Hace unas escasas semanas, asistíamos a una misión histórica de la NASA: la OSIRIS-REx, una de las más relevantes de los últimos años y que pudimos ver desde España. La cápsula que la sonda OSIRIS-REx dejó en la Tierra aterrizó con éxito en Utah, dejándonos la posibilidad de observar valiosísimas muestras del asteroide Bennu. Sin embargo, ha habido un imprevisto en la operación: la cápsula no se puede abrir.
O al menos, el sistema que mantiene la muestra aislada del aire terrestre, ha impedido a la NASA acceder al valioso tesoro que oculta. Y es que la cámara principal en la que se almacena casi toda la muestra principal del Bennu está sellada por el sistema TAGSAM, por sus siglas en inglés, Touch-And-Go Sample Adquisition Mechanism, protegiéndola del exterior. Dos tornillos en la cápsula estarían impidiendo a los expertos abrir la cápsula.
Según expone la propia NASA, dos de los 35 tornillos que actualmente sellan la cápsula TAGSAM no han podido ser retirados, quedando aparentemente atascados. La agencia espacial explica que se han intentado retirar con las herramientas únicamente aprobadas para la operación OSIRIS-REx, pero que no han servido para mucho.
Varapalo para la misión OSIRIS-REx
El contenedor principal de la cápsula, protegido por el sistema TAGSAM y que actualmente está sellado para evitar que la muestra del Bennu reciba contaminación externa, no es accesible. Los expertos de la agencia ubicados en el Centro Espacial Johnson no han conseguido abrir el contenedor, debido precisamente a estos dos tornillos atascados.
Si bien la NASA ha querido mandar un mensaje tranquilizador asegurando que ya están desarrollando nuevas técnicas para conseguir extraer el material ubicado dentro de la cápsula, avisan de que no será un proceso rápido en absoluto. Este podría alargarse incluso semanas, ya que estos nuevos métodos deben ser seguros para que la muestra interna no se vea expuesta al exterior.
De base, partimos del hecho de que este procedimiento debe realizarse con extremo cuidado y cautela. Pero a esto le sumamos que se deben cumplir una serie de condiciones muy concretas para ser llevado a cabo. Todo el trabajo de curación de la muestra, aseguran desde la NASA, debe realizarse en una caja con guantes sumergida en nitrógeno.
Lo que se busca con estas condiciones es, precisamente, evitar que la muestra quede expuesta en lo más mínimo a la superficie terrestre. La prioridad, en palabras de la NASA, es preservar "el estado prístino de la muestra para análisis científicos posteriores". Las herramientas desarrolladas deben adaptarse a estas condiciones; caber dentro de la guantera, no comprometer la integridad de la muestra...
No todo es malo
En contrapartida, la misión OSIRIS-REx presenta una serie de resultados tremendamente positivos que no se deben obviar, pese a la situación. La idea era conseguir al menos 60 gramos de material, y los científicos aseguraron haber conseguido muchísimo más.
Solo en muestras recogidas desde el cabezal exterior del mecanismo TAGSAM se han logrado recuperar y curar hasta 70,3 gramos de material. Todo ello sin contar la cantidad que hay dentro de la cápsula, ya que actualmente no se puede saber. Recordemos que debido a que el material del asteroide era maleable, los científicos no están seguros de cuánto material fue capaz de recoger la sonda OSIRIS-REx.
Según la NASA, "la muestra procesada hasta ahora incluye las rocas y el polvo encontrados en el exterior del cabezal del muestreador, así como una porción de la muestra masiva del interior del cabezal, a la que se accedió a través de la solapa de mylar del cabezal". Es decir, que los resultados de esta misión están siendo tremendamente positivos.
Por el momento, no hay detalles sobre cuánto tiempo tardaremos en acceder a las muestras del interior de la cápsula, cuando se consigan retirar esos dos tornillos. La NASA ya ha asegurado que al menos el 25% de la muestra recogida del Bennu se entregará a más de 200 científicos ubicados en hasta 25 instalaciones distintas. Un 4% irá a parar a la Agencia Espacial Canadiense y un 0,5%, a la JAXA (la agencia espacial japonesa).