Bulava, el misil submarino con el que Rusia puede generar un apocalipsis nuclear en Nueva York
Coincidiendo con un ensayo de lanzamiento, se está viralizando un vídeo en redes sociales mostrando un hipotético ataque a ciudades estadounidenses.
7 noviembre, 2023 02:02Mientras el mundo gira la mirada hacia el conflicto entre Israel y Gaza, Rusia continúa con su particular programa de ensayos armamentisticos. El de esta ocasión está protagonizado por un misil intercontinental lanzado desde el Emperador Alejandro III, uno de los submarinos nucleares más modernos de cuantos sirven para Moscú.
"El nuevo crucero estratégico submarino de propulsión nuclear Emperador Alejandro III disparó con éxito un misil balístico intercontinental Bulava desde el mar Blanco hasta el campo de entrenamiento de Kamchatka", según ha anunciado el Ministerio de Defensa de Rusia. "El lanzamiento del misil se realizó de forma normal desde una posición submarina".
El Kremlin no ha publicado información clave sobre este asunto, como la fecha en la que se produjo ni el punto exacto desde donde se efectuó el lanzamiento. Lo que sí está circulando por redes sociales es un vídeo hecho por ordenador donde se puede apreciar a un misil Bulava emergiendo desde el mar e impactando en las ciudades de Nueva York y San Francisco. Los efectos visuales aplicados son propios de producciones cinematográficas —algunos incluso extraídos directamente de películas—, pero la autoría y origen del material multimedia se desconoce.
In #Russia, Kremlin’s propaganda released a short animation showing a Russian nuclear strike on the #US, with devastation of American cities including San Francisco and New York City.
— Alex Kokcharov (@AlexKokcharov) November 4, 2023
Kremlin’s wet dreams about the world they want to live in.
pic.twitter.com/XoxHEi3Hpd
"El lanzamiento de misiles balísticos es el elemento final de las pruebas estatales, después de lo cual se tomará la decisión sobre la aceptación del crucero [submarino] por parte de la Armada", según señaló el propio Ministerio. El sumergible Emperador Alejandro III se botó el 29 de diciembre del pasado 2022 y, desde entonces, se encuentra en pleno proceso de aceptación por parte de las fuerzas navales rusas.
El anuncio del ensayo llega tan sólo unos días después de que Putin anunciara la salida de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) que suscribió en 1996. Esto abre la puerta a la prueba de armamento con material radiactivo en su interior y no con cargas simuladas como lo suelen realizar los países firmantes. Del mismo modo, hace poco más de un mes, el propio presidente ruso anunció la fabricación "masiva" de su misil intercontinental Satán —lanzado desde tierra firme— y el lanzamiento del Burevestnik, un nuevo misil intercontinental de propulsión nuclear.
Estados Unidos, por su parte, acaba de informar del despliegue en Oriente Medio de un submarino nuclear de la clase Ohio del que no han revelado ni posición exacta ni el nombre de la embarcación. Se suma a los dos grupos de ataque de portaviones que ya han estado ejecutando maniobras en la zona en los últimos días.
Misil Bulava
El Bulava comenzó a prepararse en los años 90 dentro del Instituto de Tecnología Térmica de Moscú con el fin de representar uno de los pilares fundamentales de la proyección nuclear internacional rusa. La capacidad de lanzamiento desde el entorno submarino le proporciona una cobertura mundial gracias a las posiciones secretas que estos sumergibles toman en los mares y océanos de todo el planeta.
La primera prueba de vuelo propulsado —que se sepa oficialmente— se llevó a cabo en septiembre de 2005, mientras que el primer lanzamiento submarino hizo lo propio en diciembre de ese mismo año. Por su parte, el inicio de la producción se produjo entre el 2007 y 2008, según recoge el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
La última gran prueba de fuego a la que se enfrentó el Bulava ocurrió en junio de 2011 cuando se acopló y lanzó por primera vez desde un submarino de la clase Borei, a la que pertenece el navío Emperador Alejandro III. Desde entonces, el Kremlin ha ejecutado diversos lanzamientos, todos ellos sin material nuclear a bordo conocido, con el fin de ir probando el misil y cada uno de los sumergibles en los que se ha ido integrando.
Los últimos datos apuntaban a un total de 96 unidades de misiles Bulava desplegadas a bordo de los 6 primeros submarinos de la clase Borei. Ese dato no tiene en cuenta al Emperador Alejandro III que, probablemente, contará con la misma dotación armamentística una vez se finalice todo el proceso de evaluación.
Si bien las medidas exactas del Bulava son desconocidas, se estima que la longitud total del misil está entre los 12 y los 13,5 metros con un diámetro de aproximadamente 2 metros. En cuanto la masa en el momento de lanzamiento, se cree que puede llegar hasta las 39 toneladas.
De la propulsión se encarga un sistema de tres etapas de combustible sólido que le permiten ascender a miles de metros de altura y alcanzar una distancia horizontal de más de 8.000 kilómetros. En su interior, cada Bulava incorpora entre 6 y 10 cabezas de guerra nucleares de hasta 160 kilotones cada una de ellas.
Una de las particularidades del misil intercontinental es que cada una de esas ojivas cuenta con cierto grado de maniobrabilidad que permite dirigir el lanzamiento hacia un objetivo diferente y con una precisión de 350 metros. También incorporaría una serie de señuelos como contramedida y, según reportes de funcionarios rusos, cada una de las ojivas puede reprogramarse en pleno vuelo para que ataque una ubicación distinta de establecida originalmente.
El submarino nuclear
El sumergible Emperador Alejandro III es el séptimo de la clase Borei, la saga de submarinos nucleares más moderna de Rusia. Se botó en diciembre del pasado año 2022 y tiene previsto entrar oficialmente en servicio a finales de este 2023 o a principios del 2024.
Tal y como recogen desde Paluba, una de las características más importantes de toda la clase Borei es que en su construcción se utilizan únicamente materiales de origen ruso. Además, las 3 primeras unidades de esta clase aprovecharon algunos submarinos nucleares inacabados fruto de proyectos descontinuados.
Esta familia de submarinos nucleares tiene una eslora de 170 metros por una manga de 13,5 metros que se reparte un desplazamiento en superficie de 14.720 toneladas y 24.000 toneladas cuando está sumergido. Como sistema de propulsión recurre a un reactor nuclear que alimenta a una turbina de vapor que genera 50.000 caballos de potencia a través de una bomba de chorro.
Consigue una velocidad máxima sumergida de 54 km/h mientras que en superficie se queda en 28 km/h. La generación mediante un reactor nuclear le permite una autonomía prácticamente limitada, tan solo supeditada por los víveres a bordo del submarino cuya dotación alcanza las 130 personas.