El mes de mayo será un mes agitado para la industria espacial privada. El lanzamiento de la misión tripulada de la Starliner de Boeing se ha fijado para el 6 de mayo por la noche, lo que será el 7 de mayo para España. Mientras, SpaceX sigue con los preparativos para realizar el cuarto vuelo de prueba de su inmenso cohete Starship. Ambos proyectos son encargos de la NASA como transporte espacial privado para sus futuras misiones.
El desarrollo de este gran cohete, el más grande del mundo aún no operativo, no ha sido fácil y está tardando más de lo planteado inicialmente. Sin embargo, el ritmo de lanzamientos de prueba se está acelerando, lo cual es buena señal. Menos de dos meses después del tercer despegue, la empresa sigue adelante con los preparativos. El propulsor de Starship, llamado Super Heavy, ha vuelto a la torre de lanzamiento para realizar en los próximos días un encendido de prueba de sus motores.
La empresa de Elon Musk ha acumulado ya una amplia trayectoria llevando astronautas a la Estación Espacial Internacional con los Falcon Heavy, mientras Boeing sigue intentándolo. Su gran reto está ahora en llevar tripulantes hasta la Luna con Starship en la misión Artemis III, misión retrasada hasta 2026.
Como se puede apreciar en las fotografías compartidas por la empresa para este anuncio, los brazos de la torre de lanzamiento sujetan el propulsor a la espera de que se encienda. El Super Heavy se compone de 33 motores Raptor que, en breve, se pondrían a prueba en un impresionante test de fuego como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Se trata de un paso clave ante el siguiente vuelo del cohete. Durante menos de 5 minutos, los motores se encienden llegando a producir aproximadamente 3.600 toneladas de empuje.
Este ensayo se realiza para comprobar que todos los motores se encuentran en buen estado antes del día decisivo. En ocasiones anteriores, solo dos motores de los 33 se apagaron de forma repentina. Los técnicos de la compañía pueden supervisar cualquier fallo tras el ensayo.
A modo de recordatorio la empresa ha publicado también un resumen de su tercer lanzamiento de prueba. El Super Heavy alcanza los 69 metros de altura y los mismos 9 de diámetro. Su empuje de despegue a las 7.590 toneladas-fuerza gracias a sus 33 motores Raptor, 13 en el centro y los 20 restantes en el perímetro de la popa del propulsor. Para hacerse una idea, estos motores de combustión por etapas de metano-oxígeno tienen el doble de potencia que los motores Merlin del Falcon 9.
SpaceX tiene como objetivo realizar seis o más vuelos de prueba con Starship este año, de ahí este nuevo ritmo de lanzamiento. Parte de los objetivos marcados aspiran a poner en funcionamiento el vehículo totalmente reutilizable y lo más rápido posible. Con cada nuevo despegue, la compañía se enfrenta a un nuevo reto.
Hasta ahora ha conseguido alcanzar la órbita en la última prueba, pero en la reentrada a la atmósfera la nave se rompió, impidiendo que se probara el amerizaje en el océano Índico como estaba planeado. Este sería el nuevo reto al que se enfrentaría la nave en su siguiente gran cita con la plataforma de lanzamiento para principios de mayo.