El módulo Luna-25 ya no llegará al polo sur lunar. La nave espacial, tal y como han indicado desde la agencia espacial rusa Roscosmos, se ha estrellado contra la superficie del satélite natural de la Tierra esta misma mañana. Aunque todavía hay que esperar al informe final, ayer por la tarde la misión se encontraba en una situación muy delicada que no se ajustaba al plan de vuelo establecido por Moscú.
"Durante la operación en la estación automática ocurrió una situación de emergencia que impidió relaizar la maniobra según los parámetros previstos", señaló el comunicado de Roscosmos ayer. Y es que, Luna-25 no consiguió entrar en la órbita necesaria para alunizar de forma controlada y segura.
En una publicación en el canal oficial de Telegram, la agencia espacial ha publicado que perdieron el contacto con la sonda a eso de las 5 de la tarde —hora de España— de ayer. Las gestiones posteriores se centraron en "buscar el aparato y entrar en contacto con él", pero sin resultados satisfactorios.
Según los análisis preliminares, el accidente ha ocurrido debido a la desviación de los parámetros reales del impulso respecto a los calculados. "El dispositivo cambió a una órbita fuera de diseño y dejó de existir como resultado de una colisión contra la superficie lunar", señalan.
"Una comisión interdepartamental especialmente formada se ocupará de las cuestiones de esclarecimiento de las razones de la pérdida de Luna-25", concluye el comunicado. Esta sonda estaba llamada a ser la primera en posarse en el polo sur de la Luna, una de las regiones más complejas del satélite pero también de las más ricas en hielo.
Luna-25 se lanzó el pasado día 11 de agosto y tenía previsto alunizar este mismo lunes, sólo un par de días antes de que la misión india Chandrayaan-3 haga lo propio el miércoles. Con la eliminación de la sonda rusa, si la india consigue completar satisfactoriamente el plan de vuelo podrá convertirse en la pionera en esa región.
Y es que, el aprovechamiento de las reservas de hielo de la Luna puede suponer un punto de inflexión en la logística y operativa de los viajes espaciales. El agua puede convertirse en hidrógeno y oxígeno que sirven a su vez como combustibles para los cohetes y, además, puede emplearse por parte de los astronautas para las futuras colonias humanas permanentes.
Además de la India, Estados Unidos tiene planeado llevar astronautas durante una semana al polo sur de la Luna mediante la misión Artemis III, planeada para 2025. Y China se encuentra desarrollando un módulo lunar y un rover para explorar esa zona sólo un año después.