El 'Iron Man' submarino para que los buzos puedan sumergirse a 600 metros de profundidad sin peligro
La Armada de EEUU está probando un nuevo traje, más seguro y ligero, para que sus submarinistas no tengan problemas con la descompresión.
15 agosto, 2023 01:36Uno de los trabajos más difíciles y desconocidos de cualquier Armada, incluida la de España, es el de los submarinistas. Tienen que estar preparados para operar en cualquier lugar, desde las aguas poco profundas de playas y puertos hasta las gélidas profundidades marinas, en condiciones extremas y, en muchas ocasiones, sin margen de error. Sus tareas incluyen el salvamento, la desactivación de explosivos y el mantenimiento de cascos de buques de guerra, pero sus operaciones están limitadas por la cantidad de oxígeno y la resistencia a la presión de sus equipos. Y es que las profundidades marinas pueden ser mucho más peligrosas que el espacio exterior, como ha demostrado la reciente tragedia del submarino Titan.
Desde los primeros trajes de buzo, diseñados a principios el siglo XVIII para recuperar monedas de plata y piedras preciosas de pecios hundidos, la evolución de la tecnología ha permitido llegar a profundidades cada vez mayores, además de aumentar la seguridad y la maniobrabilidad de los submarinistas. En ese contexto se enmarcan las pruebas que está llevando a cabo la Armada de EEUU en la Navy Experimental Diving Unit (NEDU), localizada en Florida. Allí se está poniendo a punto el nuevo traje expedicionario en aguas profundas sin descompresión (DSEND, por sus siglas en inglés), que permitirá a los submarinistas de la Navy inmersiones más seguras, duraderas y profundas.
Es el resultado de años de trabajo de técnicos y científicos, dedicados a diseñar el sustituto del actual traje de inmersión atmosférico (ADS2000), operativo desde 1997. Pese al buen servicio ofrecido en todos estos años, es un equipo pesado, que permite poca maniobrabilidad y requiere embarcaciones grandes para su despliegue, lo que es un hándicap en muchas misiones. Con el nuevo DSEND, todavía en fase de pruebas, la Armada estadounidense pretende resolver todas estas desventajas y ofrecer a sus buzos lo más parecido al traje de Iron Man en versión submarina.
Sin descompresión
Las operaciones submarinas siempre conllevan riesgos, principalmente por el síndrome de descompresión, que sucede cuando un buceador asciende demasiado deprisa desde el fondo marino. El aire comprimido que respiran los buzos contiene nitrógeno que, a una alta presión, se diluye en la sangre y los tejidos del cuerpo. Si la presión desciende rápidamente, se forman burbujas que pueden producir fatiga y dolor en músculos y articulaciones, y en los casos más graves provocan incluso la muerte.
Aunque los buzos no lleguen a sufrir ese síndrome, los riesgos que implica la descompresión obligan a largos descansos entre inmersiones, lo que dificulta y alarga las labores de los submarinistas a gran profundidad.
Para acabar con esas limitaciones, el prototipo de traje atmosférico DSEND desarrollado por la Armada estadounidense es como un submarino unipersonal que mantiene una presión interna constante, lo que elimina el riesgo de descompresión y permite a los buceadores trabajar durante largos periodos de tiempo a grandes profundidades.
"DSEND supone un verdadero cambio en las reglas del juego, ya que se trata de un entorno autónomo que mantiene constante la presión interna mientras el buceador desciende a profundidades en las que la presión externa es cada vez mayor", manifestó Sandra Chapman, responsable de programas del Departamento de Rendimiento de la Fuerza de Guerra de la Oficina de Investigación Naval (ONR), tras las primeras pruebas realizadas en febrero de este mismo año.
Hasta la fecha, uno de los métodos más habituales para que se puedan llevar a cabo labores como los rescates submarinos es un sistema de saturación, o campana de buceo, que se presuriza con gas para que la presión dentro de la campana coincida con la presión exterior. Sin embargo, esa solución no impide que, al volver a la superficie, los buceadores tengan que ascender lentamente y detenerse a intervalos, lo que limita enormemente el tiempo que pueden pasar sumergidos a gran profundidad.
DSEND está equipado con un sistema de soporte vital autónomo y crea un entorno de una atmósfera, lo que permite una presión interna estable durante toda la inmersión. Así, se espera que los buzos puedan trabajar a grandes profundidades (hasta los 600 metros), durante más de 6 horas y ascender a la superficie sin tener que someterse al largo proceso de descompresión.
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"Como DSEND mantiene una atmósfera de presión constante, el buceador nunca está expuesto a los efectos fisiológicos negativos asociados al buceo profundo, como el síndrome de descompresión, el frío y la exposición a la humedad", aseguró Paul McMurtrie, director del programa de sistemas de buceo del Mando de Sistemas Navales Marítimos NAVSEA.
Resistente y ligero
DSEND está construido con materiales resistentes y duraderos (todavía no revelados por sus responsables), pero aún así es mucho más ligero que las escafrandras atmosféricas usadas por la US Navy hasta ahora. El ADS que se utiliza actualmente no permite el movimiento natural en la misma dirección que las articulaciones humanas, lo que contribuye a la fatiga y dificulta cualquier operación.
La construcción del nuevo traje, con articulaciones giratorias y desmontables que permiten una mayor destreza, flexibilidad y maniobrabilidad, posibilita también caminar por el fondo marino y nadar con facilidad, algo que antes resultaba imposible por culpa de la rigidez de las escafandras. Estas funcionan con propulsores acoplados que también dificultan la precisión de los desplazamientos.
Otro de los objetivos de los responsables del diseño de DSEND es que fuera más fácil de poner y de quitar, una operación en la que los buzos necesitan ayuda externa y que puede tardar entre una y dos horas. También se ha buscado un ajuste perfecto independientemente del tamaño del buceador y sensorizar el conjunto para obtener la mayor cantidad de datos posible en tiempo real.
Para completar sus especificaciones, este traje incorpora articulaciones, agarres y accesorios para las manos fabricados "con materiales novedosos, resistentes y ligeros", para permitir el rango más amplio posible de misiones y que los submarinistas de la Armada puedan llevarlas a cabo sin sufrir excesivo cansancio.
Pruebas
Desde principios de este año, ONR, NAVSEA, el Centro Naval de Guerra Submarina (NUWC) y el Centro Naval de Guerra de Superficie (NSWC) se han volcado en poner a prueba las capacidades del DSEND, que se han llevado a cabo en la División Carderock del NSWC en Maryland y en la Unidad de Buceo Experimental de la Armada en Florida.
Estos pasos previos a testear el traje en mar abierto han incluido la simulación de una misión de rescate de un piloto en un avión hundido. Un buzo de la US Navy se enfundó el DSEND para sumergirse en un gigantesco tanque lleno de agua marina. Allí, nadando a través del fuselaje de una réplica de la aeronave, encontró a un maniquí que representaba un cuerpo humano.
Otras pruebas incluyeron aparejar un pecio para su salvamento o atravesar túneles improvisados que representaban buques hundidos. Todas ellas han demostrado la versatilidad de DSEND y su gran mejora en la flexibilidad y maniobrabilidad. El próximo objetivo es que el traje pueda soportar presiones de hasta 300 fsw, el equivalente a más de 9 bares, lo que permitiría a los buzos alcanzar mayores profundidades sin peligro.
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