Ucrania está usando ametralladoras de la Primera Guerra Mundial para derribar a los drones rusos
El Ejército de Zelenski ahorra costes acabando con los Shahed mediante el uso de armamento con un siglo de antigüedad.
3 mayo, 2024 18:15La desesperación está muy presente en la guerra entre Ucrania y Rusia. España ha sido testigo de las atrocidades que se cometen en el campo de batalla, y la necesidad de recurrir a métodos poco ortodoxos para hacerle frente al enemigo. Una nueva investigación revela que Ucrania estaría combatiendo a los temibles drones Shahed de Rusia con ametralladoras que datan de la Primera Guerra Mundial.
O que en su defecto, se comenzaron a diseñar a finales de dicha guerra. Así lo revela un reportaje a pie de campo del medio Kyiv Independent, que se ha subido a las camionetas de la 117ª Brigada de Defensa Territorial de Ucrania encargada de hacer frente a drones rusos Shahed, y comprobar sus planes de acción para contrarrestar estas amenazas aéreas.
Concretamente, los ucranianos aprovechan armas como la M2 Browning o la ametralladora pesada KPV, dispositivos que en el menor de los casos cuentan con más de 70 años de antigüedad. Sin ir más lejos, la M2 Browning data del año 1918, la cual se ha constituido como una de las armas más fiables y duraderas del catálogo armamentístico de Estados Unidos.
Armas de un siglo de antigüedad
Los reporteros del medio Kyiv Independent visitaron el Óblast de Sumy, una ciudad ucraniana que es constantemente asediada por hordas de drones kamikazes Shahed. La tarea de esta unidad de defensa territorial es acabar con estos drones y observar el cielo, así como interceptar todos los drones que pasen por el espacio aéreo que comparte con Rusia en la frontera.
Esta es una tarea diaria, ya que Rusia no cesa en desplegar enjambres de drones contra territorio ucraniano. La Brigada se ocupa en primer lugar de los Shahed que se dirigen hacia ciudades como Kiev o Sumy, y deben hacerlo con recursos limitados debido a la escasa economía de la que dispone el país. Para ello, se valen de armas que si bien pueden ser consideradas como obsoletas, siguen en servicio y están muy presentes en la actualidad.
El mejor ejemplo de esto es la ametralladora pesada Browning M2, calibre 50 que fue diseñada por el ingeniero que le dio nombre, John Moses Browning. Basa su diseño parcialmente en la ametralladora Browning M1919, con la diferencia de que este modelo dispara un cartucho muy superior, el 12,7 x 99 OTAN o 50 BMG. Entró en servicio en el Ejército de los Estados Unidos en el año 1933, y sigue activa a día de hoy.
La lista de conflictos en los que se ha usado la M2 Browning es prácticamente infinita: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea o la Guerra Civil Siria son solo unos pocos de los muchos enfrentamientos en los que ha estado presente. No es para menos ya que pese a su antigüedad, la M2 Browning disfruta de unas características sorprendentes, como un alcance máximo de 7,4 kilómetros cuando se usa munición Ball.
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Se suele usar acoplada en un trípode M3, desde la cual su alcance máximo efectivo se reduce a los 1,8 kilómetros. Se postula como un arma portátil terrestre que por sí sola pesa 38 kilos, a los que hay que sumar otros 20 del trípode. Es fácilmente reconocible en esta configuración debido al famoso gatillo en forma de V o gatillo de mariposa, que incluye agarraderas a cada lado del cajón de mecanismos y el restén del cerrojo al centro. Para disparar se agarran ambas agarraderas y se aprieta el gatillo desde ellas.
Sin embargo, la clave de la M2 Browning está en su altísima versatilidad, ya que fue diseñada con la idea de que la ametralladora pudiese acoplarse a configuraciones de distinta índole. Se puede alimentar de munición por ambos lados, gracias a un sistema mecánico de conversión que se puede ajustar sin herramientas y en menos de un minuto. Se puede usar como arma media de apoyo a la infantería o como arma antiaérea en vehículos tanto terrestres como marítimos.
De nuevo, la lista de posibles configuraciones y usos en combate es abultada. Se puede usar como arma principal o secundaria en vehículos blindados, lanchas, cazas estadounidenses habilitados para ello e incluso fragatas y portaaviones. Quizás su aspecto más sorprendente está en su modo de fuego semiautomático, que permite usar la ametralladora como una suerte de fusil de francotirador de largo alcance para acabar con objetivos distantes.
Por otro lado está la ametralladora pesada KPV, que también usan los ucranianos junto a la M2 Browning. Este es un equipo más moderno, que comenzó a usarse en el año 1949, en la era de la Unión Soviética y que cuenta con un calibre de 14,5 milímetros. Si bien dejó de producirse en 1960 en su versión de infantería, se rediseñó como arma antiaérea, gracias a su alcance de 1.500 metros de altitud.
En este caso, la KPV fue diseñada por Semyon Vladimirov y dispone de un peso de 49 kilos, así como una longitud total de 1.980 milímetros. Usa un sistema de recarga accionada por retroceso corto, lo que otorga una cadencia de 600 disparos por minuto en su modo automático. La versión que Ucrania está aprovechando es la variante KPVT, dedicada a vehículos blindados, barcos y equipos antiaéreos. Se usa contra blancos ligeramente blindados, defensas ligeras y blancos aéreos a distancias de 2 kilómetros.
La Brigada de Defensa Territorial de Ucrania monta estas ametralladoras en unas camionetas y se disponen a monitorear los drones que van llegando para luego transportarse a una zona de disparo segura y acabar con ellos. Los responsables de dicha unidad dejaron claro que las Browning M2 y KPVT son armas fiables y que eran fáciles de usar, por lo que son ideales para acabar con estos objetivos.
El hecho de usar equipamiento tan antiguo responde a una cuestión de necesidad económica. Esta clase de drones pueden rondar los 20.000 y 50.000 dólares, por lo que usar sistemas de defensa aérea como los NASAMS valorados en millones sería un problema, sobre todo porque los expondría al enemigo. Debido a los problemas de abastecimiento que sufren las fuerzas ucranianas, esta es la opción más idónea y más barata para hacer frente a esta amenaza de drones.