La impresión 3D aplicada a la biología es un tema muy peliagudo y complicado a nivel tecnológico, tanto en España como en el resto del mundo. Hacer impresiones biológicas ya de por sí es algo difícil, pero existen métodos para facilitar estos procesos: la impresión en el espacio exterior La compañía Redwire Space presume de haber 'bioimpreso' con éxito un menisco de rodilla humano en la Estación Espacial Internacional.
Según recoge la propia compañía Redwire Space, la firma en cuestión ha podido realizar esta hazaña en la ISS sin mayores percances. Esta se constituye como la primera vez que se ha impreso en 3D una parte del cuerpo humano en el espacio, usando además en este caso tejidos de origen humano.
Si bien es cierto que la impresión de partes y tejidos humanos en 3D es un campo en auge por muchas empresas en el mundo, el realizar estos procesos en gravedad cero es todavía un mundo por descubrir. No obstante y tal y como aseguran desde Redwire, los entornos de microgravedad o gravedad cero pueden ser idóneos para construir tejidos y órganos con éxito.
Impresión 3D en el espacio
En concreto, se ha impreso el cartílago de un menisco, justo en la Instalación de Biofabricación o BFF de Redwire dentro de la ISS. La investigación, llamada "BFF-Meniscus-2", ha permitido la impresión del menisco con células humanas vivas o más concretamente, usando células madre de origen humano y colágeno en una bioimpresora 3D especializada.
Esta impresora, lanzada a finales de 2022 en una cápsula de carga de Northrop Grumman, ha sido la encargada de realizar todo el proceso. Posteriormente a la impresión, el equipo transfirió el menisco al Procesador de Experimentos Espaciales Avanzado de Redwire, para un proceso de cultivo de 14 días.
Este menisco ya se encuentra en la Tierra; fue una cápsula Crew Dragon de SpaceX la que regresó el objeto en cuestión la madrugada del pasado lunes. Hay que aclarar que pese al éxito de la investigación, no existen planes de trasplantar este menisco a una persona física, ya que se considera una demostración técnica.
Fueron los astronautas Frank Rubio, Stephen Bowen, Warren Hoburg y Sultan Al-Neyadi los que llevaon a cabo el transporte, a bordo de la misión Crew-6 de SpaceX. Como parte del experimento, Redwire contó con la asociación del centro de investigación biomédica de la Universidad de Servicios Uniformados del Centro de Biotecnología de Ciencias de la Salud.
La lógica dictamina que la impresión de estos tejidos y órganos debería ser más complicada en el espacio. Redwire explica que una vez la gravedad queda fuera de la ecuación, los materiales viscosos lo tienen más fácil para mantener su forma en el espacio. Esto, a su vez, hace que sea menos complicado imprimir estos productos sin productos químicos ni andamios, como se hace en la Tierra.
Así lo desarrolla Mike Gold, director de crecimiento de Redwire. "Cuando se desactiva la gravedad, se crea un entorno en el que se pueden construir tejidos y órganos con éxito". Lógicamente, el propio Gold admite que aún queda estudio por realizar, y que deben "entender el proceso y tratar de construir a partir de este para reproducir el éxito".
De nuevo, este hecho se constituye, en palabras de Redwire, como la primera vez que se consigue imprimir en 3D una parte de un cuerpo humano en el espacio usando tejidos de origen humano. La idea con este éxito es conseguir descubrir mejores formas de fabricar órganos de una manera asequible y a mayor escala. Aún así, John Vellinger, vicepresidente ejecutivo de Redwire, catalogó el logro como un "hito innovador".
¿Y por qué un menisco? Redwire explica que eligieron el menisco porque los desgarros de este tejido son una de las principales causas de lesiones ortopédicas entre los militares. Recordemos que el centro de investigación biomédica mencionado anteriormente se dedica a investigar terapias que podrían, precisamente, ayudar a los propios militares.