Starship, el cohete más grande jamás construido, ha hecho historia. Tras meses de espera y un primer intento fallido el pasado 17 de abril, la gigantesca nave de Elon Musk ha despegado con éxito desde Boca Chica (Texas, EEUU) a eso de las 15:33 horas de la tarde de España peninsular. Sin embargo, no ha conseguido el objetivo completo de lograr el recorrido previsto ya que ha explotado en el aire cuando realizaba el primer giro en el que debían separase Starship y el cohete Super Heavy.
Pasados los tres minutos de vuelo, y con la nave superando los 1.700 kilómetros por hora a una altitud de 38 kilómetros, la Starship comenzaba a girar para realizar la maniobra de desacople. Un procedimiento que falló y tras superar la velocidad prevista y girar más de lo calculado terminó colapsando por completo. El plan original era que se hubiese separado el cohete Super Heavy y éste hubiese amerizado en el Golfo de México; mientras que la Starship tendría que haber encendido sus motores, entrado en vuelo orbital y caería posteriormente al Océano Pacífico.
Entre los posibles fallos puede estar que no llegaron a encenderse los 33 motores Raptors en el despegue y, a falta de conocer qué es lo que ha podido suceder en la operación de giro, lo cierto es que el cohete reventó antes del proceso de desacople, uno de los momentos críticos de la prueba de vuelo.
En este vuelo de prueba no estaba previsto un aterrizaje vertical de ambos cohetes, como ya es una estampa habitual con los Falcon. Pese a no haber podido completar el itinerario del mejor escenario, sólo con que no haya explosionado en el despegue se considera un éxito."No se requiere completar los hitos a continuación para una prueba exitosa, pero cada hito completado sin duda hará que la prueba sea emocionante", explicaba SpaceX antes del lanzamiento.
Lo cierto es que se vivió tensión ya en los momentos previos al despegue. Antes de que la cuenta atrás se completase por completo llegó la incertidumbre. Cuando quedaban menos de 20 segundos para el despegue se paró la cuenta atrás para realizar ciertos ajustes y comprobar que todos los parámetros fuesen correctos. La cuenta atrás se volvió a retomar pasado un minuto y el despegue de la Starship puso los pelos de punta tanto a los cientos de curiosos que se habían acercado a ver el despegue como a los que lo seguían en directo desde la sede de SpaceX.
"Como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa. Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para nuestra próxima prueba de vuelo. Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria. ¡Felicitaciones a todo el equipo de SpaceX por una emocionante primera prueba de vuelo integrada de Starship!", ha explciado la empresa a través de Twitter.
En el mismo sentido, Elon Musk felicitaba a la compañía por el hito conseguido con la Starship. "Felicidades al equipo de SpaceX, ¡un emocionante lanzamiento de prueba de Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses".
Un cohete revolucionario
En los próximos meses SpaceX volverá a realizar un nuevo lanzamiento de prueba de la Starship, una nave que será clave en la exploración espacial para que el ser humano vuelva a la Luna. Aunque el objetivo de Musk es más ambicioso: llegar con ella a Marte. Lo hará con el mismo objetivo que ha mantenido hasta ahora Spacex; que sus cohetes pueden reaprovecharse para que el lanzamiento de los mismos sea más ágil y barato.
La nave está compuesta de dos elementos principales: el cohete Super Heavy, encargado de la propulsión para el lanzamiento hasta la órbita, y la nave Starship, donde en un futuro se situarán los tripulantes y la carga útil de hasta 250 toneladas. Ambos gigantes combinados son reutilizables, lo que permite abaratar los costes de cada lanzamiento con la ambición de que la frecuencia sea la misma que los aviones. La idea es que se puedan lanzar tres Starship diarios y que el Super Heavy esté listo cada hora para despegar.
Para comprender las dimensiones gigantescas de la Starship hay que conocer que la parte superior mide 50 metros de altura y 9 de diámetro, y cuenta con una capacidad de 1.200 toneladas de propelente, además de un empuje de 1.500 toneladas-fuerza. De la propulsión en órbita se encargarán seis motores, tres Raptor y tres Raptor Vacuum (RVac), diseñados para su uso en el vacío. Están totalmente optimizados para funcionar en el espacio, gracias a una tobera más grande. Su uso está pensado para maniobras de inserción orbital o de variación de trayectoria en el espacio profundo.
El Super Heavy, por su parte, alcanza los 69 metros de altura y los mismos 9 de diámetro. Su capacidad para el propelente llega a las 3.400 toneladas, y su empuje de despegue a las 7.590 toneladas-fuerza gracias a sus 33 motores Raptor, 13 en el centro y los 20 restantes en el perímetro de la popa del propulsor.