El desbaratado ataque de Irán a Israel ha servido para demostrar la capacidad de los diversos escudos antiaéreos de este último. Más de 300 drones y misiles balísticos y de crucero intentaron sembrar el caos en los dominios de Netanyahu en la madrugada del domingo en una operación militar sin precedentes por parte de Teherán.
Con el contrataque pausado, al menos de momento, por el Consejo de Guerra, los próximos días serán claves para analizar toda la información recopilada durante las horas que duró la operación. Los servicios de inteligencia militar israelíes seguro que también comienzan a evaluar los distintos escenarios que pueden desarrollarse a corto y medio plazo, incluso uno donde el misil balístico Jericho III desempeñe un papel clave.
El Jericho III (Jericó tercero) es el arma con mayor rango operativo de todo Israel y la única conocida con capacidad para alcanzar Irán. Por concepto y necesidad, las Fuerzas de Defensa de Tel Aviv han apostado por ser capaces de realizar misiones a corto radio —dadas sus amenazas más inmediatas desde el punto de vista geográfico— con un elevado poder armamentístico, pero a cambio su proyección fuera de ese círculo inmediato a sus fronteras es realmente limitada.
El programa Jericho III, también llamado internamente YA-4, es un desarrollo propio israelí para continuar su familia de misiles balísticos de medio alcance. El anterior modelo, denominado Jericho II, fue diseñado en los años 80 empleando como base un lanzador de satélites que fue convenientemente modificado para integrar cabezas de guerra.
Con esa tecnología muy superada a principios de este milenio, Israel encargó a algunas compañías nacionales la creación de una nueva plataforma que incluyera los últimos avances. La primera prueba del Jericho III se realizó en enero de 2008 y entró en servicio en el 2011.
Las Fuerzas de Defensa también realizaron algunas pruebas en julio de 2013 incorporando algunas novedades respecto al modelo original. La más importante y notoria fue la integración de un nuevo propulsor, lo que podría dar como resultado una nueva variante del misil. Algunos analistas también indican que Israel podría haber ejecutado más pruebas de la plataforma en diciembre de 2019.
Los detalles sobre el Jericho III son realmente escasos. Israel guarda bajo llave algunas de las especificaciones y características clave, como por ejemplo si se trata de un misil de 2 o 3 etapas. Se estima que mide 16 metros de largo por 1,56 de diámetro y podría sumar 29 toneladas en el momento de lanzamiento, con aproximadamente 1.000 kilogramos dedicados a la cabeza de guerra.
El misil es compatible con alrededor de medio centenar de cabezas nucleares que guarda Israel en su arsenal, además de con otro tipo de ojivas de alto explosivo. En cuanto al rango operativo, se cree que puede alcanzar los 6.500 kilómetros empleando un sistema de guiado inercial independiente de los satélites de la constelación de GPS, por lo que puede operar en entornos electromagnéticamente comprometidos.