Tras varias semanas de retraso y lanzamientos pospuestos, Relativity Space lo ha conseguido. Su cohete Terran 1, impreso en 3D, ha despegado por primera vez superando así un hito clave en la construcción de este tipo de naves. Sin embargo, ha fallado la segunda etapa al tratar de alcanzar la órbita espacial, lo que ha dejado un sabor agridulce pasadas las 4:25 horas de la mañana de España peninsular.
El cohete Terran 1, de algo más de 32 metros de altura, despegó desde la plataforma de la Base de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida. A los 80 segundos después del lanzamiento a una altitud de casi 10 millas (16 km) sobre el océano Atlántico, el cohete alcanzó el máximo esfuerzo aerodinámico a medida que ascendía hacia el espacio a 1.999 km por hora, superando uno de los objetivos clave de esta misión de prueba.
Sin embargo, al llegar al espacio, el motor de la segunda etapa del cohete pareció encenderse brevemente pero no logró el empuje necesario y previsto, con lo que finalmente fracasó y no logró alcanzar la órbita.
"Si bien no logramos llegar hasta el final hoy, reunimos suficientes datos para demostrar que es posible volar cohetes impresos en 3D", ha explicado Arwa Tizani Kelly, gerente del programa de pruebas de relatividad, en la transmisión de video en vivo de la compañía.
Un hito espacial
Pese a fallar en su segunda fase, el Terran 1 ha llegado para marcar una nueva era en la exploración y logística espacial. Se trata del mayor objeto impreso en 3D visto hasta ahora, con el 85% de su masa está lograda con este proceso incluyendo los motores. Para lograrlo se han utilizado las impresoras de metal en 3D más grande del mundo, según explica la compañía californiana.
Para este tercer intento de lanzamiento, tras dos fallos anteriores en el motor y en el depóstito de combustible, el cohete no llevaba carga útil, sin embargo está pensado para poder transportar al espacio hasta 1.250 kilogramos en órbita terrestre baja y 900 kg en una órbita heliosíncrona.
El proceso de fabricación le permite ser "el servicio de lanzamiento más ágil y asequible del mercado", según explicaba la propia Relativity. Y es que no sólo puede ser más barato que sus competidores, sino que se pueden imprimir un nuevo cohete en un plazo de 60 días, lo que pretende marcar un antes y un después en la exploración espacial.