A finales de la semana pasada, se pudo ver desde España como SpaceX, empresa de Elon Musk hacia historia al concluir con éxito su segunda prueba de lanzamiento del cohete más grande del mundo, Starship. Este será el vehículo de muchas misiones a la Luna y Marte para la NASA, pero antes debe estar bien ensayado. Al contrario que Glenn, cohete de Blue Origin, empresa de Jeff Bezos, que la NASA ha elegido para una sencilla misión a Marte y ha resultado ser su primer vuelo.

Las misiones espaciales requieren una inversión muy grande de dinero y mucho tiempo de trabajo como para dejar detalles al azar, de ahí que se invierta tanto en probar los equipos, naves y cohetes antes del despegue definitivo. Sin embargo, la NASA ha decidido saltarse estos pasos previos y confiar algunas de sus sondas espaciales al cohete novato de Blue Origin.

Aunque el contrato se anunció en febrero de este año, Bradley Smith, director de servicios de lanzamiento de la NASA, ha indicado esta semana ante un comité asesor que este será "muy probablemente el primer lanzamiento de New Glenn", lo que supone un inicio "increíblemente ambicioso" para este novato, tal y como recoge ArsTechnica.

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Musk y Bezos hace tiempo que compiten en la nueva industria espacial privada, aunque la empresa del fundador de Amazon va algo por detrás que la del dueño de Twitter (ahora llamada X). Este es el primer encargo interplanetario que recibe de la NASA. A diferencia de SpaceX, que estrenó el Falcon Heavy lanzando un coche Tesla Roadster al espacio, New Glenn se estrenará por todo lo alto.

Estreno a lo grande

La NASA utilizará el nuevo cohete Glenn para entregar cargas útiles en la misión ESCAPADE. New Glenn es un cohete de la empresa reutilizable y su primer cohete de clase orbital. Tiene una importante altura de más de 98 metros y un carenado de carga útil de 7 metros de diámetro, más grande que cualquier otro. 

Puede elevar casi 45 toneladas métricas de carga útil a la órbita terrestre baja, según Blue Origin. Un peso por encima de la capacidad máxima del cohete Vulcan de United Launch Alliance o del cohete Falcon 9 de SpaceX, pero por debajo del Falcon Heavy de SpaceX.

Primera etapa de la New Glenn Blue Origin

A principios de este año se indicó que la fecha de lanzamiento sería en torno a agosto de 2024, pero esta semana Bradley Smith, director de servicios de lanzamiento de la NASA, aclaró que lo más probable es que se desarrolle "por estas fechas el próximo año". En realidad, el primer lanzamiento del cohete New Glenn de Blue Origin estaba programado para 2020, pero cuenta con un retraso de cuatro años. 

La agencia también ha elegido a esta compañía para otras tareas como el futuro sistema de aterrizaje de Artemis V, la misión que terminará por establecer colonias en la Luna. Aún así, más que el peligro de explotar o un fallo que destruya la misión, está el riesgo de más retrasos por parte de Blue Origin o SpaceX que agraven la ya elevada cuenta en los presupuestos de la NASA.

Misión ESCAPADE

Las cargas que el cohete llevará a Marte en ese primer viaje serán sondas con las que la agencia espacial pretende seguir estudiando el planeta rojo. Transportará dos naves que medirán el plasma y los campos magnéticos en los alrededores del planeta vecino. En estos consistirá la misión Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers (ESCAPADE).

Misión ESCAPADE que usará el cohete de Blue Origin NASA

Esta nueva misión cuenta con un presupuesto de 79 millones de dólares, una cifra relativamente más baja que otras emprendidas por la NASA. De ahí que la agencia considere que vale la pena arriesgarse con un cohete nuevo que aún no ha sido probado más veces. Los documentos de adquisición sugieren que el acuerdo vale 20 millones de dólares, un precio que, según Smith, refleja el riesgo de lanzar el primer vuelo de un nuevo cohete.

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