Los viajes espaciales son una de las últimas fronteras que le quedan al turismo. Aunque algunas empresas empiezan a ofrecer experiencias inolvidables a la órbita terrestre, por mucho que la industria avance hay un viaje que nunca se podrá realizar, si se pretende regresar para contarlo. Se trata de un viaje al interior de un agujero negro. Por ello, la NASA ha creado una simulación sin precedentes para que cualquier curioso se adentre en este gran misterio del universo.
Los agujeros negros son uno de los grandes enigmas actuales del estudio espacial. El agujero negro supermasivo en el que la NASA te lleva de viaje con esta simulación supone 4,3 millones de veces la masa del Sol, "equivalente al monstruo situado en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea", explica la agencia.
En un gran esfuerzo computacional, el superordenador de la NASA ha creado esta simulación. Un baile de luces y formas se presenta ante el espectador en este vídeo creado por la NASA. Se trata de la simulación más realista hasta la fecha de lo que supondría viajar por el espacio hasta adentrarse en un agujero negro, hasta perderse en el horizonte de sucesos, el punto sin retorno de un agujero negro.
Viaje sin retorno
Un baile de luces y formas se presenta ante el espectador en este vídeo creado por la NASA. Se trata de la simulación más realista hasta la fecha de lo que supondría viajar por el espacio hasta adentrarse en un agujero negro, hasta perderse en el horizonte de sucesos, el punto sin retorno de un agujero negro.
Aunque para el espectador la experiencia sea de pocos minutos, el viaje en tiempo real es de 3 horas en los que la cámara va cayendo hasta alcanzar el horizonte de los sucesos y ejecuta casi dos órbitas completas de 30 minutos a lo largo del camino.
A medida que la cámara se va acercando al agujero negro, alcanza velocidades cada vez más cercanas a la velocidad de la luz y el brillo se va intensificando, convirtiéndose en luces blancas. En el camino, el disco del agujero negro, los anillos de fotones y el cielo nocturno se distorsionan cada vez más, aparecen forman múltiples imágenes a medida que su luz atraviesa el espacio-tiempo cada vez más deformado.
El espectador puede observar como la velocidad parece detenerse, esto se debe a que el espacio-tiempo se distorsiona cada vez más cerca del horizonte, por eso los astrónomos originalmente se referían a los agujeros negros como "estrellas congeladas".
[El impactante vídeo de la NASA que revela el descomunal tamaño de los mayores agujeros negros]
Una vez dentro del horizonte de los sucesos, tanto la cámara como el espacio-tiempo en el que se mueve se precipitan hacia el centro del agujero negro, un punto unidimensional conocido como singularidad, donde las leyes de la física tal como se conocen dejan de operar. Pero antes de llegar a ese punto, el último tramo del viaje se produce en un pequeño instante, cuando la cámara se destruye por espaguetificación a sólo 12,8 segundos de distancia.
Final alternativo
Para no quedarse con este final triste aunque épico, la agencia propone una segunda simulación, un final alternativo en el que la cámara orbita cerca del horizonte de sucesos pero nunca lo cruza y escapa a un lugar seguro.
Si fuera un astronauta volando una nave espacial mientras el resto del equipo le espera en la nave nodriza lejos del agujero negro, el viaje de ida y vuelta duraría seis horas y regresaría 36 minutos más joven que el resto de la tripulación. Explica la NASA que este fenómeno se debe a que el tiempo pasa más lentamente cerca de una fuente gravitacional fuerte y cuando se mueve cerca de la velocidad de la luz.
¿Cómo se ha creado?
Schnittman ha conseguido crear esta simulación con la ayuda del científico de Goddard Brian Powell y el superordenador Discover en el Centro de Simulación Climática de la NASA. La máquina tardó 5 días en realizar toda la simulación, consumiendo sólo el 0,3% de los 129.000 procesadores que integra. A un ordenador tradicional le llevaría décadas abordar este proyecto. La hazaña ha supuesto generar alrededor de 10 terabytes de datos, lo que equivale a la mitad del contenido de texto de la Biblioteca del Congreso, según ha explicado la NASA.
La agencia ha publicado dos versiones, una explicativa con información sobre lo que se está observando y un segundo vídeo con recreaciones en 360 grados para que el espectador pueda moverse libremente por la escena durante el viaje.