La profunda crisis en la que está sumida la cúpula militar ucraniana se une ahora a la intención de Zelenski de movilizar a medio millón de compatriotas para luchar contra Rusia. La puntilla de esta situación tan delicada es una fuerza aérea prácticamente desintegrada dentro de un ejército escuálido y desesperado por recibir ayuda internacional, incluida la de España.
Estas carencias de la rama aérea se han intentado suplir con drones, que Ucrania pierde por miles todos los meses, mientras se prepara la llegada de los prometidos F-16. Junto a estos cazas también llegará una serie de misiles que serán tan importantes como las propias aeronaves para recuperar el territorio invadido.
Si bien el modelo de caza está claro, queda pendiente concretar qué tipo de munición traerán bajo el ala. Sólo se conoce que "tendrá un alcance de entre 300 y 500 kilómetros", según ha indicado Serhii Naev, comandante de las Fuerzas Armadas ucranianas, al medio RBC. Señalando también que llegarán en "más paquetes de ayuda militar".
La información oficial por parte de los estamentos militares de Zelenski termina ahí, sin nombrar un tipo de misiles concreto ni mucho menos un plazo. Sin embargo, el AGM-158, también conocido como JASSM, es la única munición conocida compatible con el F-16 que cumple con los requisitos anunciados por Naev.
El verano pasado Países Bajos y Dinamarca obtuvieron el beneplácito de Estados Unidos —como país exportador del avión— para la cesión de varias unidades de F-16 a Ucrania. Las últimas informaciones disponibles apuntan a que los pilotos se encuentran recibiendo instrucción tanto en Estados Unidos como en algunos países de Europa. España no cuenta con este modelo de aeronave, por lo que está fuera de la ecuación académica.
Misiles de largo alcance
El AGM-158 (JASSM) es un misil de crucero aire-superficie desarrollado en los años 90 por Lockheed Martin. Lleva operativo desde el 2003 a bordo de una amplia gama de modelos de aeronave, tanto de cazas como el F-16 como de bombarderos como el B-1B Lancer.
A pesar de este par de décadas y algunos años más desde que salió del laboratorio, continúa siendo un misil clave para la proyección táctica de medio y largo alcance de Estados Unidos. Principalmente gracias al continuo desarrollo de nuevas versiones que han ido actualizando las capacidades del misil.
Entre las mejoras aplicadas se encuentran el incremento de la autonomía efectiva, que pasó de los 370 kilómetros de la versión original hasta los más de 900 km de la versión de rango extendido. El JASSM se diseñó como un misil para lanzarse lejos de las posiciones enemigas a las que quiere atacar y, además, con una baja huella radar para que pase inadvertido a los escudos de defensa aérea.
Dispone de un sistema de guiado compuesto por GPS y otro inercial independiente de cualquier conectividad satelital, que le proporciona navegación en entornos electromagnéticamente comprometidos. La cabeza de guerra de fragmentación explosiva y 450 kilogramos está diseñada para atacar cualquier tipo de despliegue en tierra firme. Ya sean otros sistemas antiaéreos o infraestructuras como edificios.
Este modelo de misil ha tenido cierto éxito de ventas y está presente en fuerzas aéreas como la finlandesa, australiana o marroquí. Lockheed Martin ha fabricado más de 2.000 unidades desde su puesta en servicio y en la actualidad se encuentra inmersa en un programa de mejora que le permitirá alcanzar los 1.900 km de rango.
Una de las posibles municiones que se acerca a lo descrito por el mando militar ucraniano es el misil AGM-84 SLAM-ER, según The War Zone. Fabricado por Boeing y en servicio desde el año 2000, tiene un rango efectivo de 270 kilómetros y es compatible con el F-16. Tiene una cabeza de guerra de 360 kilogramos, capacidad para ejecutar ataques a la superficie y la particularidad de que puede controlarse de forma remota por parte de la tripulación. Esto último le permite ajustar al máximo la precisión del ataque e incluso cambiar el objetivo en pleno vuelo.
Bombas guiadas
Mientras Ucrania espera la incorporación de los cazas F-16 y sus misiles, hace sólo unos días que se ha confirmado la llegada de las bombas guiadas GLSDB al campo de batalla contra Rusia. Se trata de una munición desarrollada por la estadounidense Boeing y la sueca Saab tomando como base a las GBU-39 SDB, una bomba diseñada para desplegarse desde una aeronave, a la que se añade el motor de un cohete para poder lanzarse desde tierra firme.
La munición utiliza el cohete como método de despegue y, una vez a la altura necesaria, se desacopla y la bomba despliega sus propias alas. El buscador de objetivos comienza entonces a hacer su trabajo proporcionando la capacidad de guiado con un rango efectivo de 150 kilómetros.
Es compatible con los lanzadores HIMARS y MLRS que ya se encuentran en servicio en las filas ucranianas y su cabeza de guerra está compuesta por 16 kilogramos de explosivo de fragmentación. Biden anunció el envío de estas bombas guiadas en 2022 y se trata de la primera vez que entren en combate.