El culebrón espacial en torno a la misión tripulada de la Starliner de Boeing sigue en su apogeo. En un primer momento se fijó el primer vuelo tripulado para el 1 de mayo, y el pasado 2 de abril la NASA anunció su retraso de 5 días, hasta el 6 de mayo por la noche en Estados Unidos. Es decir, que en España, el lanzamiento se llevará a cabo el próximo día 7.
Así lo asegura la propia NASA, que ha anunciado la decisión tras una serie de revisiones de las operaciones de la Estación Espacial Internacional. Por ende, la prueba de vuelo de la Starliner "ahora tiene como objetivo no antes del lunes 6 de mayo el primer lanzamiento de Starliner al complejo orbital". Esta decisión viene dada, precisamente, por el cronograma de actividades programadas de la ISS.
En palabras de la agencia espacial, este ajuste "optimiza el cronograma de actividades de la Estación Espacial planificadas para finales de abril". Entre estas actividades se incluyen el desacoplamiento de una nave espacial de carga y la reubicación del puerto de la nave espacial para el acople de la cápsula a la estación.
La Starliner volará en mayo
La misión Starliner lleva una buena racha de retrasos. La cápsula, destinada a ser la punta de lanza para su programa de naves espaciales reutilizables para transportar tripulación a la ISS —así como a otras estaciones privadas—, pudo superar en febrero una prueba clave que dio luz verde a su primer vuelo con tripulación.
La misión, apodada como "Crew Flight Test" o CFT por sus siglas, buscará enviar a los astronautas de la NASA Barry "Butch" Wilmore y Suni Williams. Ambos astronautas pasarán unos 10 días dentro de la Estación Espacial Internacional, y volarán en la Starliner gracias a un cohete Atlas V de la United Launch Alliance. Este se lanzará desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
Este será el primer vuelo tripulado de la cápsula, tras haber completado hasta dos vuelos críticos sin tripulación en diciembre de 2019 y mayo de 2022. En el primer caso no pudo lograr alcanza el laboratorio orbital, algo que sí pudo lograr en su segundo intento. De esta forma, todo está a punto para el vuelo de la cápsula con tripulación humana en su interior, no sin un buen puñado de errores previos.
El vuelo tripulado en sí mismo ha sido objeto de múltiples retrasos, ya que de forma ideal tendría que haberse realizado en verano del año pasado. Los estrictos controles de calidad de la NASA, así como los de Boeing, detectaron algunos problemas que obligaron al equipo a realizar más pruebas. Se descubrió, por ejemplo, un fallo de resistencia en las líneas de suspensión de los tres paracaídas de la tripulación.
Esto llevó a que Boeing tuviera que diseñar un sistema más óptimo y seguro, causando que tuvieran que ponerlo a prueba. Este sistema resultó ser positivo, y ya está presente en la Starliner. No obstante, había más problemas ya que se descubrió que la cinta protectora que se usó en 2022 para envolver los cabls de la cápsula era inflamable, representando un grave peligro para las futuras misiones.
Los ingenieros de Boeing se dedicaron a retirar toda esta cinta, y a barajar otras soluciones, como barreras protectoras o revestimientos que fueran ignífugos. De esta forma el proyecto fue poco a poco retrasándose para realizar las pruebas que solucionasen estos errores.
Según la NASA, tanto la agencia espacial como Boeing están realizando un conjunto de pruebas previas al lanzamiento, incluyendo trabajos de cierre previo al lanzamiento. También están completando la certificación final para el vuelo. Además, relatan cómo este cambio de fecha les conviene, ya que por ejemplo loa tripulación a bordo del laboratorio de microgravedad tendrá un tiempo adicional para completar tanto sus labores científicas como las tareas de logística de carga.
De forma previa al lanzamiento, la tripulación de la Crew-8 de SpaceX abordarán la nave espacial Dragon, que actualmente se encuentra atracada en el puerto delantero de la ISS. Moverán la nave al puerto cenital de Harmony, permitiendo así el acoplamiento de la Starliner. Con todo esto, la NASA espera verificar si el sistema Starliner de Boeing puede realizar misiones regulares de transporte y rotación de tripulación a la Estación Espacial Internacional.