Ya hace un tiempo que Ucrania denunció que Rusia estaba usando la tecnología Starlink de SpaceX de forma ilícita para sus operaciones en la guerra. Una noticia que llegó a España envuelta en polémica, ya que la misma SpaceX negó categóricamente estar vendiendo estos dispositivos a Rusia. Según el The Wall Street Journal, no solo esto sería así sino que se estarían formando complejos mercados negros de compra-venta de Starlink para tropas rusas.
Según un reportaje del medio, las fuerzas militares de Putin estarían usando terminales Starlink en la zona ocupada de Ucrania, y estarían recurriendo a un extenso mercado negro que abarcaría numerosos intermediarios para hacerse con ellos en distintos países del mundo. Estos terminales se estarían vendiendo y se estarían enviando directamente a la zona ocupada de Ucrania con la idea de que estas fuerzas aprovechen esta tecnología.
Todo ello contrasta enormemente con lo dicho por la propia SpaceX respecto a esta situación. Desde que aparecieran los primeros reportes sobre el uso de Starlink en las zonas ocupadas ucranianas, la empresa de Elon Musk ha negado por todos los medios posibles siquiera que estén permitiendo su uso a las fuerzas militares rusas.
Un mercado negro extenso
Todo ha comenzado este mismo año, con una Rusia haciéndose con terminales Starlink para usarlas como base en sus comunicaciones en la frontera con la Ucrania ocupada. Estos terminales están apareciendo en tiendas rusas online, siendo revendidos por distribuidores extranjeros y llevados al ejército de Putin en el frente ucraniano por voluntarios. Estos distribuidores se valen de este mercado para hacerse con los terminales.
En Rusia los vendedores compran estos terminales a los distribuidores de contrabando ubicados en el extranjero, en territorios y plataformas como Estados Unidos y eBay. Luego los revenden en el país, haciendo que los terminales acaben en manos de voluntarios que entregan el equipamiento a las tropas rusas. Estos voluntarios se encargan de que las fuerzas rusas reciban estos terminales sin demasiados problemas, ya que recordemos que Rusia no permite el uso de Starlink.
Muchos de estos distribuidores forman parte de una cadena de suministro que abarca África, el sudeste asiático y los Emiratos Árabes Unidos, según recoge el Journal. Muchos de estos terminales, por ejemplo se activan en Dubái y luego se envían a Sudán a través de Chad o Sudán del Sur. Se llegan a pasar cientos de terminales por dicha zona, acabando en manos de organizaciones como Fuerzas de Apoyo Rápido, grupo paramilitar antigubernamental. Eso sí, en la zona de Sudán no se permite el uso de terminales.
Esto es clave, ya que los distribuidores de estos terminales registran los dispositivos en países donde sí se permiten las operaciones de Starlink. De esta forma, los compradores solo tienen que usar su función de itinerancia para poder activar los terminales y aprovecharlos sin problemas, como es el caso del ejército ruso de Putin. De hecho, Starlink les estaría sirviendo por ejemplo para controlar drones y otro tipo de tecnología militar.
[Elon Musk llega a un "principio de acuerdo" con Netanyahu: llevará Starlink a Gaza e Israel]
El Journal pudo detectar a distribuidores rusos que mercadeaban con la tecnología de SpaceX en Rusia, siguiendo las entregas de estos equipos hasta el mismo frente ucraniano. Lo mismo ocurre con distribuidores sudaneses que estaban revendiendo terminales a Apoyo Rápido, un grupo que por cierto está acusado de crímenes de guerra.
La inteligencia militar de Ucrania, respaldada por el teniente general Kyrylo Budanov, dejó claro que no solo habían detectado el uso de Starlink por parte de estas fuerzas rusas, sino que habrían contando miles de sistemas Starlink en la zona. Llegó a afirmar que este era "un mercado abierto", y que el hecho de que estos terminales no sean artículos militares, ha facilitado mucho su comercialización.
Todo coincide, ya que Budanov relató que vendedores rusos estaban adquiriendo estos terminales a intermediarios externos, camuflando las compras de estos equipos como si fueran dispositivos para uso personal. Posteriormente, entregan los equipos a través de países cercanos a Rusia. Explicó que estas empresas realizaban campañas de recaudación de dinero para financiar la compra de estos terminales.
Transmisiones de radio interceptadas por la agencia de inteligencia de defensa del Ministerio de Defensa de Ucrania dejaron claro que las tropas estaban usando Starlink. En algunas se captaban a supuestos soldados rusos que discutían la compra de estos equipos provenientes de países árabes. Este sistema, en palabras de Budanov, lleva funcionando en territorios ucranianos ocupados "bastante tiempo".
Musk lo niega todo
Poco después de que surgieran estos primeros reportes, tanto Elon Musk como SpaceX —así como el propio Kremlin— negaron absolutamente todas estas informaciones. Elon Musk, en X, dijo que estos eran reportes falsos, y que todo era "categóricamente falso". Dejó claro que ningún terminal había sido vendido "directa o indirectamente a Rusia".
"SpaceX nunca ha vendido ni comercializado Starlink en Rusia, ni ha enviado equipos a ubicaciones en Rusia", dijo SpaceX en X. Referenciando directamente a las tiendas rusas que anuncian la venta de estos terminales, SpaceX lo deja claro: "si las tiendas rusas afirman vender Starlink para ofrecer servicio en ese país, están estafando a sus clientes".
Ya en su día, medios locales ucranianos expusieron cómo estos militares rusos recurrían a intermediarios comerciales en Dubái, zona revisada por el Journal en su reportaje. SpaceX se cerró en banda en este sentido, afirmando que Starlink ni siquiera opera allí. "No se puede compra en Dubái ni SpaceX realiza envíos allí. Además, Starlink no ha autorizado ningún tercero intermediario, revendedor o distribuidor de ningún tipo para vender Starlink en Dubái", dijeron desde la compañía.
Problemas geográficos
El medio Defense One, citando fuentes ucranianas, advierte que hacer funcionar estos terminales es algo más sencillo de lo que parece. Dichas fuentes insisten en que no hace falta comprar Starlink a SpaceX, sino que esta tecnología se compra a través de terceros. Además, se podrían usar engaños como señales GPS falsas para hacer creer que dicha terminal está en territorio ucraniano, para que así funcione.
Bryan Clark, investigador principal del Hudson Institute, habla de cómo Rusia podría "proporcionar una señal GPS falsa al terminal Starlink para que piense que el usuario se encuentra en territorio controlado por Ucrania". Defiende por otro lado que Ucrania sea consciente del uso de estos terminales, ya que las señales de estos pueden identificarse con dispositivos de inteligencia dedicados.
El gran problema en este sentido radica en la geografía. Recordemos que SpaceX ha brindado miles de terminales Starlink a Ucrania para ayudarla a defenderse de las tropas rusas, siendo esta la piedra angular de sus comunicaciones. Poco después, Musk comenzó a limitar las operaciones de Starlink en Ucrania, alegando que no querían que esta tecnología se usara con fines militares en territorios controlados por Rusia.
Si esta situación escala, SpaceX podría introducir una nueva limitación, esta vez para parar el uso de terminales Starlink entre las unidades rusas. El problema es que están usándolos directamente en la línea del frente y dada la proximidad de las posiciones de ambos bandos, dichas limitaciones podrían afectar a las unidades ucranianas. Eso sí, Musk se acabó retractando y siguió suministrando a Ucrania de servicio.
Finalmente, medios como Defense One recuerdan cómo en la biografía de Elon Musk escrita por Walter Isaacson se revela cómo el magnate se negó a que los ucranianos usaran Starlink para realizar ataques con drones contra barcos rusos en Sebastopol. En la obra, se da a entender que Musk temía que dicho ataque se respondiera con una represalia nuclear por parte de Putin.