Tras el breve alto el fuego de la semana pasada, prosiguen los bombardeos y el avance terrestre de Israel en la Franja de Gaza, hasta el punto de provocar lo que parece un cisma dentro de la propia Hamás. En estas últimas incursiones están teniendo un protagonismo especial los implacables tanques Merkava IV, una de las señas de identidad más destacadas del ejército israelí

En uno de los últimos vídeos compartidos por la propia organización paramilitar palestina, lo que se puede observar con toda claridad es el funcionamiento del sistema de autoprotección de los Merkava, uno de los más avanzados del mundo. Se trata de Trophy, de Rafael Advanced Defense Systems, capaz de eliminar la mayoría de proyectiles antitanque con una sorprendente eficacia. "Con más de 5.300 pruebas de fuego real y 1.000.000 de horas de funcionamiento, es el único APS [siglas en inglés de 'sistema de protección activa'] que ya ha salvado vidas", señalan desde la propia empresa armamentística israelí.

Esta 'burbuja' de neutralización de casi 360 grados se basa en un conjunto de pequeños radares, encargados de detectar, clasificar y atacar todo tipo de armas antitanque, desde proyectiles HEAT hasta los RPG que suelen utilizar los miembros de Hamás. Una vez detectada y clasificada la amenaza, el sistema libera las contramedidas desde alguno de los lanzadores múltiples precargados con proyectiles cinéticos, diseñados para destruir o desviar los proyectiles chocando físicamente contra ellos. 

Según explica Rafael, el software de Trophy "puede localizar la fuente del disparo, lo que permite a la tripulación devolver el fuego con eficacia utilizando el armamento de la plataforma, o mediante la interconexión con otras plataformas de combate a través de la red BMS".

Trophy, incorporado por primera vez a partir de 2009 y totalmente operativo desde 2011, está presente en los Merkava III y IV y en los APC Namer, todos de Israel, pero también en algunos modelos de los Abrams estadounidenses.

El sistema activo de protección Trophy

Su alta precisión y facilidad de uso también llevaron a Alemania a integrarlo en algunas unidades de Leopard 2. Por su parte, Reino Unido se sumó a la lista de países interesados en el APS adaptándolo a los tanques Challenger 3, que se encuentra en producción desde 2022. 

Sin embargo, desde The War Zone apuntan también a los puntos débiles del sistema. Trophy es muy relevante a la hora de proteger vehículos que operan en entornos urbanos densos, pero también "presenta algunos riesgos para la infantería, especialmente si trabaja muy cerca del vehículo en el que está montado".

El sistema Trophy interceptando un proyectil Rafael Omicrono

En teoría, el sistema proporciona "una zona de seguridad predefinida para las tropas amigas" y presenta "un riesgo mínimo para los desmontajes, las tripulaciones o los civiles", pero no queda claro si lo hace a expensas de desproteger el vehículo, ya que dejaría de estar activo en esos casos.

Su nivel de eficacia también desciende si recibe un gran volumen de ataques y tampoco está diseñado para proteger contra todo tipo de amenazas, como el acercamiento de combatientes enemigos que pueden colocar cargas explosivas directamente en el tanque. Al no cubrir la totalidad de los 360 grados, Trophy tampoco protege frente a ataques de drones, por ejemplo, tan habituales en los conflictos bélicos modernos, como se ha podido comprobar en la invasión rusa de Ucrania.

También te puede interesar: