Así es VSS Unity, la nave de Virgin para turistas espaciales: primer vuelo con militares y científicos
La Fuerza Aérea y el Consejo Nacional de Investigación de Italia han impulsado este vuelo suborbital para realizar experimentos científicos.
29 junio, 2023 03:37Tan sólo unas semanas después de cerrar su división hermana de lanzamiento de satélites, Virgin Galactic encara este jueves un día decisivo de su historia al llevar a cabo la primera misión comercial de la compañía. Hasta ahora, los diferentes vuelos suborbitales realizados formaban parte del entrenamiento de la tripulación y como exámenes tecnológicos de sus aeronaves. Con todo eso listo, tan solo quedaba dar el pistoletazo de salida a los vuelos contratados.
El Galactic 01, como así se llama el vuelo, está contratado por la Fuerza Aérea y el Consejo Nacional de Investigación de Italia con fines puramente científicos. En total, se llevarán a cabo 13 experimentos tanto autónomos como con participación humana para lo cual el interior de la nave suborbital VSS Unity se ha transformado en un laboratorio.
"Las misiones de investigación de Virgin Galactic marcarán el comienzo de una nueva era de acceso recurrente y fiable al espacio para instituciones gubernamentales y de investigación en los años venideros", según ha declarado Michael Colglazier, CEO de Virgin Galactic.
La retransmisión en directo tiene previsto comenzar a las 5 de la tarde hora de España peninsular, mientras que el lanzamiento se producirá unos minutos después de esa hora desde Nuevo México (Estados Unidos). Como de costumbre, este tipo de misiones están condicionadas por la meteorología de la zona que de momento es favorable.
Nave suborbital
El desarrollo de este modelo de aeronave se remonta al año 2006, cuando el magnate británico Richard Branson presentó al gran público un prototipo de la aeronave en Nueva York con la idea de realizar viajes espaciales. Poco a poco fueron afinando el diseño y completaron los trabajos de integración con la nave nodriza.
El primer vuelo sin motor lo ejecutaron en octubre de 2010 y tuvieron que esperar 2 años y medio —hasta abril de 2013— para hacer lo propio empleando el propulsor. Pero la alegría en Virgin Galactic no duró mucho más.
El 31 de octubre de 2014, la primera unidad que fabricaron —la VSS Enterprise— sufrió un accidente en pleno vuelo. Uno de los pilotos murió, el otro resultó herido y la aeronave quedó totalmente destrozada. Eso truncó en buena parte los planes de la compañía de Branson, que tuvo que fabricar un segundo ejemplar en menos de 2 años para no dilatar demasiado el calendario.
El personal de Virgin Galactic lo consiguió y la segunda aeronave ha sido durante los últimos 7 años la encargada de validar la tecnología de la compañía en diversos vuelos suborbitales; con y sin pasajeros. Fue bautizada como VSS Unity por el físico británico Stephen Hawking y será la que protagonice la misión Galactic 1.
La forma en la que Virigin Galactic realiza sus vuelos suborbitales nada tiene que ver con los esquemas tradicionales, normalmente protagonizados por un cohete lanzador situado en vertical sobre una plataforma. En este caso, la compañía ha desarrollado una nave nodriza —llamda VMS Eve— que es la encargada de elevar a la VSS Unity los primeros miles de metros de altitud.
El plan de vuelo más típico y más ensayado por la compañía consta de una primera etapa de ascenso hasta los 15.000 metros empleando únicamente los motores de la VMS Eve mientras la nave suborbital continúa acoplada. Una vez en el lugar indicado, la Unity se desacopla y los dos pilotos al mando encienden el propulsor tipo cohete para continuar el vuelo por sus propios medios.
A partir de ahí, la VSS Unity comienza a acelerar superando más de 3 veces la velocidad del sonido (3.700 km/h) hasta llegar a una altitud superior a los 80.000 metros. Es en ese momento cuando los ocupantes comienzan a experimentar la microgravedad, una condición física que dura tan solo unos minutos hasta que los pilotos emprenden la maniobra de vuelta a tierra firme.
Además de los dos tripulantes al mando del avión nodriza VMS Eve, en la Unity viajarán 6 peronas. La dotación la componen 2 pilotos —un estadounidense y un italiano— y 4 pasajeros —3 italianos y un estadounidense— que serán los encargados de realizar todos los experimentos científicos.
Misión científica
Los pasajeros, lejos de un viaje turístico para contemplar la Tierra, deberán trabajar durante el vuelo en 13 experimentos impulsados por la Fuerza Aérea de Italia y por el Consejo Nacional de Investigación del mismo país. Una parte importante de ellos pretenden estudiar cómo afecta la microgravedad a aspectos como el rendimiento de los biocombustibles.
Otra tanda de experimentos tiene relación con el comportamiento de la dinámica de fluidos biomédicos y el desarrollo de materiales sostenibles en microgravedad. Como por ejemplo el experimento de plasticidad neuronal que consiste en frascos de cultivo celular llenos de neuronas que los tripulantes llevarán en sus bolsillos para evaluar cómo las afecta la hipergravedad y la microgravedad.
El mareo será otro de los campos sanitarios tratados, concretamente relacionándolo con las vibraciones que se producen en los vehículos espaciales suborbitales. También van a probar un nuevo tipo de traje espacial inteligente que recoge datos biométricos en tiempo real sin usar cables ni electrodos.
Para estudiar las condiciones cognitivas durante los vuelos espaciales, uno de los miembros de la tripulación italiana realizará ejercicios de memoria durante el vuelo con dispositivos que miden la respuesta del cuerpo. Llevará para ello una tablet atada a la pierna para que pueda realizar pruebas de carga mental y atención sostenida.
El segundo elemento es un gorro de electroencefalograma que se coloca en la cabeza para medir la actividad cerebral. Finalmente, según explican desde Virgin Galactic, tendrán un sensor en la mano para medir la respuesta galvánica de la piel. "Las mediciones colectivas de los dispositivos evaluarán los posibles cambios cognitivos y emocionales inducidos por el vuelo suborbital", recalcan.