Después de horas de lucha, la misión Peregrino tal y como estaba planteada ha llegado a su final. Los ingenieros de Astobotic lograron solucionar el primer problema de la orientación de los paneles solares respecto al Sol, que estaba agotando las baterías a un ritmo acelerado. Justo antes de perder las comunicaciones, ejecutaron una maniobra clave que consiguió reactivar el sistema de almacenamiento de la energía y permitir así el envío de datos.
Sin embargo, el equipo encargado de la operación ya comunicó que este problema en la orientación hacia el Sol podría haberse debido a un problema en el sistema de propulsión. Una vez restablecida la corriente eléctrica y con todos los sensores en funcionamiento, la compañía emitió un comunicado indicando que ese fallo en los propulsores está "causando una pérdida crítica de propelente".
"El equipo está trabajando en intentar estabilizar esta pérdida, pero dada la situación, tenemos que priorizar al máximo toda la ciencia y los datos que podamos capturar", han anunciado. En el mismo comunicado, explican que se encuentran evaluando perfiles de misión alternativos que puedan ser posibles ahora mismo.
De hecho, ya habían anunciado previamente que los motores son esenciales para la viabilidad de la misión, ya que sin un buen rendimiento es imposible que el módulo de aterrizaje Peregrino se pose suavemente en la superficie lunar.
Una pérdida importante de propelente como la que ha anunciado la compañía imposibilita la ejecución de la misión como estaba planteada en un principio. Principalmente debido a que no quedará suficiente como para llegar a la Luna y, en todo caso, para frenar en el alunizaje antes de posar sus patas en el regolito del satélite.
El sistema de propulsión de Peregrino cuenta con 5 motores principales y 12 motores con sistema de control y actitud impulsados por un bipropulsor hipergólico alimentado a presión. No requieren encendido porque el combustible —un derivado de la hidracina— y el oxidante —óxido nítrico— se queman al contacto.
Un par de tanques de cada componente, cuatro en total, están espaciados uniformemente alrededor de la nave con un quinto tanque para el helio presurizado. Los motores principales de Peregrine, ubicados dentro del cono de la nave, se utilizan para todas las maniobras importantes, según explica Astobotic en la documentación técnica. Por lo que es posible que uno o varios de ellos sean los responsables del fallo.
Momentos de tensión
"Después de separarse con éxito del cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA), Peregrine comenzó a recibir telemetría a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA", según indicaron desde Astrobotic Technology, la compañía que ha fabricado la sonda y que está encargada de su operación durante el trayecto, en un primer comunicado.
También explicaron que los sistemas de aviónica construidos dentro de la propia compañía han funcionado de forma correcta. "Incluida la unidad principal de mando y manejo de datos, así como los controladores térmicos, de propulsión y de potencia"; todos ellos se han "encendido y rendido como se esperaban".
Después de una activación exitosa de los sistemas de propulsión de la propia Peregrine, la sonda entró en un "estado completamente operativo". Que hacía indicar que todo funcionaba según lo planeado y lo esperado por los ingenieros de Astobotic.
"Desafortunadamente, se produjo una anomalía que impidió que Astrobotic lograra una orientación estable hacia el punto solar", afirmaron. Esto ocurre cuando los paneles solares que proporcionan energía a la propia sonda no consiguen orientarse correctamente hacia el astro rey. Una maniobra crítica pues los sistemas a bordo funcionan gracias a las células fotovoltaicas que todas las naves espaciales integran en unos grandes brazos que se despliegan una vez en el espacio.
"Lo primero que vamos a hacer es rotar la nave espacial para asegurarnos de que apunte al Sol, y luego vamos a cargar las baterías y asegurarnos de que todo esté correcto", según explicó John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic, en una rueda de prensa el pasado 5 de enero. Una maniobra que el personal encargado de la operación no ha podido completar con éxito por el momento.