La visión de Euclid comenzó a nublarse, la luz que recibía en sus observaciones disminuía poniendo en peligro la misión desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en la que ha participado España. El culpable era una fina capa de hielo instalada en la cámara del telescopio, era necesario actuar con urgencia y precisión. Durante meses, investigadores de diferentes países trabajaron en una solución para deshelar el telescopio sin afectar a los resultados de la misión-
Con solo un aumento de 34 grados, los instrumentos congelados del telescopio han comenzado a expulsar la fina capa de hielo que le estaba cegando, tal y como ha celebrado la agencia en una actualización de su comunicado. Sin embargo, esperan que este problema se repita, aunque ahora sabrán cómo actuar.
Diferentes equipos europeos de países como Alemania, España y Países Bajos han trabajado estrechamente con el Consorcio Euclid y los socios industriales Thales Alenia Space y Airbus Space para investigar e idear una posible solución. Lanzado hace menos de un año, esta nave tiene como objetivo estudiar uno de los grandes misterios de la cosmología, la energía oscura.
Los científicos de la ESA a cargo de este proyecto detectaron una disminución de la luminosidad de las estrellas que estaban observando. Aunque la capa de hielo es más fina que el ancho de una cadena de ADN, su impacto en la misión requiere de una acción rápida. Se había instalado en los espejos de la nave reduciendo la cantidad de luz estelar que el telescopio puede capturar y, por tanto, poniendo en peligro todo el trabajo.
El espejo más frío detrás de la óptica principal del telescopio era el principal sospechoso del problema, por lo que se procedió a aumentar su temperatura ligeramente, de -147°C se pasó a -113°C. "No necesitaba calentarse, porque en el vacío esta temperatura es suficiente para evaporar rápidamente todo el hielo. ¡Y funcionó de maravilla! Casi de inmediato, estábamos recibiendo un 15% más de luz del Universo", explica Mischa Schirmer, científico de calibración del Consorcio Euclid.
Gracias a este trabajo, los responsables del telescopio han podido comprobar el origen del problema y su fácil solución para cuando se repita, pues están convencidos que el hielo volverá a aparecer. Proponen repetir el proceso de deshielo cada seis o doce meses con poco coste para la misión. El estudio y sus resultados "también ayudarán a futuros satélites que probablemente enfrenten el mismo problema de hielo." explica la ESA.
El problema salió a la luz por primera vez en uno de los dos instrumentos científicos de Euclid, llamado instrumento visible (VIS). Para ayudar a catalogar 1.500 millones de galaxias y sus poblaciones estelares, VIS recopila luz visible de las estrellas de forma similar a cómo funciona la cámara de un teléfono inteligente, sólo que con 100 veces más píxeles. Su resolución equivale, por tanto, a una pantalla 4K.