Así es la F-110, la próxima fragata de la Armada de España: guerra contra submarinos y rayos láser
Navantia acaba de completar en Ferrol un paso clave al colocar la quilla del primer barco de la familia F-110, que se entregará a la Armada en 2028.
11 agosto, 2023 01:44La construcción del que será el buque insignia de la Armada de España sigue su curso. Los astilleros de Navantia en Ferrol colocaron el pasado miércoles la quilla de la primera fragata de la clase F-110, un hito en la construcción del navío y un paso clave después de que se realizara el primer corte de chapa hace poco más de un año.
El acto ha consistido en la colocación en la grada 2 de las instalaciones ferrolanas del bloque 311, sobre el que crecerá el resto del buque, según indican desde Navantia. Esta previsto que este primer ejemplar F-111 Bonifaz, se bote en 2025, procediéndose a su entrega a la Armada en 2028.
Hasta la fecha, 18 de los 33 bloques que conformarán la embarcación se encuentran en proceso de fabricación, con un grado de madurez del modelo 3D de la ingeniería de detalle de alrededor del 80%, habiéndose adquirido el 99% de los equipos de plataforma para todos los buques de la serie.
Tal y como explican, Navantia ha activado un plan de aceleración del programa de construcción y antes de finalizar el año comenzarán con la fabricación de la F-112. Por su parte, la entrega de los otros 4 buques del contrato tendrá una cadencia de 12 meses, hasta 2032, fecha en la que se recibirá la quinta y última.
La más avanzada
Uno de los momentos clave en la vida del programa F-110 fue cuando, en 2011, el Ministerio de Defensa adjudicó a Indra y Navantia —que formaron una unitión temporal de empresas— el diseño del mástil integrado de la fragata. El objetivo de esta primera aproximación fue el estudio de viabilidad de un diseño de mástil que integrara los principales equipos multifunción y convencionales. "Guerra electrónica, antenas de comunicaciones, ayudas a la navegación y opreaciones con aeronaves", según recoge el propio Ministerio.
En ese mismo estudio se llevó a cabo la inclusión de nuevos materiales compuestos avanzados, la minimización de la firma radar e infrarroja del buque, el peso y las interferencias electromagnéticas entre los sensores y equipos, al tiempo que mejoraba la protección balística. Finalmente, en marzo de 2019 el Consejo de Ministros aprobó la construcción de las 5 nuevas fragatas programadas, con una inversión total de unos 4.300 millones de euros.
El concepto de buque diseñado es el de un escolta multipropósito, aunque las funciones de guerra antisumbarina estarán muy reforzadas para complementar a las fragatas clase F-100 Álvaro de Bazán, especializadas en sistemas antiaéreos. Las F-110 contrarán con un nutrido equipamiento de sonares y sonoboyas de última generación, así como munición especializada en repeler este tipo de amenazas sumergidas.
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Otro de los pilares es la integración de un espacio multifunción que podrá servir para llevar equipamiento según la misión asignada. Por ejemplo, como almacén para todo tipo de sistemas no tripulados: aeronaves, embarcaciones de superficie o incluso submarinos. O para incorporar embarcaciones adicionales, contenedores, sistemas de buceo...
"Las fragatas F-110 serán escoltas polivalentes, diseñadas para escenarios de alta intensidad, con una importante capacidad de combate en todas las áreas principales de la guerra", según publica Defensa en la ficha del programa. "Especialmente en los perfiles de protección de la fuerza y en el de proyección del poder naval; tanto en ámbito conjunto como en el combinado, y frente a una amenaza convencional y asimétrica cada vez más compleja".
En lo relativo a las especificaciones, las fragatas de esta clase tendrán un desplazamiento de 6.170 toneladas, eslora de 146 metros y manga de 18 metros. En su interior contará con 187 camas, de las cuales 150 se prevén para la dotación embarcada, mientras que las otras 37 se dedicarán a tripulación extra. Serían los encargados de realizar misiones especiales o el vuelo de helicópteros, para lo que se ha dispuesto un helipuerto en la popa.
La planta propulsora será del tipo Codlag —combina diésel, eléctrico y gas— que alimentará dos ejes dotados de una hélice de paso variable cada uno. Este sistema híbrido permitirá a las F-110 emplear únicamente el motor eléctrico a baja y media velocidad, reduciendo significativamente el ruido e incrementando sus capacidades para la guerra antisubmarina.
"El programa F-110 es un proyecto vital para la Armada, del que resultará necesario el reemplazo de las fragatas de la clase Santa María, al tiempo que complementa la capacidad de nuestras F-100 como elementos básicos para el desarrollo del resto de capacidades de la Flota", ha segurado el almirante Antonio Piñeiro, Jefe de Estado Mayor de la Armada.
Armamento
El Sistema de Combate de la Armada —denominado Scomba— será el que integre y gestione todos los sensores y el armamento dedicado a la guerra de superficie y submarina, así como el enlace con el helicóptero a bordo. Por otro lado, los sensores y armas dedicados a la guerra antiaérea serán gestionados por el sistema Aegis estadounidense, fabricado por Lockheed Martin y ya integrados dentro de las fragatas F-100.
Para la guerra antisubmarina emplea un sonar de casco de media frecuencia, un sonar remolcado de profundidad variable y sonoboyas, tanto de despliegue por parte del barco como por el helicóptero. En cuanto a armas, el F-110 integrará torpedos MK-54 fabricados por la estaodunidense Raytheon, al mismo tiempo que mantendrá la compatibilidad con los MK-46 que se encuentran actualmente en servicio.
Ya en el terreno superficial, las F-110 incorporarán todo un ecosistema avanzado de radares de varias bandas, así como sensores electroópticos tanto en el rango visible como en el infrarrojo. Este despliegue estará complementado con armamento, como los misiles Harpoon junto a las estaciones de armas Escribano Sentinel 30 y Sentinel 2.0, remotamente controladas desde el interior del buque. Un cañón extra de 5 pulgadas firmado por Leonardo servirá como arma principal en la proa.
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A pesar de no ser el fuerte de esta nueva clase de fragatas, el escenario aéreo estará cubierto por 2 módulos de 8 lanzadores verticales de misiles situados delante del mástil, con un total de 16 celdas. Los protagonistas aquí serán los misiles semiactivos de medio alcance RIM-66 SM2 también de Raytheon —ya en activo en la clase Santa María F-80 y Álvaro de Bazán F-100— y munición antimisil de corto alcance.
En esta misma línea de armamento antiaéreo, el Ministerio de Defensa y el Centro de Láseres Pulsados de Salamanca llevan desde el 2018 desarrollando un arma láser con capacidad para derribar drones y misiles. El diseño de la F-110 ya contempla este aspecto y se ha reservado cierta potencia eléctrica para poder alimentar los sistemas de energía dirigida.
El proyecto SIGILAR (Sistema Guiado de Láser Pulsado para Ámbito Militar) se encuentra recogido dentro de la Estrategia de Tecnología e Innovación para la Defensa (ETID) y contempla la investigación de sistemas de energía embarcados con la capacidad suficiente como para alimentar "armas de energía dirigida láser, cañones electromagnéticos o blindajes activos".
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