En los últimos años se han lanzado dos telescopios espaciales, el James Webb y su 'hermano' europeo, el Euclid, con participación de España. Ambos están permitiendo obtener imágenes e información fundamental para desentrañar algunos de los mayores misterios del universo. Pero no están solos. Desde la tierra, los observatorios astronómicos siguen mejorando su tecnología para poder mapear el cielo con sistemas como la enorme cámara LSST, que pronto empezará a captar imágenes de 3,2 gigapíxeles (o lo que es lo mismo, 32.000 MP) de la Vía Láctea.
El proyecto liderado por SLAC (Stanford Linear Accelerator Center) lleva las siglas de "Estudio del legado espacio-temporal" y por fin se ha terminado su ensamblaje, tras dos décadas de desarrollo. Finalizada su construcción y su fase de pruebas inicial, ahora partirá rumbo a Chile para integrarse en el Observatorio Vera C. Rubin, donde empezará a operar a finales de este mismo año.
El módulo LSST está formado por un enorme conjunto de 201 sensores individuales CCD de 16 megapíxeles diseñados a medida. El plano focal se ha sellado en una cámara de vacío con tres lentes de unos 1,5 metros de diámetro, fabricadas por el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
"Sus imágenes son tan detalladas que permiten distinguir una pelota de golf a unos 25 kilómetros de distancia y abarcan una franja del cielo siete veces mayor que la Luna llena", explica Aaron Roodman, director adjunto y jefe del proyecto de cámara del Observatorio Vera C. Rubin, en un comunicado de prensa.
Con unas medidas similares a las de un coche pequeño y un peso de 3 toneladas, su enfoque primario permite hacer una exposición de 15 segundos cada 20 segundos, lo que permitirá observar el universo con un "detalle sin precedentes". El sistema óptico incluye tres espejos asféricos y grandes filtros de cambio rápido podrá captar luz en longitudes de onda entre el ultravioleta y el infrarrojo cercano (0,3-1 µm).
Cuando se instale en la parte superior del Simonyi Survey Telescope del Observatorio Rubin, ayudará a los astrónomos a comprender la composición y la expansión del universo. Sin embargo, una de sus principales funciones será obtener un mapa muy detallado de la Vía Láctea, "aportando información sobre su estructura y evolución, así como sobre la naturaleza de las estrellas y otros objetos que contiene". También permitirá identificar amenazas, como los asteroides potencialmente peligrosos.
"Ahora más que nunca, ampliar nuestra comprensión de la física fundamental requiere mirar más lejos en el universo", dijo Kathy Turner, del Programa Frontera Cósmica del Departamento de Energía de EEUU. "Con la Cámara LSST en su núcleo, el Observatorio Rubin profundizará más que nunca en el cosmos y ayudará a responder algunas de las preguntas más difíciles e importantes de la física actual".