Tanto Ucrania como Rusia se están esforzando bastante por hacer de su conflicto una guerra mediática. No es para menos, ya que vivimos en la era de la información y la propaganda, lo que ha provocado una auténtica caterva de vídeos e imágenes que llegan directamente desde el campo de batalla a España. El último muestra un par de helicópteros Mi-24 realizar ataques en vuelo bajo con cámaras atadas tanto en la parte trasera y frontal.
Hace muy poco veíamos también en Twitter a un helicóptero ucraniano Mi-8 en pleno vuelo lanzando misiles. La cuestión es que tenía una cámara atada a la cola del helicóptero, lo que parecía ser una GoPro. Este nuevo vídeo repite la misma perspectiva, pero añadiéndole una segunda cámara en la parte frontal.
En el vídeo se puede ver a los dos helicópteros realizando el ataque en vuelo bajo lanzando andanadas de misiles que parecen ser S-8-. De nuevo, no se sabe exactamente cuándo fue descubierto el vídeo, aunque todo apunta a que está grabado en la zona de Donetsk, y que el vídeo ha sido grabado por la unidad responsable del ataque.
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El metraje, que no dura más de 20 segundos, se ha publicado en redes sociales, y difundido por la cuenta OSINTtechnical. Las dos cámaras están ubicadas en las partes posterior y delantera del helicóptero; la trasera justo delante de los rotores traseros y la frontal en el tubo Pitot delantero del Mi-24.
Este tubo forma parte de un sistema pitot-estático, que se conforma de un sistema de sensores e instrumentos que son sensibles a la presión. Dicho tubo se usa para medir las presiones totales combinadas cuando la aeronave en cuestión está en vuelo.
Recoge la presión estática, y en la parte delantera tiene una pequeña abertura que le permite a la presión total (presión dinámica sumada a presión estática) entrar en la cámara de presión. En la parte trasera del tubo, hay otro agujero que permite que la humedad se drene del sistema cuando hay precipitaciones. Los soldados ucranianos han acoplado una cámara al estilo GoPro a dicho tubo para que se vea toda la parte frontal de la cabina.
Por otro lado, los helicópteros usados en dicho metraje son los helicópteros Mil Mi-24, aeronaves artilladas y helicópteros de ataque que destacan por tener un gran tamaño. Datan de los años 70 en la época de la Unión Soviética y actualmente son operados por la Fuerza Aérea Rusa, aunque Ucrania cuenta con ellos en sus filas.
Es apodado el "tanque volador" debido no solo a su llamativo diseño de camuflaje, sino a su robustez. También se le conoce como "Vaso de vidrio", debido a las grandes ventanas de cristal que rodean su cabina triplaza, al menos en su primera versión. Su versión inicial de asalto puede transportar 8 soldados y 3 tripulantes, y tiene una longitud de 17,5 metros con un diámetro de rotor principal de 17,3.
Su peso máximo al despegue es de 12.800 kilos, y su velocidad máxima operativa es de 355 kilómetros por hora, con un alcance de 650 kilómetros. Entre su armamento se destacan ametralladoras rotativas Yakushev-Borzov YakB de calibre 12,7 milímetros o cañones dobles Gryazev Shipunov GSh-30K, de 30 milímetros en posición fija con 750 proyectiles. También están equipados con bombas ZAB, FAB o RBK de hasta 500 kilos, junto a misiles antitanque 9M17 Phalanga.