La invasión de Ucrania no detiene a Rusia en la realización de maniobras. En esta ocasión, los protagonistas han sido un misil Calibre y el submarino Petropavlovsk-Kamchatsky —dos modelos que España no tiene— que han ensayado el lanzamiento en pleno mar de Japón.
La fecha exacta de la prueba balística permanece en secreto y tan solo se sabe de su existencia por la publicación de un vídeo por parte del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa. El lanzamiento, según recoge la agencia Tass, se realizó a plena luz del día y muestra que el misil finalmente impactó contra el objetivo previamente establecido tierra adentro.
"El misil Calibre golpeó el objetivo designado en el campo táctico de Syurkum en la región de Khabarovsk en el momento esperado", confirma el propio Ministerio. El campo táctico al que hacen referencia los rusos se sitúa aproximadamente a 1.000 kilómetros de la zona de disparo. "El cierre de la zona de lanzamiento de misiles estuvo a cargo de los buques y embarcaciones de la Flota del Pacífico, así como de aeronaves y drones de la Aviación Naval".
El submarino Petropavlovsk-Kamchatsky toma el nombre de un antiguo sumergible nuclear que en 2010 cesó de prestar servicio a la Armada rusa. Esta nueva generación recurre a un sistema de propulsión diésel-eléctrico y entró en servicio a finales de 2019.
Pertenece a la clase Varshavyanka, también conocida como Proyecto 636, que comenzó a desarrollarse en los años 70 todavía en la era soviética. El proyecto se paralizó durante varios años y se recondujo en los 90, comenzando la producción en 1996 y continuándola hasta hoy en día.
Cuenta con una eslora de 73,4 metros y una manga que llega los 12,8 metros en la parte más ancha. La propulsión corre a cargo de un par de motores diésel que generan energía para un único motor eléctrico, que se encarga del movimiento de la única hélice a bordo.
Le permite una velocidad sumergido de 37 kilómetros por hora y una profundidad de inmersión máxima de 300 metros. En cuanto a la autonomía, puede sumergirse durante 740 kilómetros a una velocidad de 5 kilómetros hora sin recurrir al esnórquel y hasta 13.890 km usándolo.
En lo relacionado al misil, se trata de una de las armas más importantes dentro de la parte naval del ejército ruso. Además de a bordo de submarinos, puede integrarse en embarcaciones de superficie y en sistemas de defensa naval y costera.
Una de sus particularidades es que vuelan a muy baja altitud para así escapar de los sistemas de detección de los enemigos. Lleva en servicio desde 1994 y existe una gran variedad de versiones que van desde los 1.300 a los 2.300 kilogramos de peso y desde 6,2 a 8,9 metros de longitud.
Para el sistema de propulsión utiliza un cohete con varias etapas dependiendo de la plataforma de lanzamiento y puede incluir ojivas alto explosivo o termonucleares. La velocidad máxima también depende de la versión y puede ir desde los 987 hasta los 3.700 kilómetros por hora.