desde la ultravioleta y el infrarrojo cercano al archivo de observaciones de Cassini. Así, los científicos esperan poder obtener una visión más clara del fenómeno de los radios y, según la NASA, "lo que revela sobre la física de los anillos en general".