La Estación Espacial Internacional está perdiendo aire, la agencia espacial estadounidense ha indicado que se trata de un problema antiguo, pero que ha duplicado su tamaño recientemente. Tanto la NASA como la agencia rusa Roscosmos están controlando la situación y afirman que no supone un problema para los astronautas y o la ISS cuya fecha final se acerca, el 2030 se destruirá contra la Tierra.
No es la primera fuga que sufre esta mítica estación espacial con décadas de trabajo a sus espaldas. El año pasado una fuga de combustible dificultó el rescate de unos astronautas. Esta vez, la gravedad es menor, pero revela el estado de deterioro de la misma.
La fuga sería de tres pies, lo que equivale a 0,9 metros de longitud. Puede parecer de gran tamaño, pero la NASA asegura que no supone un riesgo para los astronautas a bordo. "No tiene impacto en este momento en la seguridad de la tripulación ni en las operaciones del vehículo, pero es algo que todos deben tener en cuenta" dijo el miércoles el gerente del programa de la Estación Espacial Internacional (ISS) de la NASA, Joel Montalbano.
Esta brecha, sin embargo, está creciendo en tamaño. Desde principios del mes de febrero, la agencia estadounidense ha indicado que la fuga está aumentando a un ritmo de más de 0,9 kilogramos de aire perdido por día, el doble de la tasa anterior detectada en esa parte de Zvezda.
Tras el lanzamiento de la nave de carga Progress MS-26 del 14 de febrero se realizaron algunas pruebas de seguridad. Cuando Progress atracó en la estación, mantuvieron la escotilla cerrada durante aproximadamente 24 horas "para dejar que todo se humedeciera" y ver si eso afectaba la fuga. "Nada ha cambiado", explican para tranquilizar, según detalla Space News.
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La fuga se encuentra en un vestíbulo conocido como PrK entre el puerto de acoplamiento y el resto del módulo. Esa sección se puede sellar para minimizar la pérdida de aire del resto de la estación.
Aunque el problema no puede ser ignorado y ambas agencias están colaborando por mantener la fuga controlada, aseguran que no es un problema grave por el momento. "En el peor de los casos se perdería ese puerto, pero no supone una preocupación existencial catastrófica para la Estación Espacial Internacional en sí".
El próximo 2 de marzo hay prevista una nueva misión de SpaceX para llevar a un nuevo grupo de astronautas a la ISS. El lanzamiento se aplazó por inclemencias meteorológicas. La fuga no obstaculiza los planes de esta misión.
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