La tensión bélica entre Israel e Irán sigue en aumento, aunque ambos países jueguen al despiste. El último incidente que amenaza con prender la mecha de una guerra abierta se ha saldado con el lanzamiento de varios misiles israelíes y el derribo confirmado de tres micro drones por parte de las defensas antiaéreas iraníes. Un movimiento que parece más una demostración de la capacidad del país hebreo de alcanzar territorio de Irán que un verdadero ataque con voluntad de causar daños o bajas.
Si entraran en juego elementos como el Jericó III, el misil nuclear con 6.500 km de radio y 1.000 kg de ojiva, Irán tendría que recurrir a sus sistemas de defensa más avanzados, como el Bavar-373, que mostró públicamente en el desfile militar celebrado en Teherán el pasado miércoles. Es su plataforma antimisiles de mayor alcance, con un rango de hasta 300 km, lo que le permitiría interceptar las amenazas entrantes lejos de los posibles objetivos de Israel, como la base aérea y las instalaciones nucleares de Isfahán.
Los aviones son el punto más débil de toda la Guardia Revolucionaria Islámica, con una mayoría de cazas con más de 40 años de antigüedad, incapaces de hacer frente al poderío de los F-35 israelíes. Así, aunque no dispone de plataformas tan punteras como el trío de escudos antimisiles de Israel, las mayores bazas de Irán para defenderse tanto de los aviones como de los misiles y drones israelíes recaen en sus diferentes capas de defensa antiaérea de corto, medio y largo alcance, en las que el régimen de Jamenei lleva invirtiendo desde hace décadas.
Bavar-373
Desarrollado a partir de 2011 y declarado operativo en 2019 en una ceremonia a la que asistió el por entonces presidente iraní Hassan Rouhani, el Bavar-373 es un sistema antiaéreo móvil diseñado a imagen y semejanza del S-300 ruso. Su última actualización, presentada en 2022, ha mejorado sensiblemente sus prestaciones, equiparándolo con el S-400 y con la capacidad, según Irán, de "derribar aviones de combate de quinta generación" como los F-35 israelíes.
Su primer test oficial tuvo lugar en un ejercicio de defensa aérea en octubre de 2020, pero todavía no ha entrado en combate más allá de los ejercicios militares desarrollados en territorio iraní. Aún así, sobre el papel es el elemento más destacado de la densa red de defensas tierra-aire del país persa.
El Bavar-373 dispone de un sistema de mando y control inteligente Fakour, con la capacidad de recopilar información de todas las fuentes relevantes para la defensa aérea. Por su parte, el sistema de comunicaciones avanzadas Rasoul codifica la información y permite transferir los datos de los radares desde el escenario de batalla a los centros de mando de forma segura.
De la detección de cualquier amenaza se encarga un radar de barrido electrónico con un alcance de detección, según fuentes iraníes, de hasta 450 km y de seguimiento de 400 km. Montado en un camión pesado, este se encarga de identificar hasta 100 objetivos, rastrear 60 de forma simultánea y atacar seis de ellos a la vez.
En su versión más avanzada, como la que se pudo ver en el reciente desfile militar por las calles de Teherán, el Bavar-373 utiliza un camión de 8x8 que transporta dos grandes lanzaderas con misiles Sayyad-4B. Estos proyectiles de tierra-aire de combustible sólido están basados en el RIM-66 estadounidense, y tienen un alcance máximo de 300 km, con una altura de intercepción de hasta 13.000 metros.
Una versión algo más modesta de la defensa antiaérea de largo alcance iraní es Talash, que utiliza misiles Sayyad-3 para interceptar objetivos aéreos a una distancia máxima de 150 km. Su versatilidad le permite disparar también misiles Sayyad-2 para derribar objetivos aéreos a altitudes medias.
Cada unidad de estos sistemas incluye tres vehículos, un camión lanzador móvil que transporta los misiles y dos vehículos con los equipos de radar, mando y control. En septiembre de 2014 se presentó la última versión, el Talash 3, con un alcance de más de 200 kilómetros.
Arman y Azarakhsh
El pasado 17 febrero, con la tensión en la zona en aumento por los ataques de los hutíes de Yemen en el Mar Rojo respaldados por Irán, el ejército persa presentó de forma oficial su nuevo sistema de misiles antibalísticos Arman y la plataforma de defensa aérea de baja altitud Azarakhsh, según la agencia oficial de noticias IRNA.
El ministro de Defensa iraní, Mohammad Reza Ashtiani, aseguró durante la presentación que "con la entrada de nuevos sistemas en la red de defensa del país, la capacidad de defensa aérea de la República Islámica de Irán aumentará significativamente".
Según Ashtiani, el sistema de misiles Arman "puede enfrentarse simultáneamente a seis objetivos a una distancia de 120 a 180 km". Por su parte, el sistema de corto alcance Azarakhsh "puede identificar y destruir objetivos a 50 km con cuatro misiles listos para disparar".
En concreto, el conocido como Shahin Arman se monta en la parte trasera de camiones militares y está listo para desplegarse en 3 minutos. Su diseño está pensado para hacer frente sobre todo a bombas guiadas de largo alcance, proyectiles antibúnker y misiles resistentes a las explosiones, munición de ataque habitual tanto de Israel como de su aliado EEUU.
Las dos versiones del Arman se diferencian en el radar de barrido electrónico, activo o pasivo, pero comparten los sistemas de mando y control y los lanzadores de misiles integrados en una plataforma móvil diseñada para la defensa aérea de medio alcance. Aún está en fase de pruebas, aunque según el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica su capacidad operativa se añadirá "pronto" a los escudos antiaéreos de Irán.
Para la intercepción, utiliza misiles Sayyad 3F, adaptados y con modificaciones en el piloto automático, la ojiva, el ordenador de vuelo, la guía de control y el combustible del cohete para cumplir con todos los requisitos del sistema. Según fuentes iraníes, también estarían adaptando los misiles Sayad 4B para su posible integración en el Arman en un futuro.
Por su parte, el sistema de defensa aérea de baja altitud Azarakhsh se presenta en dos versiones, estacionaria y móvil. Su principal objetivo es contrarrestar amenazas de otro tipo, como drones, cuadricópteros, misiles de crucero y otros objetivos aéreos de pequeño tamaño.
Para la detección, dispone de un radar encargado de monitorizar el espacio aéreo a baja altitud hasta 50 kilómetros, utilizando cámaras visibles e infrarrojas para la vigilancia diurna y nocturna respectivamente. Sus cuatro misiles de ataque silencioso disponen de un sistema de guiado óptico y son capaces de neutralizar amenazas en un rango de 7 km.
Ambas plataformas han sido equipadas con sistemas para resistir y contrarrestar ataques e interferencias de guerra electrónica, para mantener las funcionalidades de detección y seguimiento necesarias para interceptar los distintos tipos de amenazas.
Estos sistemas de defensa, al igual que el Bavar-373, forman parte de una estrategia global que también incluye unidades montadas en barcos, todo ello gestionado por el mando central de la Base de Defensa Aérea de Jatam al-Anbia. En él se incluyen, además de los citados, los sistemas 15 Khordad, Tashah y varias unidades de los Tor, S-300 y S-200 rusos.