La revolucionaria estación espacial inflable para jubilar a la ISS: de un hotel a un laboratorio científico
Una compañía construirá módulos espaciales flexibles que podrían tener el tamaño de "un estadio de fútbol" y contarían con diferentes aplicaciones.
21 abril, 2024 02:22La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) tiene los días contados, ya que está previsto que se estrelle contra la Tierra en menos de 10 años. Será el fin de esta pequeña ciudad científica que está flotando en el espacio y que forma parte de un proyecto de colaboración multinacional en el que participa España con la agencia europea (ESA, por sus siglas en inglés). Una instalación que en un futuro se podría sustituir por unos revolucionarios módulos hinchables habitables que servirían de hoteles o laboratorios.
Max Space, una nueva empresa espacial privada dirigida por dos empresarios que suman más de 40 años de experiencia en la creación de compañías espaciales, han dado a conocer sus planes para desarrollar unos módulos hinchables para llevar al espacio. Estas estructuras serían menos costosas que otras alternativas, pueden hacerse más grandes y servir de apoyo a estaciones espaciales internacionales, como la ISS, entre otras aplicaciones, según indica la firma en un comunicado de prensa.
La compañía está fabricando una serie de módulos ampliables, que considera "el futuro inmobiliario en el espacio"; y el primero de ellos ya tiene fecha de lanzamiento: se espera que se lance en 2026 en una misión de transporte compartido con SpaceX, empresa del magnate Elon Musk. Un invento que se empaqueta herméticamente, con un volumen de dos metros cúbicos, para llevarlo en la nave y, una vez en el espacio, se despliega hasta alcanzar los 20 metros cúbicos.
Tamaño "de un estadio"
Este concepto no es nuevo. De hecho, la ISS ya probó el Módulo Actividad Expandible Bigelow (BEAM, por sus siglas en inglés), que servía como un hábitat expansible. En el caso de Max Space, se está adoptando un enfoque técnico diferente al de sistemas anteriores. "Cuando haces que las fibras vayan en dos direcciones distintas, separadas 90 grados, el resultado es que no sabes cuánta carga va en una dirección o en la otra", señala en un comunicado Maxim de Jong, cofundador y director de tecnología de Max Space.
Esto requiere material adicional para garantizar márgenes de seguridad suficientes y también dificulta la ampliación de los diseños a volúmenes mayores. "Cada ampliación es un diseño puntual que hay que revalidar", indica el directivo. Con su invento, Max Space desea ofrecer una tecnología denominada "nave de ultra alto rendimiento" que sea capaz de distribuir las cargas en una sola dirección y cuyo diseño le llegó "de forma accidental" mientras trabajaba en otros conceptos.
Los módulos expansibles de Max Space también destacan por ser más seguros y resistentes que los rígidos tradicionales. Es algo que han conseguido desde la compañía gracias a su arquitectura, compuesta por un sistema multicapa de blindaje balístico a base de fibras de una resistencia mucho mayor que el aluminio y el titanio.
Por el momento, la firma ha construido ya una versión del módulo Max Space 20 -de 20 metros cúbicos- para realizar pruebas y está trabajando en una versión de vuelo que vendría con mejoras, como un blindaje contra basura espacial. El objetivo de la compañía pasa por contar con una familia de hábitats escalables en el espacio de 20 a 1.000 metros cúbicos para el año 2030.
Y es que, según detallan, la arquitectura de su dispositivo también ofrece una escalabilidad notable y tiene potencial para, en un futuro, crear módulos expansibles de hasta más de 10.000 metros cúbicos. Incluso podría ofrecer módulos del "tamaño de un estadio" que se puedan lanzar al espacio usando Starship, el enorme cohete de Elon Musk que llegó a órbita en su tercer lanzamiento.
Los módulos expansibles de Max Space ofrecen un diseño "único", con una arquitectura en la que cada elemento de fibra estructural permanece libre de cargas y puede adoptar una geometría ideal para una capacidad de carga óptima. La compañía señala que su invento cuenta con una variedad de ventajas, desde un coste más bajo y una escalabilidad ilimitada.
De hotel a laboratorio
Una de las principales características de estos módulos hinchables es que cuentan con una gran variedad de usos. Uno de ellos, y el más obvio, es servir como futuras estaciones espaciales comerciales. "Construir módulos para estaciones espaciales es difícil y caro, y limita muchas de las aplicaciones espaciales interesantes, como la fabricación en el espacio, las biociencias y la industria farmacéutica. Lo que queremos es demostrar que se puede hacer a bajo coste", explica Maxim de Jong.
De hecho, la compañía señala que no tiene previsto construir su propia estación, sino que su idea es convertirse en proveedor de otras empresas que desarrollen estaciones espaciales comerciales, por ejemplo, mediante el programa CLD (Commercial Low Earth Orbit Development) de la NASA. "Consideramos que nuestro camino hacia el éxito es trabajar con la mayoría de las demás empresas de CLD y proveedores de módulos", afirma el directivo.
Aunque este sistema también podría contar con otro tipo de aplicaciones que van desde la ciencia a la agricultura, pasando por el entretenimiento y usos gubernamentales. Por ejemplo, Max Space detalla que sus módulos hinchables podrían utilizarse para el turismo y la vida en el espacio, como hoteles; para la producción farmacéutica y biociencias o hasta para el entretenimiento espacial. En eso último, la firma habla de deportes en gravedad cero, conciertos o exposiciones de arte.
También se podrían emplear como almacenes, depósitos o centros de mando. En cuanto a investigaciones científicas, podrían servir tanto de centros de experimentos y de laboratorios como para fabricar nuevos materiales. Max Space podría emplearse inlcuso para la agricultura en el espacio o para convertirse en embajadas y consulados de distintos países. Las posibilidades que ofrece esta tecnología son realmente amplias.
Max Space señala en su comunicado que su sistema está diseñado "para facilitar que cualquier empresa terrestre se convierta en una compañía espacial". No sólo eso, sino que esperan que en un futuro y con el tiempo sus módulos "albergarán ciudades a mayor escala en la Luna y, eventualmente, en Marte". Por el momento, la firma ya ha recaudado una ronda de financiación de 10 millones de dólares, que se emplearán en el desarrollo del primer módulo y su lanzamiento en viajes compartidos.