El inmenso cohete Starship acelera el ritmo de lanzamientos de prueba. Superados los problemas iniciales, en los últimos despegues ha cumplido con éxito sus metas. Su cuarto lanzamiento se plantea ya para principios de mayo después de haber alcanzado la órbita terrestre el pasado 14 de marzo en un tercer lanzamiento visto con gran expectación en todo el mundo, incluida España. La empresa espacial de Elon Musk ya está realizando pruebas clave para preparar ese siguiente vuelo de prueba donde debe demostrar que es reutilizable.
Menos de dos meses separarían un vuelo de otro en esta nueva etapa de desarrollo de Starship. La nave de grandes dimensiones se ha diseñado para servir de transporte a la Luna para las misiones tripuladas de la NASA, cuyo programa Artemis sufre importantes retrasos y sobrecostes. Tras cumplir esta meta, Starship también podría realizar viajes interestelares como ha prometido Elon Musk recientemente.
Los seis motores Raptor de Starship se han encendido esta semana en una prueba de fuego estático, un paso previo que se ha realizado cada vez que la empresa preparaba un nuevo vuelo de prueba. Los motores se encienden durante unos segundos, pero el cohete no se mueve de la plataforma. En el siguiente vídeo se puede apreciar la magnitud de la explosión bajo la nave.
Starship es un gigantesco sistema de transporte reutilizable compuesto por el propulsor Super Heavy de 33 motores Raptor y la nave en sí, con seis motores. Esta prueba también se realiza con los motores del Super Heavy, la primera etapa que impulsa a la nave desde el suelo. Este cohete de grandes dimensiones cuenta con una altura de 122 metros y un diámetro de 8 metros, que puede cargar de 100 a 150 toneladas métricas de carga, llegando a poder extenderlas hasta las 250 toneladas.
SpaceX tiene como objetivo realizar seis o más vuelos de prueba con Starship este año, de ahí este nuevo ritmo de lanzamiento. Parte de los objetivos marcados aspiran a poner en funcionamiento el vehículo totalmente reutilizable y lo más rápido posible.
Aunque se ha conseguido alcanzar la órbita en la última prueba, en la reentrada a la atmósfera la nave se rompió, impidiendo que se probara el amerizaje en el océano Índico como estaba planeado. Este sería el nuevo reto al que se enfrentaría la nave en su siguiente gran cita con la plataforma de lanzamiento. SpaceX ha hecho de la reutilización de cohetes parte de su marca; el resto de la industria espacial sigue este camino como mecanismo para ahorrar costes y acelerar el ritmo de los viajes.