Adiós a la basura espacial: el potente rayo láser para destruir los restos de satélites perdidos en el espacio
El sistema, operado desde el observatorio Mount Stromlo (en Australia), permitiría resolver el grave problema que plantean los residuos espaciales.
2 marzo, 2024 02:15La basura espacial es un problema creciente y, si nada cambia, lo será aún más en los próximos años. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), hay más de 35.000 fragmentos de basura espacial de más de 10 centímetros, provenientes de viejos satélites, cohetes usados y fragmentos generados en colisiones orbitales o explosiones. Ya se están investigando métodos para evitar su propagación, como el revolucionario imán que acaba con la chatarra espacial, pero de momento el riesgo de que en cualquier momento caiga un satélite sin control a la Tierra es constante.
Uno de los últimos métodos propuestos, que puede suponer un radical cambio de estrategia en la gestión de los residuos de la carrera espacial (tanto la del pasado como la actual), se basa en el uso de láseres de gran potencia para destruir o desviar los objetos potencialmente peligrosos o en riesgo de colisión.
Es lo que proponen EX-Fusion, empresa japonesa centrada en el desarrollo de láseres para lograr la anhelada fusión nuclear, y EOS Space Systems, firma australiana con experiencia en el uso de láseres para localizar basura espacial. Hace unos meses, ambas compañías anunciaron la firma de un memorando de colaboración para desarrollar y poner a prueba el primer sistema que permitiría disparar un láser pulsado desde la Tierra para eliminar objetos especialmente difíciles de rastrear y causantes de serios problemas cuando chocan contra satélites en funcionamiento.
Láseres contra basura espacial
Los satélites en desuso y etapas de cohetes que orbitan inertes alrededor de nuestro planeta son sólo la punta del iceberg. Algunas estimaciones cifran los fragmentos de basura espacial de entre 1 y 10 cm en más de un millón, mientras los de tamaño inferior a un cm serían más de 130 millones.
Esa ingente cantidad de chatarra espacial implica una serie de riesgos para las nuevas naves y, en ciertos casos, puede poner en peligro equipos y naves vitales para los sistemas de comunicación terrestres o ambiciosas misiones como las que la NASA tiene proyectadas para que el ser humano vuelva a pisar la Luna.
Según el acuerdo alcanzado por EX-Fusion y EOS Space, el objetivo es instalar un láser de alta potencia en Mount Stromlo, el observatorio que opera la compañía australiana en las afueras de Camberra. La primera fase implicará crear un sistema de rastreo para seguir la trayectoria de restos de menos de 10 cm, muy complejos de localizar desde la Tierra hasta la fecha.
La segunda fase del contrato prevé la eliminación de los residuos espaciales disparando el láser de forma intermitente en dirección opuesta al de su desplazamiento, lo que serviría para frenarlos. Cuando reducen su velocidad orbital, este tipo de objetos caen a la atmósfera terrestre y se queman en la reentrada.
"El trabajo de EX-Fusion en el campo de la fusión nuclear por láser complementa nuestra experiencia en láseres y ofrece la posibilidad de encontrar soluciones innovadoras al problema de la basura espacial", declaró James Bennett, vicepresidente ejecutivo de EOS Space Systems.
Por su parte, los responsables de Ex-Fusion mencionaron el "aumento significativo en el número de desechos espaciales alrededor de la Tierra que amenazan con causar colisiones catastróficas con valiosos activos espaciales que son esenciales para la vida moderna en la Tierra". Por eso, apuestan por la creación de "estaciones terrestres ópticas equipadas con sistemas láser de alta potencia para eliminar los desechos espaciales o alterar su órbita para evitar estas colisiones catastróficas".
Diferentes a los militares
Si hay un gran desarrollo en el que está enfocado buena parte de la industria armamentística internacional, además de los misiles hipersónicos, ese es el de las armas láser. Como están demostrando conflictos como el de Israel y Hamás, el uso de drones y cohetes baratos requiere una elevada velocidad de respuesta y supone un enorme gasto para los sistemas antiaéreos, lo que podría solucionarse con sistemas como el Rayo de Hierro israelí, que ya ha fulminado su primer misil.
En una carrera liderada por China y EEUU gracias a unidades ultracompactas y de gran potencia, además de elementos defensivos para bloquearlas, Reino Unido ha sido la última en demostrar su potencial con una prueba de tiro del sistema de armas de energía dirigida por láser DragonFire (LDEW).
Sin embargo, y aunque EOS Space también suministra sistemas de armas láser para la destrucción de drones, los láseres que se van a utilizar para acabar con la basura espacial son muy diferentes de los militares.
Si estos últimos se basan en láseres de fibra, que ofrecen la posibilidad de cortar y soldar metal gracias al calor generado por un pulso de gran intensidad, los que propone EX-Fusion se combinan con láseres de estado sólido bombeados por diodos (DPSS), que no buscan la destrucción del objetivo seleccionado, sino disminuir una velocidad que puede alcanzar los 56.000 km/h.
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"La potencia de un láser para destruir basura espacial es de un orden de magnitud inferior a la de la fusión nuclear, pero comparten retos técnicos como su control mediante espejos especiales", señaló Kazuki Matsuo, director ejecutivo de EX-Fusion. "Esto hace que la eliminación de la basura espacial sea una prueba útil en el camino hacia la comercialización de la tecnología de fusión".
Así, en el proceso de fusión por láser que propone EX-Fusion también intervienen láseres DPSS, encargados de 'golpear' la superficie de una pastilla de combustible de hidrógeno de unos milímetros de diámetro, comprimiéndola para desencadenar una reacción de fusión.
Los planes de ambas compañías tardarán en hacerse realidad, ya que todavía deben superar importantes obstáculos antes de poder poner a prueba el sistema, aunque en el acuerdo figura un período de 12 meses que finalizaría el próximo mes de octubre. Los principales desafíos tienen que ver con alcanzar la precisión milimétrica y la potencia adecuada de los láseres, pero la iniciativa una ventaja fundamental frente a otros proyectos para acabar con la basura espacial: toda la calibración, las mejoras y el mantenimiento se pueden llevar a cabo desde la Tierra.
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