La industria aeroespacial está viviendo un momento dulce y más tras el tercer lanzamiento de Starship, la gigantesca nave de Elon Musk que el 14 de marzo al mediodía en España llegó a órbita; aunque terminó desapareciendo en su reentrada a la atmósfera de la Tierra. Una lanzadera, la de SpaceX, que puede servir de inspiración para la Agencia Espacial Europea (ESA) que, además de preparar el despegue del Ariane 6, fijado para este verano; está trabajando en un nuevo cohete totalmente reutilizable.
La ESA publicó el pasado miércoles 13 de marzo una convocatoria para empezar a trabajar en un demostrador -un diseño conceptual previo de un cohete- de etapa superior de un vehículo de lanzamiento reutilizable. En ella se esboza un proyecto en sus primeras fases de desarrollo y que tiene como objetivo "identificar las necesidades de maduración tecnológica para la demostración de la etapa superior reutilizable".
Entre estas necesidades se encuentran desde la identificación de tecnologías críticas y habilitadoras necesarias para el proyecto hasta la consolidación de requisitos de alto nivel que se emplearían para iniciar el desarrollo de la fase 1 del cohete. Incluso también se habla de la exploración de aplicaciones comerciales para esta tecnología.
Un proyecto que está siendo gestionado por la Oficina de Coordinación de Tecnología de Transporte Espacial de la ESA como parte de su Programa Preparatorio de Futuros Lanzadores. Además de la iniciativa de la etapa superior, en la convocatoria también se detalla que la Agencia Espacial Europea pretende desarrollar cohetes reutilizables y un motor de combustión por etapas reutilizable de alto empuje.
Con esta convocatoria, el proyecto Boosters for European Space Transportation (BEST!) de la ESA pretende fomentar la competencia por nuevos conceptos de futuras primeras etapas o etapas propulsoras reutilizables. Se conoce que los resultados de este desarrollo inicial se darán a conocer en una reunión que se celebrará a finales de 2025, para ver si el organismo toma la decisión de continuar o no con el desarrollo de los conceptos de cohetes presentados.
También está el proyecto Technologies for High-thrust Re-Usable Space Transportation (THRUST!). En este caso está centrado en impulsar la tecnología europea de propulsión líquida para alcanzar una demostración significativa en relación con la tecnología de combustión de etapas de alto empuje, como indican desde el medio European Spaceflight.
La ESA, gracias a esta convocatoria, tiene ahora el reto de convertir la tecnología que se presente en el concurso en un producto o cohete que sea comercialmente viable, algo que no han podido hacer modelos como Themis o Prometheus. Sin embargo, el organismo puede mirar a los éxitos conseguidos por Starship de SpaceX, una gigantesca nave totalmente reutilizable.