La agencia China acaba de lanzar a tres nuevos astronautas a su estación espacial y se ha marcado como objetivo pisar la Luna en 2030. Cinco años después de lo previsto por la NASA, pero hay una pequeña posibilidad de que el país asiático le gane la carrera a la agencia estadounidense si los retrasos y sobrecostes del programa Artemis, al que se suma España, siguen dando dolores de cabeza entre sus directivos. Una nueva auditoría denuncia de nuevo que el programa lleva seis años de retrasos y un exceso de gastos de 6.000 millones, el culpable de estos problemas sería el inmenso cohete SLS.
El pasado 16 de noviembre de 2022, el cohete SLS lanzaba al espacio la nave Orión, acompañada de un grupo de satélites. El viaje de 26 días se siguió en todo el mundo y supuso un impulso para la confianza en la agencia espacial americana, pero no elimina los diferentes problemas que sus ingenieros llevan tiempo experimentando para poner en marcha un plan tan ambicioso, por muchos motivos, uno de ellos la magnitud del cohete. China, mientras, se muestra segura de poder cumplir sus objetivos espaciales.
La oficina del Inspector General de la NASA aclara el estado financiero del Space Launch System o SLS en la auditoría publicada. El informe refleja un sobrecoste de 6.000 millones de dólares por encima del presupuesto inicial. Según la NASA, se ha invertido 93.000 millones de dólares entre 2012 y 2015, de los cuales 23.800 millones corresponden a los costes de fabricación del SLS. El sobrecoste ya preocupaba el año pasado antes del lanzamiento del SLS y hay que añadirle que cada lanzamiento cuesta 4.200 millones de dólares.
El problema estaría en los propulsores, cuatro modelos RS-25 fabricados por Aerojet Rocketdyne, heredados del programa de transbordadores espaciales de la agencia, que se rescataron para adaptarse y usarlos en el SLS para ahorrar costes, el efecto ha sido el contrario. "Se esperaba que el uso de tecnologías heredadas de los programas Space Shuttle y Constellation resultara en ahorros significativos en costos y cronograma en comparación con el desarrollo de nuevos sistemas para el SLS" se puede leer en el informe. La NASA gastó 581 millones de dólares por los 16 motores RS-25, pero hasta el momento, solo ha recibido cinco.
"Sin embargo, la complejidad de desarrollar, actualizar e integrar nuevos sistemas junto a los componentes heredados resultó ser mucho mayor de lo anticipado". La agencia pretende adoptar en el futuro un modelo de propulsor más moderno, los RS-25E, que proporcionarían un 111% más de impulso y un ahorro del 30%. Pero estos están en desarrollo por la misma empresa y no se aplicarían hasta que se agoten los actuales propulsores.
A este gasto se suma el retraso en los plazos planteados, seis años más de los previstos. El cohete de 111 metros de alto y 2.610 toneladas despegó el 16 de noviembre de 2022 en una primera misión de prueba sin tripulación que tardó en despegar varios meses por diferentes fallos y problemas climatológicos. La misión terminó siendo un éxito que ayudó a recuperar parte del liderazgo espacial a la agencia estadounidense frente al resto de países que ya participan en la exploración del universo.
Entre ellos está China, que se ha propuesto llegar a la Luna en 2030. La agencia asiática ha anunciado esta semana sus planes futuros entre los que está una corta estancia en el satélite y exploración conjunta entre humanos y robots. "Tenemos una estación espacial humana cercana a la Tierra completa y un sistema de transporte humano de ida y vuelta" ha dicho el subdirector de la Agencia Espacial Tripulada de China, Lin Xiqiang. "Un programa de dos misiones tripuladas al año es "suficiente para llevar a cabo nuestros objetivos", añade en una conferencia de prensa donde no se han dado muchos detalles.
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Los planes estadounidenses son algo más ambiciosos, queriendo formar una colonia en la Luna. No obstante, la misión de prueba realizada a finales del año pasado, tenía como fecha inicial 2016. Con los nuevos plazos, la NASA ha fijado Artemis III, la tercera misión del programa espacial que sí implica tripulación y alunizaje para 2025, fecha que parece probable que se retrase aún más.
"Teniendo en cuenta el tiempo necesario para desarrollar y probar completamente el HLS (sistema de aterrizaje humano en sus siglas en inglés) y los trajes espaciales de próxima generación de la NASA necesarios para la exploración lunar, la fecha para un aterrizaje lunar con tripulación probablemente se retrasará hasta 2026 como mínimo", el inspector general del organismo, Paul Martin, el 1 de marzo de 2022 testificando ante el Subcomité de Espacio y Aeronáutica de la Cámara de Representantes, reconoció abiertamente los posibles retrasos.
Ahora, esta división vuelve a alertar del riesgo que suponen esos retrasos. "Sin una mayor atención, la NASA y sus contratos continuarán excediendo el costo y el cronograma planificados, lo que resultará en una menor disponibilidad de fondos, retrasos en los lanzamientos y la erosión de la confianza del público en la capacidad de la agencia para hacer un gasto responsable del dinero de los contribuyentes y cumplir con las metas y objetivos de la misión, incluido el regreso seguro de los humanos a la Luna y luego a Marte", advierte la auditoría.
Mientras, China sigue haciendo crecer su estación espacial a la que sumará un nuevo módulo. Los tres astronautas lanzados en esta semana sustituyen a los habitantes de Tiangong que llevan allí seis meses. "Creemos firmemente que ha llegado la primavera de la ciencia espacial de China, y tenemos la determinación, la confianza y la capacidad para completar con resolución la misión", dijo Jing, un general de división que ha realizado tres vuelos espaciales anteriores, según Associated Press.